Pero...
A veces me quedo un poco perplejo cómo salta una noticia y nos vamos a la yugular. Veo tendencias, veo ganas y veo formas que me recuerdan y mucho al campo del Betis. Allí un día ví el campo vacío a falta de media hora y otro día ví hacer la ola. Es chachi meterse con todo lo que rodea al club??? Hoy toca??? Mañana qué será??? que entra la pelotita y entonces toca matar al mensajero??? Quizá el que alce la voz por una verdadera injusticia o por proponer algo importante se le critique por ello e incluso se le trate igual que ahora veo que se trata muchas de las cosas relacionadas con el club???
Es triste sentirse así, sentir que si me da la gana me invento una noticia que esté en la línea de lo que es "chachi" y caer como moscas, sin leerla siquiera, al trapo porque toca, a creernos lo que sea si está dentro de la tendencia "chachi". Todo se pierde y se diluye en una corriente que es verdaderamente destructiva.
No me cabe duda que es la corriente que interesa incluso al que parece que le perjudica. Mientras estemos a la mínima, a no creer nada, el río revuelto seguirá dando ganancias al pescador. Su política de división funciona y bien que funciona. Aquí miras para los lados y no sabes qué ves. Pelotita entra, los destructores son unos desgraciados, pelotita no entra, es que quieren que se baje a segunda. Por medio, en este maremagnum de la confusión TODOS tomamos noticias importantísimas para el devenir de nuestro club como triviales comentarios de un aquí hay tomate de lo más rancio.
A la jueza le jaleamos o echamos en cara decisiones que son de lo más normal, unas camisetas se convierten en el tema del día, un centenario que estaba ya agonizando cuando llevaba la mitad sigue dando trazas de miseria y allí estamos todos, anda jaleo y jaleo.
No soy juez de nadie en particular y soy el primero en ponerme de ejemplo de lo malo, y en ese malestar que siento reflexiono sobre cómo soy y qué quiero ser, en este caso como bético. Y en esa línea trazada no hay curvas derivadas de un gol que de un partido ni de cinco partidos que no vean un gol. Se trata de algo más, de algo que me convence que esto no funciona por tantos motivos alejados de la pelotita que incluso la pelotita si entra me alegro. Sí, señores, me alegro, un destructor que se alegra, un destructor que lloraba como un crío chico cuando nos salvamos contra los que el otro día llevaban nuestra camiseta. Que va al campo a disfrutar y que tiene la ola como un elemento más de diversión para una afición hastiada, pero hasta la ola tiene un beticómetro puesto en la cresta, una sombra de busto, un halo de libertad, verde libertad.
Por todo esto resumo, no me busquen para lo fácil, porque ahí estaré el último, en lo difícil es donde me encuentro, donde las victorias no me hacen mella sino todo lo contrario. Donde la mirada se transforma en fijeza y donde esa fijeza no transmita conformismo. Ahí estaré, con todos los béticos en la celebración de un gol, con muchos béticos en la reflexión que lleva a ese gol, que quieren aportar sus ganas y conocimientos, su amor en forma de trabajo y de cariño, y con otros muchos que piensan que ese gol les pertenece, quizá igual que quien permanece al margen, quizá igual que quien mira lo que pasa y hoy es chachi meterse con el club y mañana están adorando falsos dioses. Igual.
A veces me quedo un poco perplejo cómo salta una noticia y nos vamos a la yugular. Veo tendencias, veo ganas y veo formas que me recuerdan y mucho al campo del Betis. Allí un día ví el campo vacío a falta de media hora y otro día ví hacer la ola. Es chachi meterse con todo lo que rodea al club??? Hoy toca??? Mañana qué será??? que entra la pelotita y entonces toca matar al mensajero??? Quizá el que alce la voz por una verdadera injusticia o por proponer algo importante se le critique por ello e incluso se le trate igual que ahora veo que se trata muchas de las cosas relacionadas con el club???
Es triste sentirse así, sentir que si me da la gana me invento una noticia que esté en la línea de lo que es "chachi" y caer como moscas, sin leerla siquiera, al trapo porque toca, a creernos lo que sea si está dentro de la tendencia "chachi". Todo se pierde y se diluye en una corriente que es verdaderamente destructiva.
No me cabe duda que es la corriente que interesa incluso al que parece que le perjudica. Mientras estemos a la mínima, a no creer nada, el río revuelto seguirá dando ganancias al pescador. Su política de división funciona y bien que funciona. Aquí miras para los lados y no sabes qué ves. Pelotita entra, los destructores son unos desgraciados, pelotita no entra, es que quieren que se baje a segunda. Por medio, en este maremagnum de la confusión TODOS tomamos noticias importantísimas para el devenir de nuestro club como triviales comentarios de un aquí hay tomate de lo más rancio.
A la jueza le jaleamos o echamos en cara decisiones que son de lo más normal, unas camisetas se convierten en el tema del día, un centenario que estaba ya agonizando cuando llevaba la mitad sigue dando trazas de miseria y allí estamos todos, anda jaleo y jaleo.
No soy juez de nadie en particular y soy el primero en ponerme de ejemplo de lo malo, y en ese malestar que siento reflexiono sobre cómo soy y qué quiero ser, en este caso como bético. Y en esa línea trazada no hay curvas derivadas de un gol que de un partido ni de cinco partidos que no vean un gol. Se trata de algo más, de algo que me convence que esto no funciona por tantos motivos alejados de la pelotita que incluso la pelotita si entra me alegro. Sí, señores, me alegro, un destructor que se alegra, un destructor que lloraba como un crío chico cuando nos salvamos contra los que el otro día llevaban nuestra camiseta. Que va al campo a disfrutar y que tiene la ola como un elemento más de diversión para una afición hastiada, pero hasta la ola tiene un beticómetro puesto en la cresta, una sombra de busto, un halo de libertad, verde libertad.
Por todo esto resumo, no me busquen para lo fácil, porque ahí estaré el último, en lo difícil es donde me encuentro, donde las victorias no me hacen mella sino todo lo contrario. Donde la mirada se transforma en fijeza y donde esa fijeza no transmita conformismo. Ahí estaré, con todos los béticos en la celebración de un gol, con muchos béticos en la reflexión que lleva a ese gol, que quieren aportar sus ganas y conocimientos, su amor en forma de trabajo y de cariño, y con otros muchos que piensan que ese gol les pertenece, quizá igual que quien permanece al margen, quizá igual que quien mira lo que pasa y hoy es chachi meterse con el club y mañana están adorando falsos dioses. Igual.
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