D. Pascual Aparicio García, propietario de una Agencia de Aduanas situada en el Paseo de Colón Nº12, fue vicepresidente del Real Betis durante la Campaña 1946-47, bajo el mandato de D. Manuel Romero Puerto. Tras el descenso a Tercera División, accedió a la presidencia. Aparicio costeó de su bolsillo más de un millón de pesetas de la época, al límite de sus posibilidades, y sin pedirle nada al Club jamás.
Una carta que incluía la firma de 72 socios, publicada el 6 de agosto de 1951 por la prensa sevillana, pedía la responsabilidad de Presidente bético por la deuda económica acumulada, así como del fracaso deportivo durante su gestión. El Club no lograba salir de la Tercera División.
4 días después, el 10 de agosto, se publica una nueva misiva en los diarios, escrita ésta por el socio D.Antonio Romero López. Esta vez se cita la derrota en Alicante (jornada anterior a la del At.Baleares,3;R.Betis,2 mencionado antes), de la que se culpaba directamente a Pascual Aparicio, debido a que algunos jugadores acusaron cierto cansacio porque dos días antes se jugó un amistoso ante el CD Mestalla en Heliópolis (4-0).
Al día siguiente, se publican nuevas cartas de otros aficionados y socios, como la de D.Alfonso Cárdenas Py, en la que se insta a la estabilidad y cordialidad entre todos, "por el respeto, la fama y el prestigio histórico del Club".
El 12 de agosto de 1951, la carta del socio D.Antonio Márquez Dorantes, a modo de respuesta a los opositores de Aparicio, da a entender que el susodicho amistoso jugado contra el Mestalla, fue organizado por alguien ajeno a la Presidencia del Club.
El 9 de septiembre de 1951, se inicia el Campeonato liguero. El Betis empata a uno en Tánger, ante el UD España de dicha localidad.
Una semana después, el 16 de septiembre, el Betis cae estrepitosamente derrotado ante el CD Almería por 1 gol a 3. Se producen protestas y discusiones entre aficionados y directivos del Club, durante y después del partido. Según D. Alfonso Jaramillo, “Pascual presentó su dimisión en el mismo Palco”
El miércoles 19 de septiembre, la prensa anuncia una reunión o asamblea para el día siguiente, de toda la Junta Directiva del Real Betis Balompié.
Por fin, el jueves 20 de septiembre, se produce la dimisión de carácter irrevocable de toda la Junta Directiva Verdiblanca, junto a Pascual Aparicio a la cabeza de la misma.
Sin embargo, la inmensa figura de D. Pascual Aparicio se mantuvo siempre presente en el ámbito cercano al mundillo del Club, ya que fue elegido Presidente de Honor en tiempos de D. Benito Villamarín, así como presidente consultivo en directivas anteriores, o miembro activo de la famosa "Tertulia Bética".
Hombre de gran corazón, que incluso llegó a colocar al ex jugador Peral como chofer particular, acompañándolo incluso en su lecho de muerte. Según D. Alfonso Jaramillo "Pascual lo dio todo por el Club, puso todo su dinero y jamás cobró un duro. Presentó su dimisión porque era un hombre de Verguenza y Bético de verdad". Eso lo dice todo.
La Temporada 1965-1966 transcurre por unos derroteros negativos, ya que la ausencia de Don Benito Villamarín debido a sus viajes a Boston, para tratar su enfermedad, se harían muy frecuentes y las decisiones cara a la gobernabilidad se hacían más difíciles. Llegado el momento, el Gallego presentó la dimisión, dirigiéndose a la Afición en una carta (muy publicada en otras web´s), pues la lucha contra el cáncer era su principal razón de ser.
Sin extendernos más en la materia, creemos que el aficionado verdiblanco debería ahondar un poco más en intentar conocer la realidad diferencial entre ambos clubes (Betis-Sevilla), tanto económica como deportiva que aumentó la igualdad (o ligera superioridad bética) existente, dejada en el período de 1936, en el que a partir de aquí se acentuó en beneficio sevillista, y que en el plazo de casi una década, Don Benito Villamarín volvió a recuperar. Persona educada, respetuosa (jamás apareció polémica insulsa o descalificatoria en ningún rotativo) y sobre todo: de palabra. Nunca faltó a la verdad y se entregó siempre a disposición de la afición, baste para ello recordar los días primeros al traspaso de Del Sol al Madrid, cuando "se puso a disposición de las peñas, diciendo que se marchaba si era preciso" (Historia del Real Betis Balompié BEA, 1981, Manolo Rodríguez.
Carta de despedida a la Junta Directiva:
" "Mis queridos compañeros y amigos: Esta carta va dirigida a vosotros en particular, como representación oficial y legítima del Real Betis Balompié y, a través de vosotros, a la gran afición blanquiverde en general. He de ausentarme y permanecer fuera de España por razones familiares y de salud por un período de tiempo que, contra mi voluntad, no puede ser corto. Ello ocurre en momentos difíciles para el club, que yo hubiera querido ver superados antes de partir. Dios no lo ha querido y heme aquí forzado a alejarme en momentos en que la nave del Betis necesita más que nunca de las energías y esperanzas de un buen timonel. Es por ello que, dolliéndome en el alma, me veo en la necesidad de considerar las posibilidades de mi sustitución en la ilusión de que se halle al hombre que sepa continuar una empresa que hace unos años acometimos con denuedo y con suerte, en servicio de la línea ascendente y triunfal de nuestro equipo ha venido sirviendo en tantos años de luchas y victorias. Para posibilitarlo pongo en vuestras manos el cargo con el que la afición bética me ha venido honrando en una larga y gloriosa etapa, en la que los colores del Betis ondearon al viento de los triunfos por todos los estadios de primera magnitud. Y al hacerlo sabed que dejo en la decisión las desgarraduras de una separación que siento con la misma hondura que sentí siempre mi vinculación responsable con el Betis, en cuya dirección puse todo lo que podía dar y en la que encontré siempre el aliento de una afición dignísima y fervorosa, a cuya fidelidad tengo siempre que rendir las armas de mi afecto y devoción incondicionales. Dimito, pues, de una misión en la que es conveniente insuflar el aire ilusionado de la renovación. Pero en modo alguno ello representa mi retirada de la pasión deportiva, que hizo del Betis una bandera inenarrable de sevillanismo y de entusiasmo. Bajo ella seguiré siempre fiel a los ideales béticos, dispuesto a servirles donde el Betis me quiera y como quiera. Para vosotros, y en vosotros, para todos los béticos. Un abrazo. Firmado: BENITO VILLAMARÍN PRIETO. Presidente del Real Betis Balompié.
(La carta fue publicada en la "Historia del Real Betis Balompié" de Bibliotecas Ediciones Andaluzas; y en el fascículo nº 5-página nº 73-"Marca" coleccionable:La historia de un club con tradición, "Sentimiento Verdiblanco", Real Betis Balompié.
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Sólo tienen que comparar, tanto al que de momento sigue, como a los que aún lo defienden....
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