Fabián Monzón volvió del Betis y quiere un aumento de sueldo de juvenil. Bianchi pretende venderlo.
ARIEL KERTZMAN |
Los 20 partidos le alcanzaron para saltar a la fama. Ganó la medalla dorada en los Juegos de Beijing, mientras se definía su pase al exterior, con cotización de estrella. Lo que era una venta millonaria fue un préstamo al Betis (u$s 1.000.000 por un año), que descendió. De regreso, con 22 años, Fabián Monzón busca el lugar que perdió por irse muy pronto. "No sé que voy a hacer, hay ofertas pero nada me tienta. Vine para quedarme", anuncia. En Boca no están convencidos...
-¿Te arrepentís?
-Un poco sí y un poco no. Se habla de la diferencia de la plata, pero no me hice ni más rico ni más pobre, volví igual que antes.
-¿Te vas a quedar?
-Ellos quieren que lo piense, pero no va a cambiar mi idea. Quiero jugar acá.
-¿Por qué?
-Yo nunca me quise ir. Me dejé llevar por la gente, mi representante... No tenía a nadie acá, ni mis viejos ni mis hermanos para aconsejarme. Yo confié mucho en mi agente, y él me terminó... no cagando, pero buscando su parte. Si me hubiese dado cuenta, me habría ido mejor.
-Te fuiste muy pronto...
-La gente ni me conocía. Ahora quiero triunfar acá. Ese es mi sueño.
Monzón había firmado un contrato como juvenil, pero ahora quiere un aumento. Y aunque Basile lo tuvo en la Selección, en Boca piensan en Clemente Rodríguez y quieren venderlo. Ofertas, dicen, hay de Rusia y Ucrania. El no quiere saber nada.
-¿Hablaste con Bianchi?
-Sí, nunca había hablado con él y tenía ganas de conocerlo. Hablé dos veces y me dijo que ellos no se pueden mover mucho.
-¿Respecto al sueldo?
-Claro, a mí me quedó ese contrato que firmé en su momento, pero yo ya no puedo ganar dos pesos. No pretendo una locura, pero sí para mantener a mi familia, a mis padres. Creo que hice méritos como para cambiar el sueldo.
-Y se viene Basile...
-Sí, ojalá que me pueda quedar. Tengo un gran recuerdo de él, me convocó a la Selección siendo muy joven y le voy a estar eternamente agradecido.
ARIEL KERTZMAN |
Los 20 partidos le alcanzaron para saltar a la fama. Ganó la medalla dorada en los Juegos de Beijing, mientras se definía su pase al exterior, con cotización de estrella. Lo que era una venta millonaria fue un préstamo al Betis (u$s 1.000.000 por un año), que descendió. De regreso, con 22 años, Fabián Monzón busca el lugar que perdió por irse muy pronto. "No sé que voy a hacer, hay ofertas pero nada me tienta. Vine para quedarme", anuncia. En Boca no están convencidos...
-¿Te arrepentís?
-Un poco sí y un poco no. Se habla de la diferencia de la plata, pero no me hice ni más rico ni más pobre, volví igual que antes.
-¿Te vas a quedar?
-Ellos quieren que lo piense, pero no va a cambiar mi idea. Quiero jugar acá.
-¿Por qué?
-Yo nunca me quise ir. Me dejé llevar por la gente, mi representante... No tenía a nadie acá, ni mis viejos ni mis hermanos para aconsejarme. Yo confié mucho en mi agente, y él me terminó... no cagando, pero buscando su parte. Si me hubiese dado cuenta, me habría ido mejor.
-Te fuiste muy pronto...
-La gente ni me conocía. Ahora quiero triunfar acá. Ese es mi sueño.
Monzón había firmado un contrato como juvenil, pero ahora quiere un aumento. Y aunque Basile lo tuvo en la Selección, en Boca piensan en Clemente Rodríguez y quieren venderlo. Ofertas, dicen, hay de Rusia y Ucrania. El no quiere saber nada.
-¿Hablaste con Bianchi?
-Sí, nunca había hablado con él y tenía ganas de conocerlo. Hablé dos veces y me dijo que ellos no se pueden mover mucho.
-¿Respecto al sueldo?
-Claro, a mí me quedó ese contrato que firmé en su momento, pero yo ya no puedo ganar dos pesos. No pretendo una locura, pero sí para mantener a mi familia, a mis padres. Creo que hice méritos como para cambiar el sueldo.
-Y se viene Basile...
-Sí, ojalá que me pueda quedar. Tengo un gran recuerdo de él, me convocó a la Selección siendo muy joven y le voy a estar eternamente agradecido.
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