Esto que os pego aquí, está realizado por un gran Bético, ahí tienen ustedes las verdades del barquero:
Para los que no leen tochos...os merecera la pena.
“ MENSAJE EN UNA BOTELLA “
…… A quien por azar encuentre este mensaje; escrito con inquietud y a
la vez lleno de esperanzadores deseos…..
Soy un “naufrago” andaluz. Nací en una ciudad
donde abundaban los Patios de vecindad. Entre ellos, había uno hace ya
bastante tiempo al que sus vecinos llamaron “ Betis ; nombre del río
que vértebra mi ciudad. También llamada la
“Ciudad del Betis”.
Desde entonces, nuestros Padres y Abuelos, (primitivos moradores de
aquel Patio) fueron llamados “Beticos”, y nosotros junto con
nuestros hijos, nietos y demás descendientes, seguimos la tradición
betica; orgullo que llevamos a gala, generación a generación, desde hace
mas de un siglo.
Nuestros orígenes se remontan a los primeros años del pasado siglo,
cuando un grupo de amigos del citado Patio, los cuales compartían una
determinada filosofía de vida en armónica convivencia, deciden fundar un
equipo para jugar a un deporte que trajeron los Ingleses que explotaban
las minas andaluzas, y al que llamaban Football. Lo que nosotros
traducimos por Balón-Pié.
Con el transcurrir del tiempo, dicho equipo, al que impusieron el
nombre de su Patio, se convirtió en Santo y Seña de las inquietudes y
particular forma de ser y de entender la vida de todos los vecinos; así
como de una inmensa multitud de personas que pese a no haber nacido en
nuestra tierra, se fueron sintiendo Beticos; identificándose con la
singular forma de expresar nuestros sentimientos.
Pero volviendo a los orígenes, el Fútbol ya a nivel nacional, fue
alcanzando una gran aceptación popular, y lo que empezó siendo una
simple diversión de amigos, se convirtió en un deporte cada vez más
competitivo. Se formaron varias categorías entre los numerosos equipos
de las distintas capitales, las cuales empezaron a tener sus
correspondientes representantes futbolísticos, nutriéndose estos, de
jugadores profesionales para competir con más garantías de éxitos
deportivos.
Nuestro colectivo, constituido mayoritariamente por personas de
condición humilde, tenia grandes dificultades para conformar un
equipo de cualificados profesionales, teniendo que afrontar las
competiciones en que participábamos, con jugadores aficionados que
sentían nuestros colores y algún que otro profesional cuyos
emonumentos iban disminuyendo y estaban al alcance de nuestra precaria
economía.
No obstante, pese a nuestra humildad, y luchando contra todas las
adversidades, el sacrificio y la tenacidad de aquellos Beticos, hicieron
que nuestro Betis consiguiera entre otros muchos logros deportivos, ser
campeón de tercera, segunda y primera división. Así como campeón de la
primera Copa del Rey en el año 1.977; ya con un equipo de excelentes
profesionales.
Sin embargo, la profesionalización desmesurada del Fútbol en las
ultimas décadas, produjo un gran endeudamiento en la practica totalidad
de los equipos (incluido el nuestro), lo que provocó a principio de los
años 90, la intervención de la administración estatal, obligando a los
equipos profesionales a reconvertirse en Sociedades Anónimas Deportivas.
Y ahí empezó nuestro particular “Calvario”.
Los Béticos estábamos obligados a suscribir las acciones necesarias de
la nueva sociedad, para absorber la deuda que soportábamos en un
determinado espacio de tiempo; pasado el cual sin suscribirlas, nuestro
Betis corría el riesgo de desaparecer.
Los Beticos menos pudientes, hicimos un gran esfuerzo económico,
llegando a suscribir casi la mitad de las acciones estipuladas, quedando
el resto en manos de alguna entidad pública o privada que quisiera
suscribirlas.
También hubo conversaciones entre grupos de Beticos de saneada economía
que trataron de llegar a un acuerdo para comprarlas conjuntamente. Pero
como el plazo vencía y no había acuerdo alguno, un “betico” con
bastante solvencia económica, compró finalmente las acciones que
faltaban por suscribir, y (aparentemente) el problema quedó
solucionado.
