La Prensa paga los platos rotos del 15J
Escrito por Ramón Román martes, 14 de julio de 2009 [CENTER]
[LEFT][LEFT]Nuevas medidas para los medios de comunicación[/LEFT][/LEFT]
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Manuel Ruiz de Lopera no es una persona que se caracterice por reconocer errores, (porque tenerlos, como todos en este mundo, los tiene) y cómo los que están a su alrededor tampoco se los indican, los únicos que se los suelen intentar hacer ver son los medios de comunicación. Esto no gusta nada al máximo accionista, quien suele tomar medidas en contra de la Prensa. Hasta hace pocos meses había varios medios y periodistas vetados por Lopera, llegando incluso estos vetos a la prohibición para entrar en el estadio o viajar con el equipo. Después de varios meses así, desde el club se explicó que se había decidido levantar las restricciones y que se esperaba un ambiente cordial. Pero el 15J no gustó nada al consejero delegado. La repercusión mediática de la manifestación caló hondo en la calle Jabugo y ahora, en la concentración de Montecastillo, comienza a apreciarse la reacción del mandamás bético. Hasta el año pasado en el Betis cada día hablaban dos futbolistas en sala de prensa y, aparte, cada medio podía entrevistar al jugador que accediera a ello. Desde que entró en el club el nuevo director de comunicación estas medidas cambiaron y se pasó a un protagonista al día y una entrevista a la semana, previa solicitud el lunes antes de las 18:00 horas. Pero ahora, a los medios desplazados a Jerez se les ha comunicado que no habrá entrevistas (el año pasado hubo dos por medio) y que las ruedas de prensa (el año pasado una diaria) serán cada dos días, sin contar con el fin de semana. Es decir, que durante nueve días que el Betis estarán en Montecastillo sólo hablarán Capi, el miércoles; Juanma, el viernes; Mark González, el lunes; y Tapia, el miércoles antes de disputar el primer amistoso.
No queda aquí la cosa, ya que estas medidas no serán sólo para la concentración, sino que durante la temporada puede incluso que se endurezcan y que sólo haya dos intervenciones a la semana (miércoles, un jugador y sábado, el entrenador), así como que la mayoría de los entrenamientos se hagan a puerta cerrada. Por supuesto, también sin entrevistas.



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Manuel Ruiz de Lopera no es una persona que se caracterice por reconocer errores, (porque tenerlos, como todos en este mundo, los tiene) y cómo los que están a su alrededor tampoco se los indican, los únicos que se los suelen intentar hacer ver son los medios de comunicación. Esto no gusta nada al máximo accionista, quien suele tomar medidas en contra de la Prensa. Hasta hace pocos meses había varios medios y periodistas vetados por Lopera, llegando incluso estos vetos a la prohibición para entrar en el estadio o viajar con el equipo. Después de varios meses así, desde el club se explicó que se había decidido levantar las restricciones y que se esperaba un ambiente cordial. Pero el 15J no gustó nada al consejero delegado. La repercusión mediática de la manifestación caló hondo en la calle Jabugo y ahora, en la concentración de Montecastillo, comienza a apreciarse la reacción del mandamás bético. Hasta el año pasado en el Betis cada día hablaban dos futbolistas en sala de prensa y, aparte, cada medio podía entrevistar al jugador que accediera a ello. Desde que entró en el club el nuevo director de comunicación estas medidas cambiaron y se pasó a un protagonista al día y una entrevista a la semana, previa solicitud el lunes antes de las 18:00 horas. Pero ahora, a los medios desplazados a Jerez se les ha comunicado que no habrá entrevistas (el año pasado hubo dos por medio) y que las ruedas de prensa (el año pasado una diaria) serán cada dos días, sin contar con el fin de semana. Es decir, que durante nueve días que el Betis estarán en Montecastillo sólo hablarán Capi, el miércoles; Juanma, el viernes; Mark González, el lunes; y Tapia, el miércoles antes de disputar el primer amistoso.
No queda aquí la cosa, ya que estas medidas no serán sólo para la concentración, sino que durante la temporada puede incluso que se endurezcan y que sólo haya dos intervenciones a la semana (miércoles, un jugador y sábado, el entrenador), así como que la mayoría de los entrenamientos se hagan a puerta cerrada. Por supuesto, también sin entrevistas.
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