Allá que iba a ver al Betis de nuevo. El coche, a tomar por saco de lejos, eso como siempre... Así va conociéndose uno las calles de Los Bermejales y de Heliópolis... los baches de la Avenida de Holanda, baches y lo que no son baches, porque los coches se te plantan en lo alto a menos que te desuides y el gorrilla de turno te vea una buena espalda para aparcar.
Sorteados baches, baches aguados, los del bar de los bocatas, coches por todos lados y, hoy no, a los que juegan a las cartas y practican el botelloning a la espera del partido, llego a mi puerta, empieza a caer agua con fuerza... Ofú, la puerta por la que entro "chapada", frente a ella una cola triple que no se sabe ni dónde va ni de dónde viene... Me pongo en cola y llego a los bajos mientras mis compis béticos, unos cuantos miles se mojan esperando estar donde yo estoy... Por supuesto los gritos de protesta son continuos e incluso las amenazas de no renovar en diciembre constantes. Pero bueno, son individuales y no pasan de ser gritos en el desierto mojado de la Sevilla Bética.
Yo, que voy con mi crío, me huelo el percal, tengo mi sitio a la interperie del lado "bueno". O sea fondo bajo, donde el otro día cayó de arriba un asiento volante no identificado, espero que a su lanzador si lo identificasen. Pues esta vez caía agua, con lo que me dirijí a los extremos, seguro que allí algún asiento libre quedaría para poder ver el partido... Y corriendo para allá, logré un sitito coqueto al lado de la escalera y no demandado por ningún abonado. Coj_onudo.
Eso sí, las escaleras estaban para una emergencia, abarrotadas. Esto no es culpa de nadie, que conste, sólo de que en Sevilla, la lluvia es una maravilla.
Y ganamos, lo digo porque desde el minuto uno donde marcó Damiá (no Damián, Sr. Lopera) el partido estaba ganado. El Mallorca tuvo sus oportunidades y los béticos vivimos con el miedo en el cuerpo incluso si vamos ganando 5 a 0 y en el descuento. Es lo que nos toca vivir y el miedo no entiende ni de horas, ni de árbitros.
Pero 3-0 con otros goles de Emaná y de Pavone. Yo que iba a una tarde de sol, yo que iba a ver correr al crío por la escalera, yo que iba a disfrutar haciendo fotitos. Pues me veo encajonado, con el crío en brazos y lloviendo a cántaros con la cámara haciendo fotos como un paparachi en la puerta de un famosete, rápido y desenfocado. Pero ganamos, y si ganamos lloviendo espero que Santa Bárbara nos envíe los rayos y truenos todos los domingos a las cinco de la tarde si la autoridad y las televisiones lo permiten.
Jejeje, me acuerdo ahora de dos pobres chicas de seguridad que iban camisa y corbata a pié de campo empapadas hasta que casi al final de la primera parte le trajeron unos chubasqueros... Será para proteger la mojá que pillaron. También lo serio que se puso el árbitro con un recogepelotas que se atrevió a recriminarle una falta... Chavá, que tú no estás pa eso, pa que te salte la vena, en la grada, pero buen intento. Mi homenaje también a los chorros de agua que caían aleatoriamente de arriba a abajo. Fue gracioso, bueno que me perdonen, ver a los dueños de esos asientos intentando resguardarse, no de la lluvia, sino de los caños de agua.
Betisweb, buen intento, no hay una sin dos ni dos sin tres. Un tiffo es al aire libre, mientras nuestro campo esté así, y si hay inclemencias, pues a aguantarse, se estropeó el invento pero espero que no las ganas.
Hola Gol Norte, Hola Gol Sur... grito que el Beticismo quiere dar no sólo un domingo, sino todos. Grito que tiene guardado a modo de explosivo siempre con la mecha encendida, pero que lleva mucho tiempo ajada. La ola igual, a quién no le gusta zambullirse en una ola de 30000 personas?? No conozco a nadie que no quiera, sólo que de tanto aguantar la respiración para hacerla algunos sólo consiguen una ahogadilla y otros sufren hipotermia. Por mi parte las explosiones de alegría deben ir acompañadas de cuestiones más semánticas, más a pié de campo, más mirando entre bamboleos de la marea cómo el palomar, nuestro palomar, se cae a trozos, comprobado (y qué me gustó ver los números en sus cuencas vacías, 3-0). O cómo nuestros bsportistas siguen escondiéndose otro partido más en palquitos al uso. O cómo la tasa de bajas por resfriados este lunes es directamente proporcional a la incompetencia de llevar a cabo la terminación de la casa de los béticos.
