EL caso de Sergio Garcia define perfectamente el sentir bético: nos venden su fichaje y la supuesta mejor plantilla de la historia y se desata la euforia descontrolada. Para colmo el fichaje estrella ni siquiera era necesario ya que lo urgente era un delantero goleador, porque es IMPOSIBLE afrontar una liga y copa con sólo 2 puntas (y malos).
EL caso de Sergio Garcia define perfectamente el sentir bético: nos venden su fichaje y la supuesta mejor plantilla de la historia y se desata la euforia descontrolada. Para colmo el fichaje estrella ni siquiera era necesario ya que lo urgente era un delantero goleador, porque es IMPOSIBLE afrontar una liga y copa con sólo 2 puntas (y malos).
Con Sergio García nos han colado el enésimo mediapunta sin gol en 16 años.
Otro más, y eso que a mi S. García me agrada, pero no era lo que necesitábamos con más urgencia, ya lo dije en su momento.
Creo seriamente que desde que Aragonés le dijo a Lopera que el gol costaba dinero, Lopera desarrolló una especie de fobia a los puntas naturales (y caros) e hizo desde entonces una estrategia (que le ha salido como el culo) para no tener que ficharlos y sustituirlos por jugadores que pudieran servir más o menos de cara a la galería.
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