Me hace mucha gracia, o mejor dicho, ninguna, que desde el Consejo de Admón se hable repetidamente de "equipo en construcción" para paliar el cabreo del personal ante las últimas derrotas y la tendencia mediocre que ha consolidado el equipo, un año más.

Esa excusa, en mi opinión, solo la pueden argumentar aquellos que hayan tomado un relevo en la directiva, aquellos que hayan ascendido de categoría o aquellos que hayan sufrido catástrofes inesperadas tipo accidente del United en Munich o el célebre Superga del Torino.

Por construcción se entiende que hay que poner en pie algo que no existía o al menos, reformarlo completamente. Es chirriante, por tanto, que nos hablen de construcción los propios responsables del derribo, pidiéndonos paciencia por enésima vez, tras acusarnos a muchos béticos de mirar hacia el juzgado en vez de mirar a Europa.

A mí, por lo menos, no me la dan. Si quieren paciencia, en el segundo paso de la Cena, los Domingos de Ramos, tienen toda la que quieran. Les pido por tanto a los Superbéticos del Manquepierda, que le den permiso a este bético de a pie para abroncar y silbar hasta que no me quede aire en los pulmones, si el resultado o el juego del próximo partido en casa (ante un Málaga que ahora mismo tiene todas las papeletas para pintarnos la cara) no se me acomoda con lo que espero de mi amado "clubz".