EL TIEMPO DE LOPERA PASO HACE TIEMPO
Artículos de Alfredo RelañoAlfredo Relaño | 31/05/2009
La tremenda tarde del descenso acabó con el Betis en Segunda. Alternativamente estuvieron descendidos otros, y ninguno se sintió plenamente seguro hasta el final, pero el tremendo mazazo descendió sobre un Ruiz de Lopera atónito, donde no se esperaba tal cosa. El Ruiz de Lopera, ese campo extraño que en su mitad reciente es un modelo de arquitectura deportiva de vanguardia y en su otra mitad es un recuerdo de los tiempos en que Kubala trajo su inverosímil golpeo de balón a nuestro fútbol. Perfecta metáfora del periodo de Lopera, de pretensiones de grandeza que resultaron fallidas.
No es cosa de hacer leña del árbol caído, pero sí es día para recordar que hace tiempo que Lopera se quedó sin soluciones. Su aparición prometedora queda lejos, como quedan lejos aquella final de Copa ante el Barça de Figo, o la participación en la Champions. El empuje no es el mismo, las ideas no se renuevan, la fe que concita no es la misma, su tiempo ya no es éste. Pero es el dueño y tiene derecho a seguir manejando su empresa, o a no venderla sino a quien le plazca y por el precio que le plazca. Por mucho que el club aún sea un depósito de sentimiento colectivo, también es la empresa de un señor.
Hubiera bastado un gol más del Madrid (que ayer apuró el cáliz en Pamplona, en beneficio de Camacho), o un gol más del Racing ante el Getafe, o un gol más del Recre en Gijón, o un gol más de sus propios blanquiverdísimos colores para salvarse. Jugó sus fichas hasta el último instante en cuatro tapetes verdes, y en los cuatro perdió. Y muchos lo sentimos, porque el Betis es un poco de todos ('viva er Beti manque pierda') salvo quizá de los sevillistas, o quizá incluso de ellos. Mala suerte el último día, sí. Pero no se baja el último día. Se baja por 38 jornadas. Pero el día que se baja se empieza a subir.
POR FIN, SE VAN DICIENDO VERDADES SOBRE EL PERSONAJE ESTE EN LOS PERIODICOS IMPORTANTES, AHORA EL QUE SE MOJA ES RELAÑO
Artículos de Alfredo RelañoAlfredo Relaño | 31/05/2009
La tremenda tarde del descenso acabó con el Betis en Segunda. Alternativamente estuvieron descendidos otros, y ninguno se sintió plenamente seguro hasta el final, pero el tremendo mazazo descendió sobre un Ruiz de Lopera atónito, donde no se esperaba tal cosa. El Ruiz de Lopera, ese campo extraño que en su mitad reciente es un modelo de arquitectura deportiva de vanguardia y en su otra mitad es un recuerdo de los tiempos en que Kubala trajo su inverosímil golpeo de balón a nuestro fútbol. Perfecta metáfora del periodo de Lopera, de pretensiones de grandeza que resultaron fallidas.
No es cosa de hacer leña del árbol caído, pero sí es día para recordar que hace tiempo que Lopera se quedó sin soluciones. Su aparición prometedora queda lejos, como quedan lejos aquella final de Copa ante el Barça de Figo, o la participación en la Champions. El empuje no es el mismo, las ideas no se renuevan, la fe que concita no es la misma, su tiempo ya no es éste. Pero es el dueño y tiene derecho a seguir manejando su empresa, o a no venderla sino a quien le plazca y por el precio que le plazca. Por mucho que el club aún sea un depósito de sentimiento colectivo, también es la empresa de un señor.
Hubiera bastado un gol más del Madrid (que ayer apuró el cáliz en Pamplona, en beneficio de Camacho), o un gol más del Racing ante el Getafe, o un gol más del Recre en Gijón, o un gol más de sus propios blanquiverdísimos colores para salvarse. Jugó sus fichas hasta el último instante en cuatro tapetes verdes, y en los cuatro perdió. Y muchos lo sentimos, porque el Betis es un poco de todos ('viva er Beti manque pierda') salvo quizá de los sevillistas, o quizá incluso de ellos. Mala suerte el último día, sí. Pero no se baja el último día. Se baja por 38 jornadas. Pero el día que se baja se empieza a subir.
POR FIN, SE VAN DICIENDO VERDADES SOBRE EL PERSONAJE ESTE EN LOS PERIODICOS IMPORTANTES, AHORA EL QUE SE MOJA ES RELAÑO
Comentario