Por números, por economía, por conciencia y moral voy a proponer un imposible, el último gran sacrificio a los miembros del consejo de administración, mayoritario incluido.
Un sacrificio más allá de su beticismo, les propongo que convoquen a todos los béticos posibles para el último partido de liga. Los convoquen y anuncien al mismo tiempo que esta época ha acabado. Llamen a los béticos y anuncien que se acabó, pero que los necesitan el último partido. Pongan su dimisión al mismo tiempo que ponen su beticismo por delante, es un sacrificio que, de verdad, sabrían reconocer todos los béticos. Eso sería llamar a la unión, a tantos y tantos béticos "desterrados". Y ese último partido de liga sería una comunión bética en post de nuestro desangelado destino.
Hagan eso y el beticismo les sabrá reconocer el sacrificio, de arriba a abajo, no han respondido en un periodo que va más allá de una simple mala temporada, y que no han respondido a hacer del beticismo algo mejor, sino que lo han sumido en un período muy negativo.
Por eso los invito a realizar ese sacrificio, a que todas las personas que han compuesto el consejo de administración dimitan, a que los que suenan como más de lo mismo se postulen negativamente al puesto, a que el responsable de comunicación abandone y al mismo tiempo convoquen al beticismo a un último partido que salgamos a ganar.
Pueden estar seguros que los béticos, ante tan grande comunicado, serán conscientes de su responsabilidad bética y animarán como nunca lo han hecho, serán conscientes del momentos histórico y sacarán de los armarios hasta las bufandas más ajadas pero verdiblancas para voltearlas contra el Valladolid.
Es el beticismo un cúmulo de sacrificios continuos, sean ustedes parte de ese sacrificio dando el paso más grande que debieron dar pero que aún están a tiempo. Un paso que despertaría al beticismo, al de todos e incluso al suyo.
Un sacrificio más allá de su beticismo, les propongo que convoquen a todos los béticos posibles para el último partido de liga. Los convoquen y anuncien al mismo tiempo que esta época ha acabado. Llamen a los béticos y anuncien que se acabó, pero que los necesitan el último partido. Pongan su dimisión al mismo tiempo que ponen su beticismo por delante, es un sacrificio que, de verdad, sabrían reconocer todos los béticos. Eso sería llamar a la unión, a tantos y tantos béticos "desterrados". Y ese último partido de liga sería una comunión bética en post de nuestro desangelado destino.
Hagan eso y el beticismo les sabrá reconocer el sacrificio, de arriba a abajo, no han respondido en un periodo que va más allá de una simple mala temporada, y que no han respondido a hacer del beticismo algo mejor, sino que lo han sumido en un período muy negativo.
Por eso los invito a realizar ese sacrificio, a que todas las personas que han compuesto el consejo de administración dimitan, a que los que suenan como más de lo mismo se postulen negativamente al puesto, a que el responsable de comunicación abandone y al mismo tiempo convoquen al beticismo a un último partido que salgamos a ganar.
Pueden estar seguros que los béticos, ante tan grande comunicado, serán conscientes de su responsabilidad bética y animarán como nunca lo han hecho, serán conscientes del momentos histórico y sacarán de los armarios hasta las bufandas más ajadas pero verdiblancas para voltearlas contra el Valladolid.
Es el beticismo un cúmulo de sacrificios continuos, sean ustedes parte de ese sacrificio dando el paso más grande que debieron dar pero que aún están a tiempo. Un paso que despertaría al beticismo, al de todos e incluso al suyo.
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