El máximo accionista no tiene previsto destituir a Chaparro, aun perdiendo ante al Villarreal, salvo que lo solicitase la grada
Aunque suenan tambores de guerra en el Betis si el equipo cayese derrotado el próximo domingo frente al Villarreal, en el entorno de Manuel Ruiz de Lopera se aguarda con más tranquilidad de la aparente una cita en la que, en principio, Paco Chaparro no se jugaría su puesto como entrenador pese a las reiteradas ocasiones en que ha sido puesto en la picota la presente temporada.
Fuentes muy próximas al máximo accionista han confirmado a este diario que la idea de éste es finalizar el presente curso con el trianero en el puente de mando y contratar a un nuevo técnico para la próxima temporada salvo que aquél dejase al equipo clasificado entre los nueve primeros, ya que en ese caso su renovación es automática por contrato y se vería obligado a indemnizarlo de no contar con él.
Sea como fuere, Lopera, a través de su director deportivo, Manuel Momparlet, y por su cuenta ha contactado con varios técnicos por si se viese obligado a prescindir de Chaparro, pero se ha encontrado con que tanto Víctor Fernández como Fernando Vázquez, con los que dialoga regularmente, no están muy dispuestos a hacerse cargo del Betis en estos momentos, del mismo modo que Pepe Mel, quien hace unas semanas, al ser contactado antes del derbi, le espetó que lo llamase en junio para comenzar un proyecto, ya que es el segundo año consecutivo en el que contacta con la liga en curso.
Así, ante la falta de alternativas y la escasa creencia en que un cambio de entrenador cambiaría la dinámica del equipo, Lopera ha llegado a la conclusión de que Chaparro continuará a no ser que se viera obligado a destituirlo y que, en ese caso, su sustituto, de forma provisional o hasta el final del curso, sería Josep María Mogués, entrenador del Betis B.
Igualmente, el máximo accionista ha comentado entre su gente de confianza que esa espoleta que daría paso a las hostilidades sólo podría llegar de la grada de Heliópolis. Si los aficionados, habitualmente partidarios de Chaparro en su mayoría, solicitasen a coro su destitución tras un partido en casa, o lo despidiesen con gritos y abucheos, Lopera le concedería su deseo de forma inmediata, toda vez que la afición, en su día, fue pieza clave para la renovación del trianero.
Así, el ambiente que registre el estadio antes del partido, que cierra la jornada (21:00) puede ser fundamental y mucho tendrá que ver lo que hagan horas antes el Mallorca en Gijón y Osasuna en Santander. Si ambos ganan, sólo en ese caso, el Betis comenzaría su partido frente al Villarreal en puesto de descenso, lógicamente si no se tiene en cuenta el punto que le otorga el 0-0 inicial.
En ésas, aunque el técnico y los futbolistas necesitarán más aún el apoyo de la grada, ya dijo Juanito el miércoles que, tras la goleada del Bernabéu, será el equipo quien tenga que animar a la afición y no al revés. Una afición que, más que nunca, puede ser clave en el futuro inmediato de su equipo.
DiardioDeSevilla
Aunque suenan tambores de guerra en el Betis si el equipo cayese derrotado el próximo domingo frente al Villarreal, en el entorno de Manuel Ruiz de Lopera se aguarda con más tranquilidad de la aparente una cita en la que, en principio, Paco Chaparro no se jugaría su puesto como entrenador pese a las reiteradas ocasiones en que ha sido puesto en la picota la presente temporada.
Fuentes muy próximas al máximo accionista han confirmado a este diario que la idea de éste es finalizar el presente curso con el trianero en el puente de mando y contratar a un nuevo técnico para la próxima temporada salvo que aquél dejase al equipo clasificado entre los nueve primeros, ya que en ese caso su renovación es automática por contrato y se vería obligado a indemnizarlo de no contar con él.
Sea como fuere, Lopera, a través de su director deportivo, Manuel Momparlet, y por su cuenta ha contactado con varios técnicos por si se viese obligado a prescindir de Chaparro, pero se ha encontrado con que tanto Víctor Fernández como Fernando Vázquez, con los que dialoga regularmente, no están muy dispuestos a hacerse cargo del Betis en estos momentos, del mismo modo que Pepe Mel, quien hace unas semanas, al ser contactado antes del derbi, le espetó que lo llamase en junio para comenzar un proyecto, ya que es el segundo año consecutivo en el que contacta con la liga en curso.
Así, ante la falta de alternativas y la escasa creencia en que un cambio de entrenador cambiaría la dinámica del equipo, Lopera ha llegado a la conclusión de que Chaparro continuará a no ser que se viera obligado a destituirlo y que, en ese caso, su sustituto, de forma provisional o hasta el final del curso, sería Josep María Mogués, entrenador del Betis B.
Igualmente, el máximo accionista ha comentado entre su gente de confianza que esa espoleta que daría paso a las hostilidades sólo podría llegar de la grada de Heliópolis. Si los aficionados, habitualmente partidarios de Chaparro en su mayoría, solicitasen a coro su destitución tras un partido en casa, o lo despidiesen con gritos y abucheos, Lopera le concedería su deseo de forma inmediata, toda vez que la afición, en su día, fue pieza clave para la renovación del trianero.
Así, el ambiente que registre el estadio antes del partido, que cierra la jornada (21:00) puede ser fundamental y mucho tendrá que ver lo que hagan horas antes el Mallorca en Gijón y Osasuna en Santander. Si ambos ganan, sólo en ese caso, el Betis comenzaría su partido frente al Villarreal en puesto de descenso, lógicamente si no se tiene en cuenta el punto que le otorga el 0-0 inicial.
En ésas, aunque el técnico y los futbolistas necesitarán más aún el apoyo de la grada, ya dijo Juanito el miércoles que, tras la goleada del Bernabéu, será el equipo quien tenga que animar a la afición y no al revés. Una afición que, más que nunca, puede ser clave en el futuro inmediato de su equipo.
DiardioDeSevilla
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