Pues sí, no es imprescindible para dirigir cualquier tipo de sociedad ser una persona docta , con estudios universitarios y amplia cultura, pero es que escuchando al propietario del Betis no puedo por menos sentir lástima de esa obra llamada Diccionario de la Real Academia de la Lengua. Lo dicho, no es imprescindible, pero pienso que no estaría de más, que este pendejo dedicara parte de su tiempo y dinero a contratar a alguien que le dé unas clases particulares de gramática, pues es lamentable cómo maltrata nuestra lengua. Y en el caso que no disponga de tiempo, (el dinero no crea que sea "poblema", ¿verdad, "donmanué"?), lo mejor que podría hacer es estarse calladito, a ser posible por siempre jamás. Y si empezamos por el que manda y ordena, sigamos con los adláteres que le rodean:
- Nuestra brillante asesoría jurídica de la tienda de los 20 duros basa sus alegaciones en una normativa derogada. El muerto se lo echan a la secretaria a la hora de redactar el informe. Y digo yo, ¿nadie repasó el texto antes de firmarlo? Una vez más, nadie en el Betis es responsable de sus errores: si el abogado se equivoca, la culpa de la "shica" que transcribió el texto (el "error material", gordo dixit), si se ficha mal, que se ha traído lo que pidió el entrenador y si el entrenador no vale, que se trajo lo que pidió la afición y la prensa.
- Segundo ejemplo de diligencia jurídico-deportiva: esta temporada se podían inscribir para la Copa del Rey a 18 jugadores. Nosotros, dos horas antes del partido, citando a dos jugadores para sumas a los 16 convocados.
- Dejar a un jugador materialmente tirado en Brasil se llama defender los intereses del Betis. Lima, cuando termine su cesión en el "Flamenco", estará ansioso por volver a nuestro club y defender la camiseta.
- ¿Seguimos?
Así pues, este es el Betis del "anque", "antonces" y el "Flamenco".
- Nuestra brillante asesoría jurídica de la tienda de los 20 duros basa sus alegaciones en una normativa derogada. El muerto se lo echan a la secretaria a la hora de redactar el informe. Y digo yo, ¿nadie repasó el texto antes de firmarlo? Una vez más, nadie en el Betis es responsable de sus errores: si el abogado se equivoca, la culpa de la "shica" que transcribió el texto (el "error material", gordo dixit), si se ficha mal, que se ha traído lo que pidió el entrenador y si el entrenador no vale, que se trajo lo que pidió la afición y la prensa.
- Segundo ejemplo de diligencia jurídico-deportiva: esta temporada se podían inscribir para la Copa del Rey a 18 jugadores. Nosotros, dos horas antes del partido, citando a dos jugadores para sumas a los 16 convocados.
- Dejar a un jugador materialmente tirado en Brasil se llama defender los intereses del Betis. Lima, cuando termine su cesión en el "Flamenco", estará ansioso por volver a nuestro club y defender la camiseta.
- ¿Seguimos?
Así pues, este es el Betis del "anque", "antonces" y el "Flamenco".
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