No es lo mas urgente en este momento, hay cosas mucho mas importantes que cambiar y modificar e incluso crear, pero si tarde o temprano habra que cambiarle el nombre al estadio, es una verguenza que lleve el nombre de un ***********...
estoy de acuerdo que no es lo más urgente, pero tambien es la decisión más fácil de tomar.así que ¿por qué dejar para mañana lo que puedes hacer hoy?
Respuesta: Por dignidad ¿Hay que quitarle el nombre al estadio?
El cambio del nombre del Estadio (con mayúscula, que territorio sagrado) puede que no sea lo más importante para algunos, pero creo que como símbolo de libertad debería ser la primera medida de la nueva Junta. Y me da igual que se llame Nuevo Heliópolis, que vuelva a llamarse Benito Villamarín o que le pongamos Lorenzo Serra Ferrer, o Rafael Gordillo, o Estadio Pelusa97...el caso es quitar esas letras que mancillan nuestro Templo y que me avergüenzan cada vez que cruzo la Palmera...
El cambio del nombre del Estadio (con mayúscula, que territorio sagrado) puede que no sea lo más importante para algunos, pero creo que como símbolo de libertad debería ser la primera medida de la nueva Junta. Y me da igual que se llame Nuevo Heliópolis, que vuelva a llamarse Benito Villamarín o que le pongamos Lorenzo Serra Ferrer, o Rafael Gordillo, o Estadio Pelusa97...el caso es quitar esas letras que mancillan nuestro Templo y que me avergüenzan cada vez que cruzo la Palmera...
Totalmente de acuerdo , se me saltan las lágrimas solo de pensar que nosotros los béticos podamos hacer algo democraticamente , como por ejemplo eliminar todo recuerdo del dictador.
Hay que quitarle el nombre, en el minuto uno. No se merece que nada tenga su nombre.
Discrepo. El nombre del estadio es ahora mismo secundario. Lo primero es devolverle al Beticismo la dignidad robada. Esclarecer toda la documentación e informar a los beticos de lo sucedido estos años. LAVAR LA IMAGEN EN ESPAÑA DEL BETIS.
Respuesta: Por dignidad ¿Hay que quitarle el nombre al estadio?
Pero es que ahora estoy pensando, no sé por qué, cómo puede haber alguien tan rematadamente retrasado como para ponerle su nombre a algo. Y más a un estadio. Sigue siendo surrealista una década después. Viva el Estadio de Heliópolis.
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