Al poco tiempo, los Beticos cayeron en la cuenta de que las acciones
que nuestro “salvador” había comprado, constituían el paquete
mayoritario de la nueva sociedad anónima deportiva en que se había
convertido nuestro querido Betis. Hecho que le facultaba para hacer y
deshacer lo que estimara oportuno en la entidad, sin consultar con
nadie.
No obstante, y para la “tranquilidad” del Beticismo, nuestro
“Mesías” decía que no cabía ninguna preocupación, ya que el
Betis volvería a ser de todos los Beticos.
Nos prometió el “oro y el moro”, y aunque nuestro añorado
“Patio” lo llevaba como un cortijo, los resultados
acompañaban y la inmensa mayoría de Beticos callaban y miraban para
otro lado. Incluso reía sus salidas de tono; admitiendo las
descalificaciones a grandes Beticos, entrenadores y jugadores
emblemáticos de nuestro Equipo que aportaron su categoría profesional
para ayudar a conseguir triunfos históricos. Y cualquier otra persona
que tuviera la osadía de criticar sus decisiones. Hasta disolvió la
Federación de Peñas Beticas. (Contando con la pasividad de todos los
Peñistas).
Nuestro “providencial filántropo”, dotado de una notable y
demagógica oratoria, ilusionó a la afición Betica…
……. Estadio que se convertiría en un “platillo volante”; una ciudad
deportiva modélica; nuestras oficinas serian la envidia del mismísimo
“Manchester”; tendríamos una fundación para el retiro y el ocio
de todos los Beticos; nuestro equipo estaría siempre en puestos
europeos, y no volveríamos a jugar con el Palamós… etc...etc.…etc.…
Nuestro “mecenas” se vanagloriaba constantemente dando a entender
a los Beticos que era el mejor presidente de nuestra dilatada historia.
El que nos había salvado de la desaparición. (Nos recordaba
reiterativamente, su “hazaña” del 92). El que mas participaciones
europeas había conseguido, y el que mas dinero había aportado, llegando
(según sus palabras) a reunir la mejor plantilla de jugadores de toda la
historia betica.
La afición seguía ilusionada. El cuerpo social llegó a rebasar los
40.000 Socios. Pese a la gran aportación económica que se hacía,
(aparentemente altruista) había tranquilidad absoluta, ya que nos decía
que gracias a un grupo de empresas de su entorno, el Betis tendría
siempre cubiertas sus necesidades presupuestarias sin llegar nunca a
tener déficit alguno. Todo a cambio de ceder sus derechos a las citadas
empresas. Los Beticos cerraban los ojos y seguían disfrutando del
maravilloso sueño que estaban viviendo.
Pero todo sueño tiene un despertar, y tras unos años en el
“limbo”, estamos viviendo la cruda realidad.
El “platillo volante” es una obra faraónica inacabada que lleva el
nombre de nuestro particular “faraón”, como impresionante monumento
a la vanidad.
La ciudad deportiva “modélica” apenas cubre nuestras mínimas
necesidades de entrenamientos. Actualmente, después de años de
carencias, y tras las angustiosas y casi suplicantes peticiones de los
técnicos y demás profesionales, se han dotado de iluminación los
campos existentes de entrenamientos, y se están habilitando otros con
césped artificial. Se da la sangrante paradoja, de que los jugadores
de la primera plantilla, llegaron a plantear el pagar entre todos un
gimnasio adecuado para los métodos actualizados de recuperación. Pero
eso si, la ciudad deportiva también lleva el pomposo nombre de nuestro
“protector”.
Las actuales y maravillosas oficinas de “jabúgo”, (envidia del
mismísimo “Manchester”) solo sirven como refugio personal de nuestro
“adalid”, y a donde acuden en peregrinación todos los que aspiran a
sacar su particular tajada, buscando la bendición del dueño del
“chiringuito”. Los Beticos de base, tenemos que seguir acudiendo
a tratar de solucionar nuestros asuntos relacionados con el Club, en las
vetustas oficinas del estadio, con las lógicas incomodidades que
presentan sus caducas y descuidadas instalaciones. También tenemos que
seguir soportando como en tiempos inmemoriales, las colas
tercer-mundistas en taquillas; expuestos a las diferentes inclemencias
del tiempo; Frío, calor, lluvia etc.…Con la particularidad de que en la
nueva tribuna de gol norte (construida hace mas de 10 años) hay unas
modernas taquillas cubiertas, las cuales incomprensiblemente, aun no se
han estrenado.
