Pues se da la paradoja de que después de haber sido maltratado, apartado, tratado de la forma que ha sido por un caprichoso (y que tantos puntos nos ha costado), criticado por la prensa (que si jugaba al golf y tal) y por la gran mayoria de los que defendían a capa y espada amparándose en justificaciones INVENTADAS, que no con hechos, a un entrenador que día a día demuestra en cada ocasión que lo mejor se le da es:
* La arrogancía para responder a la prensa,
* La falta de orgullo para mantener un puesto a base de demostrar trabajo y resultados y lo hace a base de peloteo,
* La incapacidad de motivación (una de las inventadas), ese cartel que se le ha colgado por que un día les puso una canción del duo dinámico (y que solo demostró prestar atención el jugador al cual dedico el post), otro día un lobo acechando a una presa, y otro día la leyenda de Paganini (y que ninguna sirvió de nada). Cuando resulta que en realidad, a la semana había en el equipo un psicologo para animar a los muchachos. Y ahora me vais a decir: "Sí, pero lo trajo él" y yo os contesto: Si lo trae y decís que el motivador es el entrenador ¿Para qué lo ha traído?, y si el motivador es el psicólogo ¿Como le otorgais la justificación para tapar sus carencias al entrenador.
*La capacidad de llevar un vestuario, demostrando la cantidad de grupos y divisiones que hay en él, y demostrando que apostó por lo fácil y se armó del grupo que año tras año se han ido cargando el equipo y sus entrenadores, reventando al resto.
* La falta de recursos y tácticas, demostrada partido tras partido, patinando en los cambios absurdos y a destiempo, todo por mantener a los que nos es capaz de quitar a los que se unió y por que no tiene ni idea de otro sistema que no sea el que emplea, ni una variante sea cual sea el rival o el resultado....
Pues bien,y continuo por donde empecé, se da la paradoja de que después de haber sido maltratado, apartado, tratado de la forma que ha sido por un caprichoso, resulta que ese maltrato ha sido devuelto con profesionlidad, compromiso, competitividad, rábia, coraje y verguenza por un portero que ha tenido en su mano pagarle al entrenador que lo maltrató con la misma moneda y haber hecho menos de lo que ha hecho y haber echado tras una nueva derrota al que tanto lo maltrató.
Tráguese esa Don Francisco y regálele una chaqueta a Ricardo que ha estado en sus manos y le ha demostrado lo que es la ambición, la profesionalidad y sobre todo la verguenza...
Tráguesela.
* La arrogancía para responder a la prensa,
* La falta de orgullo para mantener un puesto a base de demostrar trabajo y resultados y lo hace a base de peloteo,
* La incapacidad de motivación (una de las inventadas), ese cartel que se le ha colgado por que un día les puso una canción del duo dinámico (y que solo demostró prestar atención el jugador al cual dedico el post), otro día un lobo acechando a una presa, y otro día la leyenda de Paganini (y que ninguna sirvió de nada). Cuando resulta que en realidad, a la semana había en el equipo un psicologo para animar a los muchachos. Y ahora me vais a decir: "Sí, pero lo trajo él" y yo os contesto: Si lo trae y decís que el motivador es el entrenador ¿Para qué lo ha traído?, y si el motivador es el psicólogo ¿Como le otorgais la justificación para tapar sus carencias al entrenador.
*La capacidad de llevar un vestuario, demostrando la cantidad de grupos y divisiones que hay en él, y demostrando que apostó por lo fácil y se armó del grupo que año tras año se han ido cargando el equipo y sus entrenadores, reventando al resto.
* La falta de recursos y tácticas, demostrada partido tras partido, patinando en los cambios absurdos y a destiempo, todo por mantener a los que nos es capaz de quitar a los que se unió y por que no tiene ni idea de otro sistema que no sea el que emplea, ni una variante sea cual sea el rival o el resultado....
Pues bien,y continuo por donde empecé, se da la paradoja de que después de haber sido maltratado, apartado, tratado de la forma que ha sido por un caprichoso, resulta que ese maltrato ha sido devuelto con profesionlidad, compromiso, competitividad, rábia, coraje y verguenza por un portero que ha tenido en su mano pagarle al entrenador que lo maltrató con la misma moneda y haber hecho menos de lo que ha hecho y haber echado tras una nueva derrota al que tanto lo maltrató.
Tráguese esa Don Francisco y regálele una chaqueta a Ricardo que ha estado en sus manos y le ha demostrado lo que es la ambición, la profesionalidad y sobre todo la verguenza...
Tráguesela.
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