Jose Mari, como hombre de fútbol, lejano a los colores y buscando el sustento para ti y los tuyos (si no eres muy patoso) hasta una cuarta generación, tengo que decirte que venir al Betis te ha venido de perilla. De perilla en lo económico.
Cuando me enteré es que no me lo creía, de verdad, un descarte del Villarreal, con un pasado tan sevillista que echa para atrás, con un historial de lo más.. curioso, al Betis... Al cementerio de los Elefantes. Me recordó aquella época de los Ufarte y compañía. Pero eran otros años, aquí teníamos la boutique y las grandes gestas. Pero contigo se llegó a un grado de encogimiento post copa que daba miedo. El equipo, nuestro equipo, se llenó de jugadores que hoy por hoy han demostrado no dar el rendimiento adecuado para tamaña afición. Son buenos? Quizá, pero no lo han demostrado.
Hoy te vas y parece que hemos fichado a un grande, que al Betis le ha tocado la lotería una semana después, que se abre una nueva etapa, y todo porque el que decidió traerte decide lo contrario. Parece más bien que los béticos estemos a la espera de que una providencia que no acertamos a controlar nos conceda estos pequeños milagros que por un día no han sido considerados una broma, pero de mal gusto.
Lo dicho, Jose Mari, que te vaya bien en la vida, el despropósito no es que tú hayas vestido la camiseta del Betis, que el Betis te haya pagado un sueldo, magnífico sueldo con tan pobres resultados. El despropósito es de quien te dijo ven.
Que tengas suerte, esa suerte que le deseo también a los cientos y cientos de béticos que, en peores circunstancias, tienen que afrontar la crisis pese a, y en este caso es muy cierto, su probadas y reconocidas valías profesionales.
Se me queda la sonrisa en la cara en tu partida, Jose Mari, lo siento, no me gusta pensar así de la gente, pero como sé que mañana no tendrás que ir a la cola del paro y que, como mínimo, podrás empezar en breve en un segunda o segunda B con vitola de jugador grande venido a menos, permíteme la sonrisa y pensar que eres la punta del iceberg de este frío Betis que tiene que derretirse.
Cuando me enteré es que no me lo creía, de verdad, un descarte del Villarreal, con un pasado tan sevillista que echa para atrás, con un historial de lo más.. curioso, al Betis... Al cementerio de los Elefantes. Me recordó aquella época de los Ufarte y compañía. Pero eran otros años, aquí teníamos la boutique y las grandes gestas. Pero contigo se llegó a un grado de encogimiento post copa que daba miedo. El equipo, nuestro equipo, se llenó de jugadores que hoy por hoy han demostrado no dar el rendimiento adecuado para tamaña afición. Son buenos? Quizá, pero no lo han demostrado.
Hoy te vas y parece que hemos fichado a un grande, que al Betis le ha tocado la lotería una semana después, que se abre una nueva etapa, y todo porque el que decidió traerte decide lo contrario. Parece más bien que los béticos estemos a la espera de que una providencia que no acertamos a controlar nos conceda estos pequeños milagros que por un día no han sido considerados una broma, pero de mal gusto.
Lo dicho, Jose Mari, que te vaya bien en la vida, el despropósito no es que tú hayas vestido la camiseta del Betis, que el Betis te haya pagado un sueldo, magnífico sueldo con tan pobres resultados. El despropósito es de quien te dijo ven.
Que tengas suerte, esa suerte que le deseo también a los cientos y cientos de béticos que, en peores circunstancias, tienen que afrontar la crisis pese a, y en este caso es muy cierto, su probadas y reconocidas valías profesionales.
Se me queda la sonrisa en la cara en tu partida, Jose Mari, lo siento, no me gusta pensar así de la gente, pero como sé que mañana no tendrás que ir a la cola del paro y que, como mínimo, podrás empezar en breve en un segunda o segunda B con vitola de jugador grande venido a menos, permíteme la sonrisa y pensar que eres la punta del iceberg de este frío Betis que tiene que derretirse.
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