El caso de Lima va a seguir dando de qué hablar. El brasileño continúa en su país, al borde de una depresión, según su entorno, y con demasiadas dudas sobre su futuro... y su presente. Ocurre que el Flamengo frustró su cesión al no superar el jugador el reconocimiento médico y que el Betis no admite esta ruptura y considera que el jugador está en préstamo en el equipo de Río de Janeiro por una temporada. Sin embargo, Lima se encuentra en tierra de nadie, lesionado y sin saber qué hacer. Los agentes del jugador, Leonel Juliano y Fernando Benedini, se movieron la semana pasada a través de abogados para tratar de encontrar una solución antes de tener que acudir a la FIFA y solicitaron que Lopera se pronunciara y éste lo hizo el pasado lunes por escrito, según publica ABC de Sevilla.
El máximo mandatario bético le anunció a Lima que se desentiende de su situación actual al defender que pertenece al Flamengo. Sin embargo, el futbolista está en su domicilio familiar de Ribeirao Preto, en el estado de Sao Paulo, tratándose con un fisioterapeuta y a la espera de que el Betis le dé permiso para operarse del tobillo, con el que lleva arrastrando lesiones desde hace siete meses y que impidió su llegada al Flamengo. Los servicios médicos del Betis no saben nada del tema y consideran que el afamado doctor Runco, que vio a Lima recientemente, no opinaba que la intervención fuera lo mejor.
El caso es que Lima, que tuvo que renunciar a dinero que le debía el Betis para irse al Flamengo, no percibe ahora salario de ningún sitio y sólo ha recibido llamadas del Betis de Momparlet, para instarle a que siguiera en Río, y el doctor Calero, para preocuparse por su situación médica. Con estas circunstancias, la única opción que le resta a Lima, según su entorno, es acudir a la FIFA para que trate su caso y decida quién tiene que hacerse cargo del jugador, al que le restan tres años con el Betis.
El máximo mandatario bético le anunció a Lima que se desentiende de su situación actual al defender que pertenece al Flamengo. Sin embargo, el futbolista está en su domicilio familiar de Ribeirao Preto, en el estado de Sao Paulo, tratándose con un fisioterapeuta y a la espera de que el Betis le dé permiso para operarse del tobillo, con el que lleva arrastrando lesiones desde hace siete meses y que impidió su llegada al Flamengo. Los servicios médicos del Betis no saben nada del tema y consideran que el afamado doctor Runco, que vio a Lima recientemente, no opinaba que la intervención fuera lo mejor.
El caso es que Lima, que tuvo que renunciar a dinero que le debía el Betis para irse al Flamengo, no percibe ahora salario de ningún sitio y sólo ha recibido llamadas del Betis de Momparlet, para instarle a que siguiera en Río, y el doctor Calero, para preocuparse por su situación médica. Con estas circunstancias, la única opción que le resta a Lima, según su entorno, es acudir a la FIFA para que trate su caso y decida quién tiene que hacerse cargo del jugador, al que le restan tres años con el Betis.
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