De la Fundación, nunca más se supo. Los Beticos veteranos tendremos que
seguir buscándonos la vida como siempre. Buscando un lugar agradable
donde poder hacer improvisadas tertulias y comentar nuestras
“batallitas” verdiblancas durante el tiempo de ocio que nos quede
disfrutar.
En el tema deportivo, tuvimos unas primeras temporadas de grandes
alegrías. Con participaciones europeas y una final de copa (la cual
perdimos inmerecidamente). Todo de la mano de un entrenador que se ganó
el cariño y la admiración del Beticismo. Tras la marcha del mismo (con
polémica incluida) tuvimos unas temporadas mediocres, que culminaron con
un descenso a segunda división, contando con una plantilla de grandes
jugadores. ( no jugamos con el Palamos, porque ese año no estaba en
segunda).
Afortunadamente, ascendimos rápidamente. La primera temporada de
nuestro retorno a primera división, se acertó plenamente al contratar a
un entrenador joven que venia destacando en los modestos equipos que
había entrenado, el cual pese a disponer de una plantilla de
transición, nos clasificó para competición europea. Pero este
entrenador, aunque tenía todo el respaldo de la afición, no fue
renovado, ya que cometió el “error” de discrepar de la política
deportiva del “patrón”.
En la presentación del nuevo técnico nos dijo: “Hemos cambiado un
Peugeot por un Mercedes”. Desgraciadamente, todos los Beticos sabemos
la trayectoria del Mercedes, y los títulos conseguidos por el Peugeot.
(Precisamente, donde más nos duele).
Tras un periodo de reflexión, nuestro “prócer” decidió
(acertadamente) volver a contratar al entrenador de los grandes éxitos
deportivos en los primeros años de su “patriarcado”. Dicho
entrenador, volvió a triunfar plenamente. Consiguiendo clasificarnos
para la Champion y además ganando la Copa del Rey en su primera
temporada de regreso a nuestro Equipo. Este entrenador quedó confirmado
como autentico ídolo de la afición, la cual coreaba su nombre desde la
grada, abandonando los gritos de saludo al singular “mandamás”.
Además se permitió la “osadía” de sugerir públicamente que había
llegado la hora de reforzar adecuadamente la plantilla para intentar dar
un oportuno salto de calidad.
Todo este estado de cosas, ofendió en su orgullo al “jefe”, el cual
no reforzó al equipo; Fichando jugadores de inferior calidad a los que
teníamos. Este equipo sin reforzar, participando en tres competiciones
(Champion League, incluida) tuvo además la desgracia de sufrir la grave
lesión de uno de sus mejores jugadores, pasando verdaderos apuros
deportivos. La gota que colmó el vaso y que propició el que comenzáramos
a conocer los verdaderos “instintos” del “salvador”, fue cuando
en un partido de Champion, ante la inoperancia del equipo, la grada le
cantó ( de forma desenfadada) que bajara al campo a meter un gol. Su
reacción no se hizo esperar. Amenazó a los Beticos con no acudir más al
palco, insinuando que a partir de ese momento íbamos a sufrir las
consecuencias de su voluntario distanciamiento de la gestión del Club.
La velada amenaza surtió efecto. Y aunque en una de sus acostumbradas
salidas de tono, llego a decir que cuando volviera haría al Betis
campeón de liga, tras su posterior retorno ya vamos por la cuarta
temporada consecutiva luchando por no descender de categoría. Durante el
cúmulo de sufrimientos y despropósitos en que estamos sumidos estos
últimos años, han surgido varias plataformas de Beticos que
trabajando denodadamente están descubriendo la verdadera dimensión del
“tinglado” que nos han estado “vendiendo” el eterno
consejero delegado y sus “satélites”.
La “pesada loza” de 3.000 millones de las antiguas pesetas, de la
que según nuestro “salvador” nos libraba en el famoso 92, se ha
convertido actualmente, tras la gestión de sus “altruistas
empresas”, en alrededor de 60 millones de euros (10.000 millones de
pesetas aproximadamente), según sus propias cuentas presentadas en la
pasada Asamblea. Por lo visto, en el contrato con las citadas empresas,
había cláusulas
“leoninas”. “Cuando haya beneficios, para mi y si hay perdidas,
para ti.”
