Ofú qué partido éste...

Empezamos con un gol en contra, jugada ensayada que cuesta que salga y parecemos más un sparring que un equipo que defiende. Ofú, qué mal empieza esto. Estoy en casa de mi suegro, convencido de que si ve el partido con alguien gana el Betis. Y ahí estamos viendo cómo el Racing, qué flojito, nos gana uno a cero. Menos mal que en un arranque de encontronazos y rechaces (esta vez se nos pegó el balón a Emana) empatamos el partido.

De nuevo mordiendo el cojín, de nuevo agarrando lo que hubiese al lado para calmar los nervios... de nuevo, Zigic. Qué gol más insulso, es que no había nadie en el poste donde entró llorando el balón? Cagontó, 2-1 y de nuevo buscando el cojín... Ufffff, y ahora qué...??? Pues ahora un carrerón de Mark González y definición de libro del de siempre, del que hace no mucho tiempo hizo dos goles que nos dejaron en primera. Una banda viva, tan viva como muerta estaba la otra, donde uno que tenía que hacer algo no hizo nada.

Pero de nuevo 2-2, de nuevo el Betis empatado. Parece que un punto es bueno para los dos a tenor de cómo van el resto de partidos. En el intermedio la llamada de cada partido, la de mi cuñado desde cualquier rincón de Europa, y digo bien, de Europa, preguntando por su Betis. Padre, cómo va eso...??? Pues acaban de echar al portero del Racing, esto pinta bien... Te llamo al final del partido. A todo esto, habría que darle un reconocimiento a Oriol, vaya partido malo el suyo. Pobre, pero qué bien poder encontrarse a un defensa así de vez en cuando.

Y llegó el 2-3, otra jugada de potencia de Emaná, no es que fuese una maravilla técnica, como el primero, pero lo importante es que entre y entró.

Mientras tanto un par de datos curiosos, el primero es el cambio de Odonkor fue en el minuto 12, algo a lo que esta temporada no estábamos muy acostumbrados. El segundo dato curioso es que los cambios parecieron que respondían a las necesidades del equipo, O que coincidían con lo que yo pensaba, ya se sabe que todos tenemos un entrenador dentro.

Pero hasta el final no hubo descanso, el Zigic ese tiene de buen futbolista lo que tiene de grande. Y mira que es grande. Menos mal que se le acabaron los cabezazos, los simples y los directos. Aunque hasta el pitido final pareció que podía llegar el empate, esta vez no. Será lo de entrenado nuevo, victoria segura, será lo que sea, bueno o malo, pero hemos ganado y son tres puntos más.

Ahora sólo me vale eso...

Contento y pa casa, mientras cojo el casco y abro la puerta, mi suegro llama a mi cuñado alborozado... Hoy hemos ganado, hemos ganado... y mi suegro no ha visto al Betis solo.