Entraron los goles y se empezaron a ganar partidos, es algo de lo que todos nos alegramos pero que evidentemente (y a los mensajes de cada uno me remito) no todos valoramos desde la misma perspectiva ni nos llevan a sacar el mismo tipo de conclusiones, algo normal cuando tantísimas personas se reúnen a hablar de fútbol.
Es algo de lo que nos jactamos continuamente, “somos un equipo diferente”, “somos particulares”, “tenemos una idiosincrasia que nos diferencia del resto”, “como el Betis no hay nadie”… Y eso precisamente, es lo que nos imposibilita el poder separar lo deportivo de lo institucional.
En cualquier equipo normal todos reman unidos, con una misma intención y hacia una misma dirección, lo cual hace que las palabras PLANIFICACION, PROYECTO, OBJETIVOS, TRABAJO o FUTURO (por enunciar algunas) sean las que imperan en el vocabulario de los que dirigen dichos clubes y que a su vez sean transmitidas a sus aficionados y abonados haciéndoles participes de una realidad transparente y tangible.
En nuestro caso, se cumple la norma de que somos “diferentes”, y por lo tanto, no podemos hacer uso de esas palabras con la propiedad que merece un club serio, y tan solo podemos usarlas en base al veletismo que nos caracteriza dependiendo del resultado del domingo (del pozo al gozo en un resultado, o de la UEFA al descenso según sea el marcador del último partido), o bien podemos usarlas según veamos como se levanta de caprichoso el que mal nos dirige.
Es cierto que este año los fichajes están dando resultado y que son de un nivel más que aceptable, pero también es cierto que (aparte de lo que tenga que ver Chaparro en su elección, que no decisión) han sido a causa de la presión con que contaba “el que los avala” y una necesidad imperiosa de lavar y recuperar un poco de su imagen a costa de acallar a los aficionados con la única verdad que ha dicho este hombre en 17 años, con que la pelotita entre.
Y hasta aquí todos contentos con los resultados del equipo y sobre todo con la imagen que se está dando, más aun comparada con la que arrastrábamos desde hace 3 años. Pero aquí es donde empiezan los conflictos en el foro, y aquí es donde empiezan los debates.
Unos entendemos, para empezar que no es suficiente, pero además que ni eso nos puede cegar y ni mucho menos nos puede hacer olvidar.
¿Qué en cualquier equipo normal eso sería motivo de ilusión?... Sí.
¿Qué para un aficionado de cualquier otro equipo eso sería motivo de futuro?... Sí.
¿Qué nosotros no tenemos ni idea de que va a ser de nosotros de aquí a un mes?... También.
Ya lo dijo Adolfo Cuellar al salir de la junta el pasado lunes y es algo que vengo diciendo desde hace mucho tiempo y muchas veces ya: “Lo más triste para el Betis es que no se conoce el más mínimo atisbo de futuro”. Es decir, no hay una planificación ni institucional ni deportiva, no sabemos a ciencia cierta que será de nosotros mañana y lo que es peor, no nos llega la camisa al cuerpo pensando en que se le ocurrirá y con que intenciones tomará la próxima decisión el que las toma.
Y entonces entramos de debates con respecto a los que hablan de “PROYECTOS” (ya hay que tener valor)… y no recibimos respuestas.
Y argumentamos en los post de los que nos piden “PACIENCIA”… y además de no recibir respuesta, somos tachados de todo y resulta que lo que no estamos de acuerdo con ilusiones y fantasías que nos alejan de la realidad, tenemos que abandonar los post como si llevásemos la peste y fuésemos a contagiarla.
Y nos piden “PACIENCIA” los que llevan avatares con mensajes imperativos que los contradicen.
Y “QUIEREN QUE NOS OIGAMOS” para que reflexionemos nuestra postura los que nos critican por que no les gustan las criticas (menuda incongruencia).
Y recibimos toda clase de calificativos, y somos los que reventamos los post, y somos los que molestamos, y somos los que cortamos el rollo por que avisamos de la realidad, y somos calificados incluso como una secta que se dedica a ensuciar el foro.
Si hay personas que creen que tenemos un futuro real hasta tal punto de preferir que se quede el que manda, mirando hacia otro lado y obviando a drede cuestiones imperdonables, si alguien piensa que ganar unos partidos es un sinónimo de proyecto y que de verdad algo está cambiando, si alguien piensa que con ser pacientes y callarnos hacemos un favor y si alguien piensa que mandando a oírnos van a mandar a callarnos están muy equivocados.
No me callo por que no estamos ni de lejos en una situación acorde con la que se merece esta entidad.
No me callo por que no veo proyectos por ningún lado
No me callo por que no se qué será del Betis ni en que manos estaremos en un tiempo.
No me callo por que veo un futuro incierto y por que entiendo que dependemos de factores extradeportivos.
No me callo por que unas victorias no me dan para una esperanza irreal.
Y no me callo por que NO ME CONFORMO.
Y ahora estáis invitados a exponer (aunque sea una vez) con argumentos el motivo que os mueve a pensar en proyectos, en futuro, en paciencia y sobre todo en realidades.