Pero mi impotencia de “naufrago” llega a la máxima expresión cuando
contemplo como a pesar de todas estas tropelías y vejaciones que estamos
sufriendo, la inmensa mayoría de la afición betica sigue sin reaccionar,
y continua sumisa ante el despótico
“feudalismo” establecido en nuestra querida Entidad.
De forma caciquil se practica el olvido y la indiferencia a todos los
Beticos, que desde aquel lejano y entrañable “Patio”, fueron
forjando con humildad y a golpes de sentimientos, nuestro querido Betis.
Las amenazas y chantajes a los cuatro locos que haciendo la guerra por
su cuenta, tratan de imponer un poco de sentido común en este
despropósito en que estamos inmersos. La política informativa de una
radio oficial del Club, que se dedica a insultar y entrometerse en la
vida privada de los pocos Beticos que se arriesgan a discrepar del poder
establecido. Cuando en circunstancias normales debería de fomentar la
unión de todo el Beticismo, y estar a disposición de una pluralidad de
ideas, con la que el Betis saldría bastante reforzado.
(Si nuestros Padres pudieran ver en lo que se ha convertido el Betis.
Ellos que con tanto sacrificio lograron el reconocimiento y la simpatía
por todo el mundo hacia nuestros colores.)
Yo Betico ya anciano, curtido en las alegrías y sinsabores de toda una
vida en verdiblanco, me siento como “un naufrago en tierra”, y antes
de mi pronta incorporación al “cuarto anillo”, quisiera tener la
tranquilidad de irme conociendo de nuevo a un Betis presidido y
gestionado con la categoría que nuestra historia reclama y merece.
En este momento, preso de honda preocupación, lanzo esta simbólica
botella a las aguas de este inmenso y virtual Océano de las nuevas
tecnologías con la esperanza de que el mensaje que contiene en su
interior llegue providencialmente a un verdadero Filántropo. Y que al
leerlo, se identifique con el romántico y genuino amor a nuestros
ancestrales sentimientos, e intente despertar a los Beticos de su largo
e incomprensible letargo.
“Un viejo Betico “naufrago en tierra”, sin apenas fuerzas ya para
luchar….”
Para los que no leen tochos...os merecera la pena.
“ MENSAJE EN UNA BOTELLA “
…… A quien por azar encuentre este mensaje; escrito con inquietud y a
la vez lleno de esperanzadores deseos…..
Soy un “naufrago” andaluz. Nací en una ciudad
donde abundaban los Patios de vecindad. Entre ellos, había uno hace ya
bastante tiempo al que sus vecinos llamaron “ Betis ; nombre del río
que vértebra mi ciudad. También llamada la
“Ciudad del Betis”.
Desde entonces, nuestros Padres y Abuelos, (primitivos moradores de
aquel Patio) fueron llamados “Beticos”, y nosotros junto con
nuestros hijos, nietos y demás descendientes, seguimos la tradición
betica; orgullo que llevamos a gala, generación a generación, desde hace
mas de un siglo.
Nuestros orígenes se remontan a los primeros años del pasado siglo,
cuando un grupo de amigos del citado Patio, los cuales compartían una
determinada filosofía de vida en armónica convivencia, deciden fundar un
equipo para jugar a un deporte que trajeron los Ingleses que explotaban
las minas andaluzas, y al que llamaban Football. Lo que nosotros
traducimos por Balón-Pié.
Con el transcurrir del tiempo, dicho equipo, al que impusieron el
nombre de su Patio, se convirtió en Santo y Seña de las inquietudes y
particular forma de ser y de entender la vida de todos los vecinos; así
como de una inmensa multitud de personas que pese a no haber nacido en
nuestra tierra, se fueron sintiendo Beticos; identificándose con la
singular forma de expresar nuestros sentimientos.
Pero volviendo a los orígenes, el Fútbol ya a nivel nacional, fue
alcanzando una gran aceptación popular, y lo que empezó siendo una
simple diversión de amigos, se convirtió en un deporte cada vez más
competitivo. Se formaron varias categorías entre los numerosos equipos
de las distintas capitales, las cuales empezaron a tener sus
correspondientes representantes futbolísticos, nutriéndose estos, de
jugadores profesionales para competir con más garantías de éxitos
deportivos.
