Un servidor, que aunque no peine canas, ya ha vivido bastantes cambios, cada año que pasa añora mas aquellos tiempos en los que el fútbol era un deporte.
Eran tiempos de jugadores que se dejaban todo en el campo por defender unos colores, y no precisamente por cobrar lo que cobran hoy en día, sino porque su corazón pesaba mas que su bolsillo. Jugadores que se saltaban al campo con la única intención de luchar, de ganar, de hacer sentir orgullosos a los aficionados de ser seguidores del equipo en cuestión. No obstante, esos jugadores sabían que las almas que llenaban el estadio cada 15 días eran las que le daban de comer. Sobre el césped, se veían futbolistas, no modelos. Deportistas, no hombres anuncio. Los once jugadores, conocían que se debían a la afición, y lloraban y pedían disculpas si caían derrotados, daban las gracias al conseguir un titulo,...
Cómo escribió el genial Quevedo:
"Madre, yo al oro me humillo,
Él es mi amante y mi amado,
Pues de puro enamorado
Anda continuo amarillo.
Que pues doblón o sencillo
Hace todo cuanto quiero,
Poderoso caballero
Es don Dinero."
La expresión "amor a los colores" (refiriéndose a la camiseta, a un escudo, no a unos billetes) ya ha desaparecido del fútbol. Chavales con escasos 20 años, ganan mas dinero que la persona que les dirige. Saltaban al campo, sin intención de defender unos colores, sino de jugar bien por el simple hecho de obtener mas y mejores patrocinadores. Que pierde el equipo... da igual, mientras haya salido bien en la foto, y la marca de mis botas se hayan visto en todo el mundo.
Se que es un coñazo lo que estoy escribiendo, incluso me atrevo a decir que carece de algún orden lógico, pero es lo que me ha surgido en este momento. En este momento en el que veo cómo el equipo mas grande del mundo, se está llenando de lo que nunca hubo de tener: jugadores mercenarios, prostituibles, rastreros, *************,... ¿La culpa? Ustedes dirán.
Eran tiempos de jugadores que se dejaban todo en el campo por defender unos colores, y no precisamente por cobrar lo que cobran hoy en día, sino porque su corazón pesaba mas que su bolsillo. Jugadores que se saltaban al campo con la única intención de luchar, de ganar, de hacer sentir orgullosos a los aficionados de ser seguidores del equipo en cuestión. No obstante, esos jugadores sabían que las almas que llenaban el estadio cada 15 días eran las que le daban de comer. Sobre el césped, se veían futbolistas, no modelos. Deportistas, no hombres anuncio. Los once jugadores, conocían que se debían a la afición, y lloraban y pedían disculpas si caían derrotados, daban las gracias al conseguir un titulo,...
Cómo escribió el genial Quevedo:
"Madre, yo al oro me humillo,
Él es mi amante y mi amado,
Pues de puro enamorado
Anda continuo amarillo.
Que pues doblón o sencillo
Hace todo cuanto quiero,
Poderoso caballero
Es don Dinero."
La expresión "amor a los colores" (refiriéndose a la camiseta, a un escudo, no a unos billetes) ya ha desaparecido del fútbol. Chavales con escasos 20 años, ganan mas dinero que la persona que les dirige. Saltaban al campo, sin intención de defender unos colores, sino de jugar bien por el simple hecho de obtener mas y mejores patrocinadores. Que pierde el equipo... da igual, mientras haya salido bien en la foto, y la marca de mis botas se hayan visto en todo el mundo.
Se que es un coñazo lo que estoy escribiendo, incluso me atrevo a decir que carece de algún orden lógico, pero es lo que me ha surgido en este momento. En este momento en el que veo cómo el equipo mas grande del mundo, se está llenando de lo que nunca hubo de tener: jugadores mercenarios, prostituibles, rastreros, *************,... ¿La culpa? Ustedes dirán.
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