Hace algo más de dos años, distintos béticos veían que tras tantísima confianza, sí confianza, derrochada en cuanto al consejo de administración, tenían que hacer algo.

Y algo no era mirar para otro lado, patalear sin más o quejarse sin remedio por esos foros de diós.

Decidieron reunirse, mirarse a la cara y emprender un proyecto juntos. Un proyecto que, de partida, se topó con una amenaza de denuncia. Estos béticos, a los que se fueron añadiendo y se siguen añadiendo nuevos béticos, tenían las ideas muy claras. Cuando desde el consejo se dijese algo, confirmarlo. Cómo??? Pues simplemente con trabajo y talento, con mucho trabajo y talento. Así, en estos dos años y poco que la asociación lleva funcionando, por su junta directiva han pasado muchos béticos y todos han aportado. Áreas antes desconocidas o tabú para los béticos se han abierto para que el fútbol no sea la pelotita si entra o no.

Con una actitud muy seria y distante del "pan y circo" acostumbrado, esta asociación se ha plantado incluso con distinto riesgo ante el consejo de administración. Cuando ha tenido que corregirlo (desgraciadamente muchas veces), lo ha hecho. Cuando ha tenido que desenmarañar las cuentas del Betis, lo ha hecho con tal maestría que no se le ha podido decir que mienten, pues no mentían.

Así se nos ha mostrado un Betis con una gestión tan paternalista y personalista que tras la fachada de fondo nueva (ya va para vieja) se escondía un vacío telarañoso y un supuesto lío inmenso de empresas que muchos, después de eso, difícilmente reconocen al Betis.

Prudentes pero contundentes, PNB no ha ido sacando pecho pero sí defendiendo lo que debe defender. Los béticos, en voz alta o mirando de reojo, en su mayoría, han agradecido o se han vuelto hacia ellos cuando las cosas iban rematadamente mal o ligeramente bien, que es como han ido las cosas desde la fundación de PNB. Fue incluso en una asamblea multitudinaria de PNB, que no tiene nada que esconder, cuando béticos que ni siquiera son asociados, se levantaron con una fuerte voz y dijeron que había que salir a la calle.

PNB simplemente escuchó esa voz y sus componentes, al igual que otros cientos de béticos, se pusieron a trabajar para que los béticos se pudiesen expresar, de una vez, con la voz clara y diáfana. Un 15J en el que PNB hizo lo que tenía que hacer, y no era precisamente ponerse en primera fila, pero sí apoyar y ayudar a los béticos, lo que siempre hizo.

Pero por qué tantas reuniones??? Eso para qué sirve??? La del lunes 30 de junio, igual que la mayoría, responde escrupulosamente a la marca PNB dentro del Betis. Informar. Primero a sus socios y a los accionistas que se acogieron en masa a la sindicación que tan buen resultado, gracias a los accionistas, está dando al Betis. Informar de lo que hay y qué se puede hacer. Al igual que escuchar a los béticos asociados, y ayer, a todo el que quiso acercarse a un salón, una vez más, repletísimo de béticos.

Sin nada que esconder difícilmente hay nada que temer. Así han sido estos béticos, puede que sin el "taco" que parece caracterizar al que quiera hacer algo por el Betis. Pero con unas ideas tan diáfanas y sencillas que hasta asustan. Ponerse a trabajar para que, lejos de la manida "oferta", se busquen soluciones y salidas a la actual situación. Y las hay, y PNB las estudia, escucha a sus socios y las plantea. Desde planes de negocio hasta preguntas en las juntas de accionistas. Pero para todo ello hace falta sentarse y trabajar, trabajar no sólo con la idea de hacerlo bien, sino de consensuarlo para que lo que se haga bien no sea flor de un día.

Lejos de circos donde las ofertas son los payasos principales, PNB busca lo mejor para el Betis y apoyará las medidas que se den en ese paso. Se ha remangado hasta tal punto que el mito del busto perfecto ha pasado a mejor vida incluso para los más irreductibles seguidores de la figura de un máximo accionista que no escucha la voz de 65000 béticos. Y eso significa también que el camino es largo. Como se planteó la primera reunión en la mítica SALA Q. No se van a invadir palacios de invierno, pero sí se va a exigir que el que esté al frente del Betis, en calidad de máximo accionista, consejero delegado o consejero a secas, por lo menos trabaje por el bien del Betis. Y sino, habrá un grupo de béticos, numeroso, de todas las edades, que serán a la misma vez testigos y garantes de que se hagan las cosas bien.

La trayectoria está escrita, el momento es todavía más difícil que antes del 15J, la paciencia es una virtud, las ganas vienen del beticismo, el trabajo del tiempo que se quita a las familias. El Betis... El Betis es algo que nos impulsa a todos a seguir siendo un medio más para servirlo y denunciar a los que se sirven.