Nuestro colectivo, constituido mayoritariamente por personas de
condición humilde, tenia grandes dificultades para conformar un
equipo de cualificados profesionales, teniendo que afrontar las
competiciones en que participábamos, con jugadores aficionados que
sentían nuestros colores y algún que otro profesional cuyos
emonumentos iban disminuyendo y estaban al alcance de nuestra precaria
economía.
No obstante, pese a nuestra humildad, y luchando contra todas las
adversidades, el sacrificio y la tenacidad de aquellos Beticos, hicieron
que nuestro Betis consiguiera entre otros muchos logros deportivos, ser
campeón de tercera, segunda y primera división. Así como campeón de la
primera Copa del Rey en el año 1.977; ya con un equipo de excelentes
profesionales.
Sin embargo, la profesionalización desmesurada del Fútbol en las
ultimas décadas, produjo un gran endeudamiento en la practica totalidad
de los equipos (incluido el nuestro), lo que provocó a principio de los
años 90, la intervención de la administración estatal, obligando a los
equipos profesionales a reconvertirse en Sociedades Anónimas Deportivas.
Y ahí empezó nuestro particular “Calvario”.
Los Béticos estábamos obligados a suscribir las acciones necesarias de
la nueva sociedad, para absorber la deuda que soportábamos en un
determinado espacio de tiempo; pasado el cual sin suscribirlas, nuestro
Betis corría el riesgo de desaparecer.
Los Beticos menos pudientes, hicimos un gran esfuerzo económico,
llegando a suscribir casi la mitad de las acciones estipuladas, quedando
el resto en manos de alguna entidad pública o privada que quisiera
suscribirlas.
También hubo conversaciones entre grupos de Beticos de saneada economía
que trataron de llegar a un acuerdo para comprarlas conjuntamente. Pero
como el plazo vencía y no había acuerdo alguno, un “betico” con
bastante solvencia económica, compró finalmente las acciones que
faltaban por suscribir, y (aparentemente) el problema quedó
solucionado.
Al poco tiempo, los Beticos cayeron en la cuenta de que las acciones
que nuestro “salvador” había comprado, constituían el paquete
mayoritario de la nueva sociedad anónima deportiva en que se había
convertido nuestro querido Betis. Hecho que le facultaba para hacer y
deshacer lo que estimara oportuno en la entidad, sin consultar con
nadie.
No obstante, y para la “tranquilidad” del Beticismo, nuestro
“Mesías” decía que no cabía ninguna preocupación, ya que el
Betis volvería a ser de todos los Beticos.
Nos prometió el “oro y el moro”, y aunque nuestro añorado
“Patio” lo llevaba como un cortijo, los resultados
acompañaban y la inmensa mayoría de Beticos callaban y miraban para
otro lado. Incluso reía sus salidas de tono; admitiendo las
descalificaciones a grandes Beticos, entrenadores y jugadores
emblemáticos de nuestro Equipo que aportaron su categoría profesional
para ayudar a conseguir triunfos históricos. Y cualquier otra persona
que tuviera la osadía de criticar sus decisiones. Hasta disolvió la
Federación de Peñas Beticas. (Contando con la pasividad de todos los
Peñistas).
Nuestro “providencial filántropo”, dotado de una notable y
demagógica oratoria, ilusionó a la afición Betica…
……. Estadio que se convertiría en un “platillo volante”; una ciudad
deportiva modélica; nuestras oficinas serian la envidia del mismísimo
“Manchester”; tendríamos una fundación para el retiro y el ocio
de todos los Beticos; nuestro equipo estaría siempre en puestos
europeos, y no volveríamos a jugar con el Palamós… etc...etc.…etc.…
Nuestro “mecenas” se vanagloriaba constantemente dando a entender
a los Beticos que era el mejor presidente de nuestra dilatada historia.
El que nos había salvado de la desaparición. (Nos recordaba
reiterativamente, su “hazaña” del 92). El que mas participaciones
europeas había conseguido, y el que mas dinero había aportado, llegando
(según sus palabras) a reunir la mejor plantilla de jugadores de toda la
historia betica.
