Hace muchos, muchos años ya, cuando en este país aún dirigía su destino a la fuerza un gallego bajito y con bigote, en el barrio sevillano de Heliópolis, un niño de cinco años, bético de nacimiento, sangre y genes, le pregunta su padre treinta años mayor que él y bético de nacimiento, sangre, genes y convencimiento propio:
- Papá ¿porqué nosotros somos del Betis?
- No Lolo, nosotros no somos del Betis, nosotros somos Béticos.
El chaval se queda dudando un momento, y pregunta:
- pero papá, es lo mismo, no?
El padre lo mira a sus profundos ojos color caramelo y viendo la incompresión de su hijo, lo coge en brazos y le empieza a explicar mientras, por la Avenida Padre García Tejero se dirigen al estadio Benito Villamarín.
- Veras Lolo, no es lo mismo, ser del Betis quiere decir que perteneces al Betis y ser Bético quiere decir que sientes al Betis y que eres parte de él.
El niño, incomodo, no entiende lo que le dice su padre y le pide que lo baje al suelo.
El padre dándose cuenta que su hijo seguía aún más desorientado, y viendo que llegaban a las paredes del estadio, lo coge por los hombros y lo pone mirando las gradas exteriores del hogar verdiblanco.
- Mira Lolo, ¿qué ves?
- El Campo del Betis, papa.
- Eso es Lolo, el campo del Betis. El campo pertenece al Betis, es una posesión del Betis y nosotros somos Béticos porque el Betis es nuestro, esa es la diferencia.
- ¿Entonces el campo del Betis es nuestro papá?
- Claro, nuestro y de todos los béticos, y los jugadores que ficha el Betis también son nuestros y la ciudad deportiva del Betis, todo es de los béticos porque los béticos somos el Betis. ¿lo entiendes ahora?
- Creo que si papá, pero... ¿entonces los jugadores son del Betis, o son béticos?
- Pues los jugadores que salen de la cantera del Betis son béticos porque desde pequeños soñaron con jugar con el Betis en este campo y ante todos los béticos. Y luego los jugadores que no son de la cantera, hay algunos que se vuelven béticos cuando se enamoran del Betis y de su afición.
- ¿Y los que no se enamoran del Betis, papá?
- Pues esos llegan juegan en el Betis por dinero y se van algún día. Son trabajadores del Betis durante un tiempo y ya está.
Padre e hijo, vuelven el camino andado camino de las casas baratas de Heliópolis, barrio humilde al final de Reina Mercedes y Lolo, pensativo, no dice nada hasta llegar a casa, soñando despierto con vestir algún día su camiseta verdiblanca en su campo, en el campo del Betis.
(Basado en Hechos reales hace muchos años)
- Papá ¿porqué nosotros somos del Betis?
- No Lolo, nosotros no somos del Betis, nosotros somos Béticos.
El chaval se queda dudando un momento, y pregunta:
- pero papá, es lo mismo, no?
El padre lo mira a sus profundos ojos color caramelo y viendo la incompresión de su hijo, lo coge en brazos y le empieza a explicar mientras, por la Avenida Padre García Tejero se dirigen al estadio Benito Villamarín.
- Veras Lolo, no es lo mismo, ser del Betis quiere decir que perteneces al Betis y ser Bético quiere decir que sientes al Betis y que eres parte de él.
El niño, incomodo, no entiende lo que le dice su padre y le pide que lo baje al suelo.
El padre dándose cuenta que su hijo seguía aún más desorientado, y viendo que llegaban a las paredes del estadio, lo coge por los hombros y lo pone mirando las gradas exteriores del hogar verdiblanco.
- Mira Lolo, ¿qué ves?
- El Campo del Betis, papa.
- Eso es Lolo, el campo del Betis. El campo pertenece al Betis, es una posesión del Betis y nosotros somos Béticos porque el Betis es nuestro, esa es la diferencia.
- ¿Entonces el campo del Betis es nuestro papá?
- Claro, nuestro y de todos los béticos, y los jugadores que ficha el Betis también son nuestros y la ciudad deportiva del Betis, todo es de los béticos porque los béticos somos el Betis. ¿lo entiendes ahora?
- Creo que si papá, pero... ¿entonces los jugadores son del Betis, o son béticos?
- Pues los jugadores que salen de la cantera del Betis son béticos porque desde pequeños soñaron con jugar con el Betis en este campo y ante todos los béticos. Y luego los jugadores que no son de la cantera, hay algunos que se vuelven béticos cuando se enamoran del Betis y de su afición.
- ¿Y los que no se enamoran del Betis, papá?
- Pues esos llegan juegan en el Betis por dinero y se van algún día. Son trabajadores del Betis durante un tiempo y ya está.
Padre e hijo, vuelven el camino andado camino de las casas baratas de Heliópolis, barrio humilde al final de Reina Mercedes y Lolo, pensativo, no dice nada hasta llegar a casa, soñando despierto con vestir algún día su camiseta verdiblanca en su campo, en el campo del Betis.
(Basado en Hechos reales hace muchos años)
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