Las estadísticas acompañan ahora a las sensaciones y Paco Chaparro debe temer por su puesto si no consigue una victoria el domingo ante el Osasuna. Los números indican que el crédito del trianero está prácticamente agotado ya que el parcial de 11 puntos cosechados de los últimos 42 posibles ha dejado al cuadro bético a dos puestos y tres puntos del descenso en la jornada 26, una situación peor que la de la pasada campaña y con registros goleadores en contra muy negativos. El Betis es el tercer equipo más goleado de la categoría con 43 tantos en contra, sólo superado por Sporting (55) y Numancia (50), y lleva toda una vuelta sin dejar su portería a cero. La última vez fue en la jornada octava, precisamente ante el Osasuna, el rival de este domingo. Si el conjunto navarro marca, el Betis de Chaparro igualará el peor registro de la historia en este sentido, hasta ahora en posesión del equipo de la 64-65, con 19 jornadas seguidas, según se puede leer en ABC de Sevilla.

Además, no gana en casa desde noviembre ante el Racing y sólo lo ha hecho dos veces este año. Si el duelo ante el Osasuna no acaba en victoria bética, sería la segunda peor marca histórica del club, sólo superada por el equipo de la 90-91, que descendió entre otras cosas por estar ocho partidos seguidos sin aprovechar el factor campo. Ahora lleva seis (Español, Athletic, Málaga, Getafe, Barcelona y Villarreal). También incide en las sensaciones negativas las remontadas sufridas en los últimos tiempos. No supo mantener rentas importantes el equipo bético ante Getafe (2-0 hasta el minuto 63) y Barcelona (2-0 hasta el 35), pero la más grave fue el domingo ante el Mallorca (0-3 en el 70). A todo ello se le une que los de Chaparro cuentan con cuatro puntos menos que la temporada pasada a estas alturas y están cinco puestos por debajo de entonces.

Otro punto a examen es la incidencia del técnico en los partidos. Su poco acierto en los cambios es una tónica habitual y un asunto de debate, pero su pasividad en Mallorca con el aluvión local le ha restado gran parte del crédito que conservaba. Fue aconsejado por sus ayudantes para dar entrada a Nelson y reforzar el lateral diestro por los problemas que le estaba dando Jurado a Damiá, que tenía una amarilla, pero sólo accedió a hacer la sustitución tras el 3-3. No es la primera vez que sus sustituciones o la falta de las mismas son polémicas, puesto que tardó mucho en reaccionar en casa ante el Getafe dejando a Contra libre por la derecha, al quitar a Mark González en Villarreal para reservarlo y que luego se lesionara con su selección, o sustituyendo a Monzón por Babic ante el Madrid. Hasta ha tenido problemas en este apartado con los futbolistas, como sucedió con Xisco.

La afonía que padece el trianero —que por cierto no le impidió hablar por teléfono antes de regresar a Sevilla desde Palma y dar la charla a sus futbolistas en el vestuario y en el entrenamiento de ayer— hizo que no se conozca públicamente la opinión de Chaparro sobre lo sucedido en el Ono Estadi. Sí le ha faltado casi siempre autocrítica al trianero y seguramente en estos días su discurso no sería una excepción.
En el viaje de regreso los futbolistas, también con gran parte de responsabilidad en lo sucedido, apenas querían hablar. Sólo lo hizo Mehmet Aurelio y tampoco ofreció nada nuevo: «Nunca me había pasado algo parecido. Hicimos un gran partido en la primera parte y estaba todo controlado pero es difícil de explicar lo que pasó. Ahora hay que mirar al futuro».

El locutor balear y las caras en el autobús

Es habitual que en el autobús del Betis se escuche la radio cuando van camino del aeropuerto tras los partidos. En Palma sintonizaron una emisora local que estaba analizando el choque. El locutor de turno daba su visión de la remontada balear: «Hay que darle las gracias a Chaparro por este empate. Ahí estaba con los guantes puestos y sin reaccionar». Y las caras de los futbolistas lo decían todo.

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