La permanencia de Emana en el Betis puede tener las horas contadas. El camerunés fue el único jugador citado por Antonio Tapia para el Colombino que ni siquiera se vistió en los dos partidos disputados. Lo previsto es que ayer fuera a jugar, pero un retraso del futbolista a la hora de llegar a la charla técnica para preparar el encuentro ante el Recreativo fue tomado como un acto de indisciplina por los técnicos béticos. La charla comenzaba a las 19.45, pero Emana aduce que se inició antes y que tras entrar, el técnico le invitó a irse porque «el partido ya ha empezado». Acto seguido, el jugador se dirigió al director deportivo, Manuel Momparlet, para que mediara en la situación. Esta es la gota que ha colmado la paciencia de Tapia y sus hombres, que han visto cómo Emana no ha podido tener una continuidad lógica en su quehacer diario con el equipo. Si llegó unos días tarde a los entrenamientos, luego tuvo que marcharse a su país por la muerte de su padre y en los últimos días ha aducido problemas en el hombro o una gastroenteritis, ayer fue un retraso.
Hoy se marcha con su selección para jugar el miércoles contra Austria en Viena, pero es que desde el club se le está buscando ya una salida que se pretende inminente. Y es que el futbolista no desea jugar en Segunda, como ya expresó Herve Tchinda, su agente, hace unos días en ABC de Sevilla, mientras que desde el club consideran que un futbolista así puede afectar en el ánimo del plantel, de ahí la pretendida conversación de Momparlet con él la semana pasada.
El equipo que hasta ahora ha mostrado más interés por hacerse con sus servicios ha sido el Valencia, pero no es el único. Desde el club se trabaja con intermediarios de confianza en varias vías para tratar de encontrar una salida que convenza a todos. Sin embargo, los últimos sucesos y el deterioro de su relación con los técnicos no ayudará en nada a que un club apueste económicamente por él.
Hoy se marcha con su selección para jugar el miércoles contra Austria en Viena, pero es que desde el club se le está buscando ya una salida que se pretende inminente. Y es que el futbolista no desea jugar en Segunda, como ya expresó Herve Tchinda, su agente, hace unos días en ABC de Sevilla, mientras que desde el club consideran que un futbolista así puede afectar en el ánimo del plantel, de ahí la pretendida conversación de Momparlet con él la semana pasada.
El equipo que hasta ahora ha mostrado más interés por hacerse con sus servicios ha sido el Valencia, pero no es el único. Desde el club se trabaja con intermediarios de confianza en varias vías para tratar de encontrar una salida que convenza a todos. Sin embargo, los últimos sucesos y el deterioro de su relación con los técnicos no ayudará en nada a que un club apueste económicamente por él.
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