Un puzzle romano
El gran número de hombres importantes que se mueven en la media punta hacen que Chaparro se plantee colocar a Edu como falso '9', al estilo de Totti en la Roma
Con el inicio de la Liga ya consumado y las plantillas de los equipos de Primera cerradas hace unos días, ahora es el turno de que los entrenadores empiecen, si no lo han hecho ya, a encajar las piezas dentro de sus equipos para que funcionen como buenos relojes suizos. En el caso del Betis, Paco Chaparro tiene ante sí a un grupo conformado según su gusto balompédico, pero al que deberá variar su disposición dentro del césped si quiere colocar juntos a los buenos refuerzos que han llegado a Sevilla.
Desde su llegada al banquillo verdiblanco, el técnico trianero ha optado por colocar a tres hombres en el centro del campo -normalmente dos de ellos de un corte más defensivo-, con otros dos jugadores cerca de las bandas, sobre todo Mark González, ya que Edu se mueve por donde quiere, y un único hombre en punta, siendo Pavone el más utilizado en esta posición. La irrupción del último fichaje en llegar, Sergio García, que llega para desplazar del once inicial al argentino, podría hacer que Chaparro variase su idea para dar cabida al internacional español. Aunque en su camiseta luzca el 9, no es la posición que mejor se adapte a un atacante de sus características, al que le gusta moverse en la zona de la media punta o acostado a una de las bandas. ¿La solución a este inconveniente de jugar sin un delantero puro? Pues parece que Chaparro la tiene bien estudiada. En cuanto Edu, un hombre indispensable para el preparador del Betis, esté recuperado de su lesión, Chaparro lo podría probar como punta de lanza del tridente de ataque, dejando a Mark González y Sergio García como sus escuderos. La capacidad del brasileño para jugar arriba, posición en la que tuvo que disputar muchos encuentros en el Celta, es sobradamente conocida. Edu es uno de los mayores asistentes del equipo y de esto se podrían aprovechar los dos extremos, además de la llegada de segunda línea de Emana, el arma secreta de este Betis.
Aunque en España no haya ningún equipo que se atreva a saltar a un campo sin uno o dos delanteros natos, la verdad es que este modelo tiene su origen en Roma. El equipo de la capital italiana, segundo la pasada temporada en el Calcio, es uno de los conjuntos que asombró a Europa por su forma de jugar a la pelota. Su capitán y buque insignia, Francesco Totti, es ese falso delantero que coloca solo en punta el ideólogo de esta forma de jugar: Luciano Spalleti. El entrenador italiano aprovecha la gran capacidad de Totti para jugar de espaldas al marco rival, unida a la velocidad de los cuatro hombres que actúan por detrás -en el Betis serían Mark González, Sergio García, Emana y Capi- y así destrozar las defensas rivales, que nunca saben por qué lugar les va a llegar el peligro.
Ésta fue la fórmula que adoptó el entrenador del subcampeón italiano para conjuntar un equipo repleto de medias puntas, un problema que Chaparro puede paliar con este esquema de juego. Esta idea no quiere decir que el Betis vaya a jugar de inmediato con ella o que no pueda tener otros estilos a lo largo de la temporada, ya que Edu y Mark González -sobre todo el chileno- son jugadores que suelen pasar por algunas lesiones a lo largo de un año y sin ellos, o básicamente sin el brasileño, es más difícil ponerla en pie. La gran duda está ahora en si hace falta uno o dos pivotes defensivos. Tiempo al tiempo.
Fuente: Diario de Sevilla.
Interesante solución para la saturación de jugadores en segunda línea que poseemos. Si nos saliera tan bien como al equipo de Spalleti...
El gran número de hombres importantes que se mueven en la media punta hacen que Chaparro se plantee colocar a Edu como falso '9', al estilo de Totti en la Roma
Con el inicio de la Liga ya consumado y las plantillas de los equipos de Primera cerradas hace unos días, ahora es el turno de que los entrenadores empiecen, si no lo han hecho ya, a encajar las piezas dentro de sus equipos para que funcionen como buenos relojes suizos. En el caso del Betis, Paco Chaparro tiene ante sí a un grupo conformado según su gusto balompédico, pero al que deberá variar su disposición dentro del césped si quiere colocar juntos a los buenos refuerzos que han llegado a Sevilla.
Desde su llegada al banquillo verdiblanco, el técnico trianero ha optado por colocar a tres hombres en el centro del campo -normalmente dos de ellos de un corte más defensivo-, con otros dos jugadores cerca de las bandas, sobre todo Mark González, ya que Edu se mueve por donde quiere, y un único hombre en punta, siendo Pavone el más utilizado en esta posición. La irrupción del último fichaje en llegar, Sergio García, que llega para desplazar del once inicial al argentino, podría hacer que Chaparro variase su idea para dar cabida al internacional español. Aunque en su camiseta luzca el 9, no es la posición que mejor se adapte a un atacante de sus características, al que le gusta moverse en la zona de la media punta o acostado a una de las bandas. ¿La solución a este inconveniente de jugar sin un delantero puro? Pues parece que Chaparro la tiene bien estudiada. En cuanto Edu, un hombre indispensable para el preparador del Betis, esté recuperado de su lesión, Chaparro lo podría probar como punta de lanza del tridente de ataque, dejando a Mark González y Sergio García como sus escuderos. La capacidad del brasileño para jugar arriba, posición en la que tuvo que disputar muchos encuentros en el Celta, es sobradamente conocida. Edu es uno de los mayores asistentes del equipo y de esto se podrían aprovechar los dos extremos, además de la llegada de segunda línea de Emana, el arma secreta de este Betis.
Aunque en España no haya ningún equipo que se atreva a saltar a un campo sin uno o dos delanteros natos, la verdad es que este modelo tiene su origen en Roma. El equipo de la capital italiana, segundo la pasada temporada en el Calcio, es uno de los conjuntos que asombró a Europa por su forma de jugar a la pelota. Su capitán y buque insignia, Francesco Totti, es ese falso delantero que coloca solo en punta el ideólogo de esta forma de jugar: Luciano Spalleti. El entrenador italiano aprovecha la gran capacidad de Totti para jugar de espaldas al marco rival, unida a la velocidad de los cuatro hombres que actúan por detrás -en el Betis serían Mark González, Sergio García, Emana y Capi- y así destrozar las defensas rivales, que nunca saben por qué lugar les va a llegar el peligro.
Ésta fue la fórmula que adoptó el entrenador del subcampeón italiano para conjuntar un equipo repleto de medias puntas, un problema que Chaparro puede paliar con este esquema de juego. Esta idea no quiere decir que el Betis vaya a jugar de inmediato con ella o que no pueda tener otros estilos a lo largo de la temporada, ya que Edu y Mark González -sobre todo el chileno- son jugadores que suelen pasar por algunas lesiones a lo largo de un año y sin ellos, o básicamente sin el brasileño, es más difícil ponerla en pie. La gran duda está ahora en si hace falta uno o dos pivotes defensivos. Tiempo al tiempo.
Fuente: Diario de Sevilla.
Interesante solución para la saturación de jugadores en segunda línea que poseemos. Si nos saliera tan bien como al equipo de Spalleti...
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