M. GONZÁLEZ. SEVILLA
Publicado Jueves, 11-09-08 a las 07:37
Las últimas quejas de Edu sobre el estado del gimnasio de la ciudad deportiva y la comprensiva réplica de José León han reabierto el debate sobre el estado del lugar habitual de entrenamientos de la primera plantilla verdiblanca. Las instalaciones ya tienen once años y están inmersas en unas obras de mejora que, por ahora, sólo atañen a los escalafones inferiores, pero el proyecto de renovación tiene más de tres años de antigüedad y parece que nunca tiene fin, aunque desde el club se prevé ahora que llegue antes de 2009.
La ciudad deportiva del Betis tal y como se la conoce ahora nació el 19 de diciembre de 1997, cuando fue inaugurada por Manuel Ruiz de Lopera, entonces en su máximo apogeo, rodeado de las más altas personalidades de la ciudad (el entonces alcalde Alejandro Rojas Marcos, monseñor Amigo Vallejo...). En esas fechas contaba con dos campos de césped, uno de albero, vestuarios, gimnasio, servicios médicos, cafetería, lavandería... Prácticamente lo mismo con lo que cuentan ahora las instalaciones heliopolitanas y lo que más enoja a quienes trabajan allí diariamente, los futbolistas, que reclaman una urgente mejora, una puesta al día.
El club, desde 2005, ha anunciado un proyecto de rehabilitación y mejora de sus instalaciones que ha ido postergando y retrasando por motivos diversos. En este tiempo han cambiado hasta los responsables de esta obra, ya que en un principo el ex consejero y arquitecto Enrique de Haro era quien impulsaba la idea, lo continuó Francisco Sánchez, que llegó con León al consejo y ya no está, y ahora lo desarrollan Manuel Castaño y el nuevo coordinador de instalaciones y ex delegado, Salva Navarro.
La diáspora de la cantera
Por fin, en junio de 2007 entraron los operarios para iniciar la instalación de un campo de césped artificial, otro de fútbol-7, varias torretas de iluminación y un edificio que albergará dos vestuarios de árbitros, cuatro para los jugadores de los escalafones inferiores, un despacho para el servicio médico y un almacén. Sin embargo, esta obra también ha sufrido excesivos retrasos y el nuevo plazo de conclusión anunciado es final de este año. León hablaba de este asunto: «Veo normal las quejas de Edu porque el año pasado los jugadores estaban dispuestos a renunciar a parte de sus primas para financiar la mejora pero les dijimos que no hacía falta. Es algo que tenemos que aceptar porque es la realidad».
Mientras, la diáspora de los escalafones inferiores por la provincia, puesto que los equipos de la cantera bética han tenido que jugar como locales en poblaciones como Bormujos, Castilleja de la Cuesta, Villanueva del Ariscal, Benacazón, Gelves, Huévar, Sanlúcar la Mayor, Dos Hermanas...
Estas mejoras incluyen también la urbanización de la entrada a la ciudad deportiva, algo reclamado desde hace mucho tiempo por los jugadores, que quieren evitar el camino de albero. En cuanto finalicen las obras en los nuevos campos se aplicará el asfalto y luego se instalará el césped artificial. Sin embargo, los jugadores no sólo tienen esta inquietud, sino que piden una puesta al día del resto del complejo, como ya dijo Joaquín cuando se fue.
Consideran el gimnasio demasiado pequeño, lo que provoca incomodidad para realizar los ejercicios, y que las máquinas están obsoletas. Desde el club se asegura que se prevé restar sitio a la lavandería que hay en las instalaciones para ganarlo en la zona de pesas. Pero esto no es lo único, puesto que se busca una conveniente puesta al día del resto de servicios para alcanzar el nivel de otros clubes de Primera. «El nivel es tan parejo que en estos asuntos puede estar la diferencia», afirma un jugador de la primera plantilla.
Publicado Jueves, 11-09-08 a las 07:37
Las últimas quejas de Edu sobre el estado del gimnasio de la ciudad deportiva y la comprensiva réplica de José León han reabierto el debate sobre el estado del lugar habitual de entrenamientos de la primera plantilla verdiblanca. Las instalaciones ya tienen once años y están inmersas en unas obras de mejora que, por ahora, sólo atañen a los escalafones inferiores, pero el proyecto de renovación tiene más de tres años de antigüedad y parece que nunca tiene fin, aunque desde el club se prevé ahora que llegue antes de 2009.
La ciudad deportiva del Betis tal y como se la conoce ahora nació el 19 de diciembre de 1997, cuando fue inaugurada por Manuel Ruiz de Lopera, entonces en su máximo apogeo, rodeado de las más altas personalidades de la ciudad (el entonces alcalde Alejandro Rojas Marcos, monseñor Amigo Vallejo...). En esas fechas contaba con dos campos de césped, uno de albero, vestuarios, gimnasio, servicios médicos, cafetería, lavandería... Prácticamente lo mismo con lo que cuentan ahora las instalaciones heliopolitanas y lo que más enoja a quienes trabajan allí diariamente, los futbolistas, que reclaman una urgente mejora, una puesta al día.
El club, desde 2005, ha anunciado un proyecto de rehabilitación y mejora de sus instalaciones que ha ido postergando y retrasando por motivos diversos. En este tiempo han cambiado hasta los responsables de esta obra, ya que en un principo el ex consejero y arquitecto Enrique de Haro era quien impulsaba la idea, lo continuó Francisco Sánchez, que llegó con León al consejo y ya no está, y ahora lo desarrollan Manuel Castaño y el nuevo coordinador de instalaciones y ex delegado, Salva Navarro.
La diáspora de la cantera
Por fin, en junio de 2007 entraron los operarios para iniciar la instalación de un campo de césped artificial, otro de fútbol-7, varias torretas de iluminación y un edificio que albergará dos vestuarios de árbitros, cuatro para los jugadores de los escalafones inferiores, un despacho para el servicio médico y un almacén. Sin embargo, esta obra también ha sufrido excesivos retrasos y el nuevo plazo de conclusión anunciado es final de este año. León hablaba de este asunto: «Veo normal las quejas de Edu porque el año pasado los jugadores estaban dispuestos a renunciar a parte de sus primas para financiar la mejora pero les dijimos que no hacía falta. Es algo que tenemos que aceptar porque es la realidad».
Mientras, la diáspora de los escalafones inferiores por la provincia, puesto que los equipos de la cantera bética han tenido que jugar como locales en poblaciones como Bormujos, Castilleja de la Cuesta, Villanueva del Ariscal, Benacazón, Gelves, Huévar, Sanlúcar la Mayor, Dos Hermanas...
Estas mejoras incluyen también la urbanización de la entrada a la ciudad deportiva, algo reclamado desde hace mucho tiempo por los jugadores, que quieren evitar el camino de albero. En cuanto finalicen las obras en los nuevos campos se aplicará el asfalto y luego se instalará el césped artificial. Sin embargo, los jugadores no sólo tienen esta inquietud, sino que piden una puesta al día del resto del complejo, como ya dijo Joaquín cuando se fue.
Consideran el gimnasio demasiado pequeño, lo que provoca incomodidad para realizar los ejercicios, y que las máquinas están obsoletas. Desde el club se asegura que se prevé restar sitio a la lavandería que hay en las instalaciones para ganarlo en la zona de pesas. Pero esto no es lo único, puesto que se busca una conveniente puesta al día del resto de servicios para alcanzar el nivel de otros clubes de Primera. «El nivel es tan parejo que en estos asuntos puede estar la diferencia», afirma un jugador de la primera plantilla.
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