Luis A. Lastra
Los tejemanejes entre Manuel Ruiz de Lopera y Betis Sport avanzan hacia el traspaso de las acciones en poder de Farusa, al menos en teoría, pero la operación sigue siendo poco clara y genera muchas preguntas. Por ejemplo, las que se hacen la oposición, las peñas, los aficionados...
Como Francisco Sánchez Quintana, Pedro Muñoz, Juan de Dios Donayre y Mariano Fernández casi no hablan en público y por supuesto no dan ni una pista de cómo han conseguido 70 millones de euros y cómo gestionarán el Betis, lo único que hay a día de hoy es un sinfín de preguntas entre los béticos, que no saben cómo asimilar una operación que a priori pondrá fin a una etapa de dieciséis años. Hay cuestiones clarísimas que inquietan a todos, ya sean de la oposición, de una peña o simples aficionados: quién está detrás de esos cuatro señores y les aporta el dinero, qué papel desempeñará Lopera, si piensan renovar a Edu, si acometerán la obra del estadio, si modernizarán el club... Las dudas son muchas.
A la oposición le encantaría sentarse delante de los aspirantes a compradores. José Antonio Tirado, presidente de Por Nuestro Betis (PNB), empieza con otra duda generalizada: “¿Alguna vez han sido socios o accionistas?”. Su asociación se centra en el capítulo económico: “¿Piensan tratar el Betis como un negocio?”, “¿cómo se atreven a comprar una institución bajo instrucción judicial?” o “¿en qué actividad piensan conseguir el dinero para devolvérselo a quien se lo ha prestado?” son algunas de sus preguntas.
La incertidumbre de PNB, además, crece cuando escuchan determinadas propuestas del futuro presidente, Francisco Sánchez, que a su juicio “demuestran que no saben nada de esto”. Por eso Tirado se pregunta en tono irónico “si piensan contar con el gerente y con empleados como Manolito”. Más en serio, PNB abre otras muchas interrogaciones en un foro interno que creó hace semanas: “¿Piensan contar con otros accionistas para la gestión?”, “¿qué saben del convenio urbanístico con el Ayuntamiento?”, “¿van a cambiar el nombre al estadio?”, “¿compran el paquete mayoritario como béticos o como empresarios?”...
La incredulidad también es patente en Béticos por el Villamarín: “No me lo creo ni viendo el dinero encima de la mesa”, apostilla su portavoz, Emilio Soto. Su grupo tiene una pregunta muy clara: “¿Quién está detrás de todo esto? Respuesta no va a haber ninguna, pero estamos seguros de que es Lopera”, dice Soto, que también se cuestiona “por qué hay una cuenta numerada en Suiza”. “Es todo muy del estilo de Lopera, nada claro. Como está acostumbrado a que las criaturitas se lo crean todo… pues las criaturitas ya no nos creemos nada”, sentencia.
Diversidad en el peñismo. En el mundo de las peñas hay opiniones más diversas. La Peña Bética de la Puerta de la Carne, decana del beticismo y del fútbol español, defiende la posición del máximo accionista: “Yo me hubiese ido antes si hubiese tenido que soportar tanta presión como la que ha soportado él de la oposición”, afirma su presidente, Francisco Romero, que de todas formas se cree de la misa la mitad: “La venta se va a hacer, pero puede ser un rollo porque igual estos señores se meten para hacer negocio y venden dentro de uno o dos años”, opina.
Más críticos son desde una de las peñas más activas del beticismo, la de Valdemoro (Madrid). “Lo importante es que haya un cambio ya, como sea, aunque esta gente no inspira demasiada confianza. Me gustaría saber quién pone el dinero, porque ellos no lo tienen, seguro”, valora el presidente, José María Cáliz, quien recuerda que Lopera “es socio de honor” de su peña por si acaso. Y desde la Coordinadora de Peñas de Cataluña, su responsable, Jesús Ríos, corrobora que “debe haber cambios”. “Por el Betis pasaron buenos entrenadores y tuvieron que irse, llegaron buenos jugadores y tuvieron que irse. Lopera tuvo una etapa muy buena, pero debería irse ya”, pide.