La afición seguía ilusionada. El cuerpo social llegó a rebasar los
40.000 Socios. Pese a la gran aportación económica que se hacía,
(aparentemente altruista) había tranquilidad absoluta, ya que nos decía
que gracias a un grupo de empresas de su entorno, el Betis tendría
siempre cubiertas sus necesidades presupuestarias sin llegar nunca a
tener déficit alguno. Todo a cambio de ceder sus derechos a las citadas
empresas. Los Beticos cerraban los ojos y seguían disfrutando del
maravilloso sueño que estaban viviendo.
Pero todo sueño tiene un despertar, y tras unos años en el
“limbo”, estamos viviendo la cruda realidad.
El “platillo volante” es una obra faraónica inacabada que lleva el
nombre de nuestro particular “faraón”, como impresionante monumento
a la vanidad.
La ciudad deportiva “modélica” apenas cubre nuestras mínimas
necesidades de entrenamientos. Actualmente, después de años de
carencias, y tras las angustiosas y casi suplicantes peticiones de los
técnicos y demás profesionales, se han dotado de iluminación los
campos existentes de entrenamientos, y se están habilitando otros con
césped artificial. Se da la sangrante paradoja, de que los jugadores
de la primera plantilla, llegaron a plantear el pagar entre todos un
gimnasio adecuado para los métodos actualizados de recuperación. Pero
eso si, la ciudad deportiva también lleva el pomposo nombre de nuestro
“protector”.
Las actuales y maravillosas oficinas de “jabúgo”, (envidia del
mismísimo “Manchester”) solo sirven como refugio personal de nuestro
“adalid”, y a donde acuden en peregrinación todos los que aspiran a
sacar su particular tajada, buscando la bendición del dueño del
“chiringuito”. Los Beticos de base, tenemos que seguir acudiendo
a tratar de solucionar nuestros asuntos relacionados con el Club, en las
vetustas oficinas del estadio, con las lógicas incomodidades que
presentan sus caducas y descuidadas instalaciones. También tenemos que
seguir soportando como en tiempos inmemoriales, las colas
tercer-mundistas en taquillas; expuestos a las diferentes inclemencias
del tiempo; Frío, calor, lluvia etc.…Con la particularidad de que en la
nueva tribuna de gol norte (construida hace mas de 10 años) hay unas
modernas taquillas cubiertas, las cuales incomprensiblemente, aun no se
han estrenado.
De la Fundación, nunca más se supo. Los Beticos veteranos tendremos que
seguir buscándonos la vida como siempre. Buscando un lugar agradable
donde poder hacer improvisadas tertulias y comentar nuestras
“batallitas” verdiblancas durante el tiempo de ocio que nos quede
disfrutar.
En el tema deportivo, tuvimos unas primeras temporadas de grandes
alegrías. Con participaciones europeas y una final de copa (la cual
perdimos inmerecidamente). Todo de la mano de un entrenador que se ganó
el cariño y la admiración del Beticismo. Tras la marcha del mismo (con
polémica incluida) tuvimos unas temporadas mediocres, que culminaron con
un descenso a segunda división, contando con una plantilla de grandes
jugadores. ( no jugamos con el Palamos, porque ese año no estaba en
segunda).
Afortunadamente, ascendimos rápidamente. La primera temporada de
nuestro retorno a primera división, se acertó plenamente al contratar a
un entrenador joven que venia destacando en los modestos equipos que
había entrenado, el cual pese a disponer de una plantilla de
transición, nos clasificó para competición europea. Pero este
entrenador, aunque tenía todo el respaldo de la afición, no fue
renovado, ya que cometió el “error” de discrepar de la política
deportiva del “patrón”.
En la presentación del nuevo técnico nos dijo: “Hemos cambiado un
Peugeot por un Mercedes”. Desgraciadamente, todos los Beticos sabemos
la trayectoria del Mercedes, y los títulos conseguidos por el Peugeot.
(Precisamente, donde más nos duele).
Tras un periodo de reflexión, nuestro “prócer” decidió
(acertadamente) volver a contratar al entrenador de los grandes éxitos
deportivos en los primeros años de su “patriarcado”. Dicho
entrenador, volvió a triunfar plenamente. Consiguiendo clasificarnos
para la Champion y además ganando la Copa del Rey en su primera
temporada de regreso a nuestro Equipo. Este entrenador quedó confirmado
como autentico ídolo de la afición, la cual coreaba su nombre desde la
grada, abandonando los gritos de saludo al singular “mandamás”.
