Llevo tiempo dándole vueltas en la cabeza a una idea que, dentro de las posibilidades que tenemos como aficionados, hagan justicia con lo que los ínclitos del consejo de administración del Betis (farusa balompie o como se llame esto), han hecho de nuestro club.

Partiendo de la base que el Betis no es lo que era -y no porque esté en segunda- la afición no es lo que era, en estos 17 años no hemos tenido nada de ese espíritu crítico constructivo con el que se gesta la leyenda de nuestro BETIS, y como tal debemos asumir nuestro porcentaje de culpa en lo que hoy día es el BETIS.

Tengamos en cuenta también que por un hecho meramente biolígico, Lopera dejará de ser dueño del Betis algún día (mañana es mucho tardar en mi opinión). Debemos hacer algo para que cuando pasen 50 años, dentro de los cuales sin duda que el Betis seguirá vivo, NUESTRO BETIS VIVIRÁ SIEMPRE, las generaciones venideras tengan una leve idea de lo que han significado ciertos nombres para nuestra entidad.

Propongo por tanto que hagamos un inventario de las personas que le han quitado al BETIS su esencia, que le han humillado, que le han abandonado, que le han vendido. Con el objetivo de declararlas "PERSONA NON GRATA". A mi juicio se merecen este apelativo los siguientes seres vivos (me niego a llamar persona a alguien que presuma de bético y, estando en su mano, no haga nada por el bien del Betis);
- Manuel Ruiz de Lopera
- Manolo Castaño
- Gregorio Conejo
- Ángel Martín
- Carlos Cariño
- Ivan Larriba
- Manolo Momparlet
- Pepe León

Empiezo por aquí y os pido compañeros en la decepción, que me echeis una mano para completar la lista.
Os ruego que no pongais el nombre de ningún futbolista, recordad que ellos (por malos que sean) son el fruto de tener un club desestructutado y sin profesionales en ninguna parcela, los que han venido lo han hecho porque los han llamado y les han pagado por venir.

Propongo también que los próximos propietarios del Betis, ojalá los tenga pronto, sean béticos y tengan la formación que el BETIS merece, dejen al busto de Lopera en la sala de trofeos del Betis, pero lo hagan dejándolo de un modo curioso. Boca abajo y hundido hasta el cuello en un bloque de hormigón del que nunca pueda salir y con una leyenda que aclare el porque está así, para que cualquier niño que dentro de 50 ó 60 años entre en la sala de trofeos sepa que la afición del Betis no olvida a sus traidores.
Además el nombre del campo debe vover a llamarse BENITO VILLAMARÍN, nombre que nunca debió de dejar de tener.

Espero que mi idea os guste y espero que completeis la lista.

MUCHAS GRACIAS Y VIVA ER BETI LIBRE DE LADRONES Y ENCUBRIDORES