Ya lo dije en otro post y es lo que pienso:
“Cuando se pueda ver la vida de color de rosa, se verá aun perdiendo partidos… Mientras tanto la realidad es otra aun ganándolos”.
Es algo de lo que nos jactamos continuamente, “somos un equipo diferente”, “somos particulares”, “tenemos una idiosincrasia que nos diferencia del resto”, “como el Betis no hay nadie”… Y eso precisamente, es lo que nos imposibilita el poder separar lo deportivo de lo institucional.
En cualquier equipo normal todos reman unidos, con una misma intención y hacia una misma dirección, lo cual hace que las palabras PLANIFICACION, PROYECTO, OBJETIVOS, TRABAJO o FUTURO (por enunciar algunas) sean las que imperan en el vocabulario de los que dirigen dichos clubes y que a su vez sean transmitidas a sus aficionados y abonados haciéndoles participes de una realidad transparente y tangible.
En nuestro caso, se cumple la norma de que somos “diferentes”, y por lo tanto, no podemos hacer uso de esas palabras con la propiedad que merece un club serio, y tan solo podemos usarlas en base al veletismo que nos caracteriza dependiendo del resultado del domingo (del pozo al gozo en un resultado, o de la UEFA al descenso según sea el marcador del último partido), o bien podemos usarlas según veamos como se levanta de caprichoso el que mal nos dirige.
Es cierto que este año los fichajes están dando resultado y que son de un nivel más que aceptable, pero también es cierto que (aparte de lo que tenga que ver Chaparro en su elección, que no decisión) han sido a causa de la presión con que contaba “el que los avala” y una necesidad imperiosa de lavar y recuperar un poco de su imagen a costa de acallar a los aficionados con la única verdad que ha dicho este hombre en 17 años, con que la pelotita entre.
Y hasta aquí todos contentos con los resultados del equipo y sobre todo con la imagen que se está dando, más aun comparada con la que arrastrábamos desde hace 3 años. Pero aquí es donde empiezan los conflictos en el foro, y aquí es donde empiezan los debates.
Unos entendemos, para empezar que no es suficiente, pero además que ni eso nos puede cegar y ni mucho menos nos puede hacer olvidar.
¿Qué en cualquier equipo normal eso sería motivo de ilusión?... Sí.
¿Qué para un aficionado de cualquier otro equipo eso sería motivo de futuro?... Sí.
¿Qué nosotros no tenemos ni idea de que va a ser de nosotros de aquí a un mes?... También.
Ya lo dijo Adolfo Cuellar al salir de la junta el pasado lunes y es algo que vengo diciendo desde hace mucho tiempo y muchas veces ya: “Lo más triste para el Betis es que no se conoce el más mínimo atisbo de futuro”. Es decir, no hay una planificación ni institucional ni deportiva, no sabemos a ciencia cierta que será de nosotros mañana y lo que es peor, no nos llega la camisa al cuerpo pensando en que se le ocurrirá y con que intenciones tomará la próxima decisión el que las toma.
Y entonces entramos de debates con respecto a los que hablan de “PROYECTOS” (ya hay que tener valor)… y no recibimos respuestas.
Y argumentamos en los post de los que nos piden “PACIENCIA”… y además de no recibir respuesta, somos tachados de todo y resulta que lo que no estamos de acuerdo con ilusiones y fantasías que nos alejan de la realidad, tenemos que abandonar los post como si llevásemos la peste y fuésemos a contagiarla.
Y nos piden “PACIENCIA” los que llevan avatares con mensajes imperativos que los contradicen.
Y “QUIEREN QUE NOS OIGAMOS” para que reflexionemos nuestra postura los que nos critican por que no les gustan las criticas (menuda incongruencia).
Y recibimos toda clase de calificativos, y somos los que reventamos los post, y somos los que molestamos, y somos los que cortamos el rollo por que avisamos de la realidad, y somos calificados incluso como una secta que se dedica a ensuciar el foro.
Si hay personas que creen que tenemos un futuro real hasta tal punto de preferir que se quede el que manda, mirando hacia otro lado y obviando a drede cuestiones imperdonables, si alguien piensa que ganar unos partidos es un sinónimo de proyecto y que de verdad algo está cambiando, si alguien piensa que con ser pacientes y callarnos hacemos un favor y si alguien piensa que mandando a oírnos van a mandar a callarnos están muy equivocados.
No me callo por que no estamos ni de lejos en una situación acorde con la que se merece esta entidad.
No me callo por que no veo proyectos por ningún lado
No me callo por que no se qué será del Betis ni en que manos estaremos en un tiempo.
No me callo por que veo un futuro incierto y por que entiendo que dependemos de factores extradeportivos.
No me callo por que unas victorias no me dan para una esperanza irreal.
Y no me callo por que NO ME CONFORMO.
Y ahora estáis invitados a exponer (aunque sea una vez) con argumentos el motivo que os mueve a pensar en proyectos, en futuro, en paciencia y sobre todo en realidades.
Ya lo dije en otro post y es lo que pienso:
“Cuando se pueda ver la vida de color de rosa, se verá aun perdiendo partidos… Mientras tanto la realidad es otra aun ganándolos”.
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