Además se permitió la “osadía” de sugerir públicamente que había
llegado la hora de reforzar adecuadamente la plantilla para intentar dar
un oportuno salto de calidad.
Todo este estado de cosas, ofendió en su orgullo al “jefe”, el cual
no reforzó al equipo; Fichando jugadores de inferior calidad a los que
teníamos. Este equipo sin reforzar, participando en tres competiciones
(Champion League, incluida) tuvo además la desgracia de sufrir la grave
lesión de uno de sus mejores jugadores, pasando verdaderos apuros
deportivos. La gota que colmó el vaso y que propició el que comenzáramos
a conocer los verdaderos “instintos” del “salvador”, fue cuando
en un partido de Champion, ante la inoperancia del equipo, la grada le
cantó ( de forma desenfadada) que bajara al campo a meter un gol. Su
reacción no se hizo esperar. Amenazó a los Beticos con no acudir más al
palco, insinuando que a partir de ese momento íbamos a sufrir las
consecuencias de su voluntario distanciamiento de la gestión del Club.
La velada amenaza surtió efecto. Y aunque en una de sus acostumbradas
salidas de tono, llego a decir que cuando volviera haría al Betis
campeón de liga, tras su posterior retorno ya vamos por la cuarta
temporada consecutiva luchando por no descender de categoría. Durante el
cúmulo de sufrimientos y despropósitos en que estamos sumidos estos
últimos años, han surgido varias plataformas de Beticos que
trabajando denodadamente están descubriendo la verdadera dimensión del
“tinglado” que nos han estado “vendiendo” el eterno
consejero delegado y sus “satélites”.
La “pesada loza” de 3.000 millones de las antiguas pesetas, de la
que según nuestro “salvador” nos libraba en el famoso 92, se ha
convertido actualmente, tras la gestión de sus “altruistas
empresas”, en alrededor de 60 millones de euros (10.000 millones de
pesetas aproximadamente), según sus propias cuentas presentadas en la
pasada Asamblea. Por lo visto, en el contrato con las citadas empresas,
había cláusulas
“leoninas”. “Cuando haya beneficios, para mi y si hay perdidas,
para ti.”
Pero mi impotencia de “naufrago” llega a la máxima expresión cuando
contemplo como a pesar de todas estas tropelías y vejaciones que estamos
sufriendo, la inmensa mayoría de la afición betica sigue sin reaccionar,
y continua sumisa ante el despótico
“feudalismo” establecido en nuestra querida Entidad.
De forma caciquil se practica el olvido y la indiferencia a todos los
Beticos, que desde aquel lejano y entrañable “Patio”, fueron
forjando con humildad y a golpes de sentimientos, nuestro querido Betis.
Las amenazas y chantajes a los cuatro locos que haciendo la guerra por
su cuenta, tratan de imponer un poco de sentido común en este
despropósito en que estamos inmersos. La política informativa de una
radio oficial del Club, que se dedica a insultar y entrometerse en la
vida privada de los pocos Beticos que se arriesgan a discrepar del poder
establecido. Cuando en circunstancias normales debería de fomentar la
unión de todo el Beticismo, y estar a disposición de una pluralidad de
ideas, con la que el Betis saldría bastante reforzado.
(Si nuestros Padres pudieran ver en lo que se ha convertido el Betis.
Ellos que con tanto sacrificio lograron el reconocimiento y la simpatía
por todo el mundo hacia nuestros colores.)
Yo Betico ya anciano, curtido en las alegrías y sinsabores de toda una
vida en verdiblanco, me siento como “un naufrago en tierra”, y antes
de mi pronta incorporación al “cuarto anillo”, quisiera tener la
tranquilidad de irme conociendo de nuevo a un Betis presidido y
gestionado con la categoría que nuestra historia reclama y merece.
En este momento, preso de honda preocupación, lanzo esta simbólica
botella a las aguas de este inmenso y virtual Océano de las nuevas
tecnologías con la esperanza de que el mensaje que contiene en su
interior llegue providencialmente a un verdadero Filántropo. Y que al
leerlo, se identifique con el romántico y genuino amor a nuestros
ancestrales sentimientos, e intente despertar a los Beticos de su largo
e incomprensible letargo.
“Un viejo Betico “naufrago en tierra”, sin apenas fuerzas ya para
luchar….”
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