…y volvió por sus fueros…el “currobetis”, ese equipo capaz de hacerte sentir la mas inmensas de las alegrías y 20 minutos después la mayor de las desilusiones…y volvió por sus fueros…como si la historia de su vida residiera en un bucle en el tiempo del cual no pudiese salir para estar siempre recordándole que a un año de gloria le siguen ocho o diez de penurias…y volvió por sus fueros…a complicarse la existencia cuando lo mas fácil hubiese sido seguir como ha demostrado que sabe hacerlo, como toda España sabe que lo hace…y se le teme, pero también se le presume que siempre hay un momento en el que si lo atacas muere….y volvió por sus fueros…como ya lo hizo después de ganar la primera Copa del Rey y derrotar en San Siro al todopoderoso Milán fiel a su idiosincrasia, ese mismo Betis cuasi mitológico para los aficionados añejos, descendió a Segunda en la temporada siguiente…y volvió por sus fueros…y un millón de veces más volverá, porque así está escrito, porque así es su vida tropezar para volver a levantarse y lamerse sus heridas como el lobo que solo en el monte solamente busca alimentar a sus cachorros…
Y vuelve por sus fueros…el Bético de a pié, el que derrama Beticismo por cada poro de su piel, el que se acuesta pensando en él y se levanta con la ilusión de volver a verlo cada Domingo…el que llora, pierde el apetito, el que ríe, el que se enfada consigo mismo por ir cuando se ha prometido un millón de veces que no volvería…y vuelve…por sus fueros…a saber que ahora que se está el último hay que ir a gritar y a animar más que nunca, porque lo necesitan, su Betis necesita alimentarse de su aliento, de su calor, de su ira, de su rabia y de su sufrimiento, de su pena, su angustia y de su llanto interior, de su esperanza, de su ilusión y su optimismo innato…necesita de él y de lo que él cree…y vuelve por sus fueros…a defenderlo a capa y espada y a ir a cuidarlo aún sabiendo que el enfermo tarde o temprano terminará por fallecer, a seguirlo por cada campo de futbol en el que su escudo de las trece barras esté presente y a presumir de lo que se es….de haber estado en Utrera y haber soñado en Anfield… y volvió por sus fueros…y un millón de veces más volverá, porque así está escrito, porque así es su vida tropezar para volver a levantarse y lamerse sus heridas como el cachorro de lobo que ya sabiendo defenderse solamente busca alimentar a su viejo padre…
…esta es nuestra idiosincrasia y el que no logre o quiera entenderla quizás no sea un lobo…quizás ni el mismo sepa lo que quiere ser pero para ser del Betis o vuelves por tus fueros esos que te enseñaron tus mayores o te quedas en el camino…como el lobo que cree ser un león...
Y vuelve por sus fueros…el Bético de a pié, el que derrama Beticismo por cada poro de su piel, el que se acuesta pensando en él y se levanta con la ilusión de volver a verlo cada Domingo…el que llora, pierde el apetito, el que ríe, el que se enfada consigo mismo por ir cuando se ha prometido un millón de veces que no volvería…y vuelve…por sus fueros…a saber que ahora que se está el último hay que ir a gritar y a animar más que nunca, porque lo necesitan, su Betis necesita alimentarse de su aliento, de su calor, de su ira, de su rabia y de su sufrimiento, de su pena, su angustia y de su llanto interior, de su esperanza, de su ilusión y su optimismo innato…necesita de él y de lo que él cree…y vuelve por sus fueros…a defenderlo a capa y espada y a ir a cuidarlo aún sabiendo que el enfermo tarde o temprano terminará por fallecer, a seguirlo por cada campo de futbol en el que su escudo de las trece barras esté presente y a presumir de lo que se es….de haber estado en Utrera y haber soñado en Anfield… y volvió por sus fueros…y un millón de veces más volverá, porque así está escrito, porque así es su vida tropezar para volver a levantarse y lamerse sus heridas como el cachorro de lobo que ya sabiendo defenderse solamente busca alimentar a su viejo padre…
…esta es nuestra idiosincrasia y el que no logre o quiera entenderla quizás no sea un lobo…quizás ni el mismo sepa lo que quiere ser pero para ser del Betis o vuelves por tus fueros esos que te enseñaron tus mayores o te quedas en el camino…como el lobo que cree ser un león...
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