Qué hice yo? Alegrarme y respirar, 5 puntos son los mismos del Huelva, pero son 5, no dos, y por estadísticas en un partido hemos conseguido más puntos que el los anteriores... Cosas que pasan.
Sorteados baches, baches aguados, los del bar de los bocatas, coches por todos lados y, hoy no, a los que juegan a las cartas y practican el botelloning a la espera del partido, llego a mi puerta, empieza a caer agua con fuerza... Ofú, la puerta por la que entro "chapada", frente a ella una cola triple que no se sabe ni dónde va ni de dónde viene... Me pongo en cola y llego a los bajos mientras mis compis béticos, unos cuantos miles se mojan esperando estar donde yo estoy... Por supuesto los gritos de protesta son continuos e incluso las amenazas de no renovar en diciembre constantes. Pero bueno, son individuales y no pasan de ser gritos en el desierto mojado de la Sevilla Bética.
Yo, que voy con mi crío, me huelo el percal, tengo mi sitio a la interperie del lado "bueno". O sea fondo bajo, donde el otro día cayó de arriba un asiento volante no identificado, espero que a su lanzador si lo identificasen. Pues esta vez caía agua, con lo que me dirijí a los extremos, seguro que allí algún asiento libre quedaría para poder ver el partido... Y corriendo para allá, logré un sitito coqueto al lado de la escalera y no demandado por ningún abonado. Coj_onudo.
Eso sí, las escaleras estaban para una emergencia, abarrotadas. Esto no es culpa de nadie, que conste, sólo de que en Sevilla, la lluvia es una maravilla.
Y ganamos, lo digo porque desde el minuto uno donde marcó Damiá (no Damián, Sr. Lopera) el partido estaba ganado. El Mallorca tuvo sus oportunidades y los béticos vivimos con el miedo en el cuerpo incluso si vamos ganando 5 a 0 y en el descuento. Es lo que nos toca vivir y el miedo no entiende ni de horas, ni de árbitros.
Pero 3-0 con otros goles de Emaná y de Pavone. Yo que iba a una tarde de sol, yo que iba a ver correr al crío por la escalera, yo que iba a disfrutar haciendo fotitos. Pues me veo encajonado, con el crío en brazos y lloviendo a cántaros con la cámara haciendo fotos como un paparachi en la puerta de un famosete, rápido y desenfocado. Pero ganamos, y si ganamos lloviendo espero que Santa Bárbara nos envíe los rayos y truenos todos los domingos a las cinco de la tarde si la autoridad y las televisiones lo permiten.
Jejeje, me acuerdo ahora de dos pobres chicas de seguridad que iban camisa y corbata a pié de campo empapadas hasta que casi al final de la primera parte le trajeron unos chubasqueros... Será para proteger la mojá que pillaron. También lo serio que se puso el árbitro con un recogepelotas que se atrevió a recriminarle una falta... Chavá, que tú no estás pa eso, pa que te salte la vena, en la grada, pero buen intento. Mi homenaje también a los chorros de agua que caían aleatoriamente de arriba a abajo. Fue gracioso, bueno que me perdonen, ver a los dueños de esos asientos intentando resguardarse, no de la lluvia, sino de los caños de agua.
Betisweb, buen intento, no hay una sin dos ni dos sin tres. Un tiffo es al aire libre, mientras nuestro campo esté así, y si hay inclemencias, pues a aguantarse, se estropeó el invento pero espero que no las ganas.
Hola Gol Norte, Hola Gol Sur... grito que el Beticismo quiere dar no sólo un domingo, sino todos. Grito que tiene guardado a modo de explosivo siempre con la mecha encendida, pero que lleva mucho tiempo ajada. La ola igual, a quién no le gusta zambullirse en una ola de 30000 personas?? No conozco a nadie que no quiera, sólo que de tanto aguantar la respiración para hacerla algunos sólo consiguen una ahogadilla y otros sufren hipotermia. Por mi parte las explosiones de alegría deben ir acompañadas de cuestiones más semánticas, más a pié de campo, más mirando entre bamboleos de la marea cómo el palomar, nuestro palomar, se cae a trozos, comprobado (y qué me gustó ver los números en sus cuencas vacías, 3-0). O cómo nuestros bsportistas siguen escondiéndose otro partido más en palquitos al uso. O cómo la tasa de bajas por resfriados este lunes es directamente proporcional a la incompetencia de llevar a cabo la terminación de la casa de los béticos.
Qué hice yo? Alegrarme y respirar, 5 puntos son los mismos del Huelva, pero son 5, no dos, y por estadísticas en un partido hemos conseguido más puntos que el los anteriores... Cosas que pasan.
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