http://www.betisweb.com/poker/?p=210
Apenas quedan 5 días, en el momento que escribo esto, para el desenlace. Aproximadamente 100 horas que pasan lentas para conocer el final de algo que se inició allá por finales de agosto, pero que tiene su historia y sus causas 4 años antes, quizá 17.
Y el bético de todos los fines de semana, ese que no puede resistir hablar de su equipo (maldecirle en muchas ocasiones), morirse de ilusión por alentarlo allá donde vaya, que se queda embobado contemplando el escudo de las 13 barras o que siente la imperiosa necesidad de conocer su día a día, ese bético, se presenta ante un difícil dilema: ¿Se merece este Betis desganado, maltratado y humillado nuestro apoyo? No. Pero ahí estaremos, hasta el final.
Yo, como una de las decenas de miles de sufridoras verdiblancas natas, llevo contemplando las últimas semanas con absoluta desgana un equipo que se ha metido él solito, por méritos propios, donde está. Como el niño al que le repites una y otra vez que no se exponga a determinada situación que consideras peligrosa, y acaba en ella para colmo de desesperación para tus nervios y paciencia.
Ahí está. A un solo puntito del descenso, disputándose un puesto que nadie quiere con otros cuatro equipos. Ahí estamos nosotros. Protestando por el poco honor de esta plantilla, la inexistente verguenza de la directiva y los abusivos precios impuestos para ver a nuestro Betis cuanto mas lo necesita.
Problemas del corazón. Así titulo esta entrada porque nos presentamos ante un grave dilema. Nuestra razón nos dice que otros equipos con mucha menos calidad trabajan como nadie por intentar conseguir un puesto en una de las dos ligas más competitivas del mundo, mientras que el nuestro se ha relajado para no conseguir victorias y navegar sin rumbo alguno. Nuestro corazón se obceca en ver tan sólo a ese equipo de alegrías y derrotas, de alegría y tristeza, de grandeza y humildad, engalanado de verde y blanco, que nos ha acompañado y al que hemos seguido por todo este camino, del que sólo la muerte nos separará.
Problemas del corazón porque, este equipo, sin ese sufrimiento perpetuo, ese encogimiento de estómago, los nervios a flor de piel, no se podrían dar en ningún otro equipo. Porque sufriremos, sufriremos este domingo, y aunque no se lo merezca, ahí estaremos para apoyarle y llevarle a alcanzar de nuevo la permanencia. Porque este equipo nos necesita al igual que nosotros le necesitamos a él. Como siempre. Como nunca.
Real Betis Balompié, te apoyaremos como nunca porque te queremos como siempre. Viva el Betis Manquepierda, frase perdida y olvidada por el paso de las mendicidaes…
Desde 1907 y hasta siempre, contigo.
Y ahora, que se repartan suerte y desfibriladores en el Benito Villamarín. (Y que el fantasma del descenso pase lejos de nuestro corazón verdiblanco y mi ciudad).
PD: Gracias por leerlo.
HaushinKa.
Apenas quedan 5 días, en el momento que escribo esto, para el desenlace. Aproximadamente 100 horas que pasan lentas para conocer el final de algo que se inició allá por finales de agosto, pero que tiene su historia y sus causas 4 años antes, quizá 17.
Y el bético de todos los fines de semana, ese que no puede resistir hablar de su equipo (maldecirle en muchas ocasiones), morirse de ilusión por alentarlo allá donde vaya, que se queda embobado contemplando el escudo de las 13 barras o que siente la imperiosa necesidad de conocer su día a día, ese bético, se presenta ante un difícil dilema: ¿Se merece este Betis desganado, maltratado y humillado nuestro apoyo? No. Pero ahí estaremos, hasta el final.
Yo, como una de las decenas de miles de sufridoras verdiblancas natas, llevo contemplando las últimas semanas con absoluta desgana un equipo que se ha metido él solito, por méritos propios, donde está. Como el niño al que le repites una y otra vez que no se exponga a determinada situación que consideras peligrosa, y acaba en ella para colmo de desesperación para tus nervios y paciencia.
Ahí está. A un solo puntito del descenso, disputándose un puesto que nadie quiere con otros cuatro equipos. Ahí estamos nosotros. Protestando por el poco honor de esta plantilla, la inexistente verguenza de la directiva y los abusivos precios impuestos para ver a nuestro Betis cuanto mas lo necesita.
Problemas del corazón. Así titulo esta entrada porque nos presentamos ante un grave dilema. Nuestra razón nos dice que otros equipos con mucha menos calidad trabajan como nadie por intentar conseguir un puesto en una de las dos ligas más competitivas del mundo, mientras que el nuestro se ha relajado para no conseguir victorias y navegar sin rumbo alguno. Nuestro corazón se obceca en ver tan sólo a ese equipo de alegrías y derrotas, de alegría y tristeza, de grandeza y humildad, engalanado de verde y blanco, que nos ha acompañado y al que hemos seguido por todo este camino, del que sólo la muerte nos separará.
Problemas del corazón porque, este equipo, sin ese sufrimiento perpetuo, ese encogimiento de estómago, los nervios a flor de piel, no se podrían dar en ningún otro equipo. Porque sufriremos, sufriremos este domingo, y aunque no se lo merezca, ahí estaremos para apoyarle y llevarle a alcanzar de nuevo la permanencia. Porque este equipo nos necesita al igual que nosotros le necesitamos a él. Como siempre. Como nunca.
Real Betis Balompié, te apoyaremos como nunca porque te queremos como siempre. Viva el Betis Manquepierda, frase perdida y olvidada por el paso de las mendicidaes…
Desde 1907 y hasta siempre, contigo.
Y ahora, que se repartan suerte y desfibriladores en el Benito Villamarín. (Y que el fantasma del descenso pase lejos de nuestro corazón verdiblanco y mi ciudad).
PD: Gracias por leerlo.
HaushinKa.
Comentario