Fuente: Correo de Andalucía
Los tejemanejes entre Manuel Ruiz de Lopera y Betis Sport avanzan hacia el traspaso de las acciones en poder de Farusa, al menos en teoría, pero la operación sigue siendo poco clara y genera muchas preguntas. Por ejemplo, las que se hacen la oposición, las peñas, los aficionados...
Como Francisco Sánchez Quintana, Pedro Muñoz, Juan de Dios Donayre y Mariano Fernández casi no hablan en público y por supuesto no dan ni una pista de cómo han conseguido 70 millones de euros y cómo gestionarán el Betis, lo único que hay a día de hoy es un sinfín de preguntas entre los béticos, que no saben cómo asimilar una operación que a priori pondrá fin a una etapa de dieciséis años. Hay cuestiones clarísimas que inquietan a todos, ya sean de la oposición, de una peña o simples aficionados: quién está detrás de esos cuatro señores y les aporta el dinero, qué papel desempeñará Lopera, si piensan renovar a Edu, si acometerán la obra del estadio, si modernizarán el club... Las dudas son muchas.
A la oposición le encantaría sentarse delante de los aspirantes a compradores. José Antonio Tirado, presidente de Por Nuestro Betis (PNB), empieza con otra duda generalizada: “¿Alguna vez han sido socios o accionistas?”. Su asociación se centra en el capítulo económico: “¿Piensan tratar el Betis como un negocio?”, “¿cómo se atreven a comprar una institución bajo instrucción judicial?” o “¿en qué actividad piensan conseguir el dinero para devolvérselo a quien se lo ha prestado?” son algunas de sus preguntas.
La incertidumbre de PNB, además, crece cuando escuchan determinadas propuestas del futuro presidente, Francisco Sánchez, que a su juicio “demuestran que no saben nada de esto”. Por eso Tirado se pregunta en tono irónico “si piensan contar con el gerente y con empleados como Manolito”. Más en serio, PNB abre otras muchas interrogaciones en un foro interno que creó hace semanas: “¿Piensan contar con otros accionistas para la gestión?”, “¿qué saben del convenio urbanístico con el Ayuntamiento?”, “¿van a cambiar el nombre al estadio?”, “¿compran el paquete mayoritario como béticos o como empresarios?”...
La incredulidad también es patente en Béticos por el Villamarín: “No me lo creo ni viendo el dinero encima de la mesa”, apostilla su portavoz, Emilio Soto. Su grupo tiene una pregunta muy clara: “¿Quién está detrás de todo esto? Respuesta no va a haber ninguna, pero estamos seguros de que es Lopera”, dice Soto, que también se cuestiona “por qué hay una cuenta numerada en Suiza”. “Es todo muy del estilo de Lopera, nada claro. Como está acostumbrado a que las criaturitas se lo crean todo… pues las criaturitas ya no nos creemos nada”, sentencia.
Diversidad en el peñismo. En el mundo de las peñas hay opiniones más diversas. La Peña Bética de la Puerta de la Carne, decana del beticismo y del fútbol español, defiende la posición del máximo accionista: “Yo me hubiese ido antes si hubiese tenido que soportar tanta presión como la que ha soportado él de la oposición”, afirma su presidente, Francisco Romero, que de todas formas se cree de la misa la mitad: “La venta se va a hacer, pero puede ser un rollo porque igual estos señores se meten para hacer negocio y venden dentro de uno o dos años”, opina.
Más críticos son desde una de las peñas más activas del beticismo, la de Valdemoro (Madrid). “Lo importante es que haya un cambio ya, como sea, aunque esta gente no inspira demasiada confianza. Me gustaría saber quién pone el dinero, porque ellos no lo tienen, seguro”, valora el presidente, José María Cáliz, quien recuerda que Lopera “es socio de honor” de su peña por si acaso. Y desde la Coordinadora de Peñas de Cataluña, su responsable, Jesús Ríos, corrobora que “debe haber cambios”. “Por el Betis pasaron buenos entrenadores y tuvieron que irse, llegaron buenos jugadores y tuvieron que irse. Lopera tuvo una etapa muy buena, pero debería irse ya”, pide.
Fuente: Correo de Andalucía
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