Yo pienso que si este verano se hace otra limpieza como este año y se vuelven a fichar 5 o 6 jugadores buenos, pues puede ser que si... y que podamos aspirar a algo más que la salvación

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¿Ése nuevo proyecto de club incluye la finalización del estadio, la culminación definitiva de las obras de la incompleta Ciudad Deportiva, la mejora del tratamiento al abonado, la mejora del tratamiento al accionista, la mejora de los medios para la cantera, la dignificación de las oficinas del club, la apertura del márketing de la entidad a otros mercados, la puesta en marcha de una nueva coordinadora de peñas independiente y soberana, la mejora sustancial de los medios de comunicación oficiales de la entidad, la contratación de verdaderos profesionales para dirigir las diferentes áreas de gestión del club, entre otras cosas?

Si para ustedes "nuevo proyecto" significa fichar a Oliveira y a tres tíos más como él, pues están equivocados.

Creo deducir que el forero que ha abierto este post se refiere únicamente a la primera plantilla. Pues bien, opino que la gestión de fichajes de los últimos años (incluído este) es nefasta y se lo detallo:

- La contratación de futbolistas como Emaná, Nelson o Oliveira, se hace a un coste que dificilmente es recuperable, salvo que alguno de estos acabe jugando como Pelé. Se está obviando la posibilidad de descubrir nuevos talentos que vengan a un coste limitadísimo y de cuyo traspaso se construya la futura cuenta de resultados del club. El asunto no es fichar a Oliveira, sino encontrar al próximo Oliveira. Espero haberme explicado bien.

- La contratación de futbolistas no corresponde a una planificación, sino que se acude a los mercados invernales con demasiada frecuencia para fichar malos futbolistas o tremendamente caros, ya que la necesidad clasificatoria es una debilidad en la negociación, por mucho que después Lopera tenga allí al representante hasta las 2 de la mañana. El fichaje de Oliveira (carísimo a mi entender) no se hace por querer ser ambicioso, sino por pánico a un descenso.

- Al punto anterior hay que añadirle que solo se mira a la cantera en épocas de necesidad, dejando a los debutantes importantes papelones y situaciones críticas en las que es difícil crecer. Es muy difícil que un canterano llegue a niveles importantes si observa el deterioro de las instalaciones y demás, y para más inri se le pide que salve al equipo in extremis. En resumen, es muy difícil que tengamos un canterano cotizado en el mercado.

- El rastreo de entrenadores jóvenes con métodos adecuados al fútbol moderno es nulo. La baraja de posibilidades cada vez que le tiembla la silla a Chaparro es siempre de gente que ya está de vuelta del fútbol y en muchos casos con fichas y pretensiones altísimas.

- La dependencia de los intermediarios sigue siendo excesiva, lo que supone un mayor coste para la entidad, que no para Lopera.

Por tanto, si hablamos de proyecto como visión a largo plazo de la gestión deportiva, habrás adivinado que para mí éste no es solo inexistente sino que nos lleva a la ruina económica en el medio plazo.