El cuerpo técnico del Real Betis llevó a cabo el pasado verano una iniciativa peliaguda. Entregó unos cuestionarios a todos los componentes de la plantilla para que los jugadores valoraran el trabajo del entrenador y sus ayudantes. Una vez examinados los cuestionarios la nota fue muy buena.
Francisco Chaparro y sus ayudantes, en especial su mano derecha, Carmelo del Pozo, ya llamaron la atención la pasada temporada por sus métodos de motivación psicológica. Desde la selección de la música, pasando por citas literarias y rematando con imágenes impactantes, muchos fueron los resortes motivadores utilizados por los técnicos.
Este pasado verano dieron un paso más. Fue en la semana previa a la concentración del equipo en Alicante cuando el cuerpo técnico decidió elaborar unos cuestionarios en los que se solicitaba a los jugadores una nota al trabajo de los técnicos, una valoración de los métodos de trabajo y por último los aspectos a mejorar según el pensamiento de los propios futbolistas.
Los cuestionarios se entregaron en un sobre cerrado y tenían carácter absolutamente anónimo. No aparecía ni el nombre ni el apellido de los jugadores, todo con el objetivo de que ninguno de los componentes de la plantilla se sintiera coaccionado. Es evidente que los jugadores suelen decir la verdad si se les pregunta a la cara, como puede ocurrir en cualquier trabajo con los respectivos jefes.
La totalidad de la plantilla, incluido aquellos jugadores que no entraban en los planes de los técnicos y a los que se les dijo que tenían que buscarse equipo, respondió a los cuestionarios y la nota media obtenida por los técnicos fue de 8,5.
Lógicamente, la noticia le sentó muy bien a Francisco Chaparro, que se ha valido de ese apoyo en los momentos de zozobra que se han vivido con el mal inicio liguero del conjunto verdiblanco en el Campeonato.
La realidad es que en líneas generales la plantilla verdiblanca está al lado del cuerpo técnico. Lógicamente, hay jugadores algo descontentos porque apenas cuentan para Chaparro, pero llama la atención que durante el comienzo de Liga, tan desastroso, nadie haya sacado los pies del tiesto.
Además de poner de manifiesto su filosofía de juego, el preparador heliopolitano se ha mostrado confiado en su entendimiento con Lopera para hacer un Betis cada día más competitivo.
Es parte de lo que he leido en un medio local digital, concretamente el correo de andalucia.
Francisco Chaparro y sus ayudantes, en especial su mano derecha, Carmelo del Pozo, ya llamaron la atención la pasada temporada por sus métodos de motivación psicológica. Desde la selección de la música, pasando por citas literarias y rematando con imágenes impactantes, muchos fueron los resortes motivadores utilizados por los técnicos.
Este pasado verano dieron un paso más. Fue en la semana previa a la concentración del equipo en Alicante cuando el cuerpo técnico decidió elaborar unos cuestionarios en los que se solicitaba a los jugadores una nota al trabajo de los técnicos, una valoración de los métodos de trabajo y por último los aspectos a mejorar según el pensamiento de los propios futbolistas.
Los cuestionarios se entregaron en un sobre cerrado y tenían carácter absolutamente anónimo. No aparecía ni el nombre ni el apellido de los jugadores, todo con el objetivo de que ninguno de los componentes de la plantilla se sintiera coaccionado. Es evidente que los jugadores suelen decir la verdad si se les pregunta a la cara, como puede ocurrir en cualquier trabajo con los respectivos jefes.
La totalidad de la plantilla, incluido aquellos jugadores que no entraban en los planes de los técnicos y a los que se les dijo que tenían que buscarse equipo, respondió a los cuestionarios y la nota media obtenida por los técnicos fue de 8,5.
Lógicamente, la noticia le sentó muy bien a Francisco Chaparro, que se ha valido de ese apoyo en los momentos de zozobra que se han vivido con el mal inicio liguero del conjunto verdiblanco en el Campeonato.
La realidad es que en líneas generales la plantilla verdiblanca está al lado del cuerpo técnico. Lógicamente, hay jugadores algo descontentos porque apenas cuentan para Chaparro, pero llama la atención que durante el comienzo de Liga, tan desastroso, nadie haya sacado los pies del tiesto.
Además de poner de manifiesto su filosofía de juego, el preparador heliopolitano se ha mostrado confiado en su entendimiento con Lopera para hacer un Betis cada día más competitivo.
Es parte de lo que he leido en un medio local digital, concretamente el correo de andalucia.
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