Hace unos años cuando no había internet (aunque ahora parezca que siempre lo hubo) los fichajes venían con cierto halo de misterio. De pronto aparecía un nombre y la gente pensaba que si se había fichado era porque era bueno. Después, como pasa hoy, por cada uno que salía bien, dos fallaban (bueno, hoy el ratio es mucho peor, la verdad).
Ahora veo que, en cuanto sale un jugador, todo el mundo sabe de memoria como juega porque si fichas a un neozelandes enseguida alguien dice “yo es que sigo mucho la liga neozelandesa”. Y además, para eso están el youtube. Sin embargo, yo sospecho que la mayoría (como yo) a los jugadores que no jueguen en españa o en equipos o selecciones muy punteras apenas se les ve.
Pues bien, yo hace tiempo tengo un indicador (sólo eso, un indicador) de si un jugador es bueno o es una “bacalá”. Se trata del cabreo o alegría que tienen los aficionados del equipo que lo vende. Pensemos en nosotros. Cuando Joaquín u Oliveria se vendió (y eso que se vendieron bien) todos opinábamos que se iban dos cracks, si se vende mañana Sobis no creo que nos rasguemos las vestiduras. Si se vende capi por seis millones de euros yo creo que alguno aún se hace Loperista.
Pues bien, viendo lo que hemos fichado, a lo largo del tiempo he ido mirando y aunque siempre hay opiniones para todos los gustos se puede decir que, en el caso de Memeth Aurelio y Emana, la gente de sus equipos están cabreadas con su venta mientras que en el caso de Nelson están contentos como unas castañuelas. En el caso de Nery, si al final se hace, en el Manchester que se vaya al betis afecta lo mismo que a nosotros la cesión de Dani al Elche y en Mexico, donde es una estrella, pasa como con raul, la mitad piensa que es la máxima estrella mundial del balompie (esos son los más nacionalistas) y la mayoría coinciden en que es un bluff que hizo algún partido bueno en la selección pero que vive de las rentas.
Insisto en que sólo es un indicador pero yo me fio más de las sensaciones de la gente que lo ve jugar cada semana y los conocen que de datos como “es internacional” o “hace dos años lo quiso fichar Monchi”.
Curiosamente tengo una medida bastante directa sobre Prajnic y es un croata que trabaja en mi empresa y que me dice que no es malo pero que juega como extremo derecha y a veces por la izquierda pero atacando Aunque no se si fiarme mucho porque me dice que Babic era un jugadorazo
Ahora veo que, en cuanto sale un jugador, todo el mundo sabe de memoria como juega porque si fichas a un neozelandes enseguida alguien dice “yo es que sigo mucho la liga neozelandesa”. Y además, para eso están el youtube. Sin embargo, yo sospecho que la mayoría (como yo) a los jugadores que no jueguen en españa o en equipos o selecciones muy punteras apenas se les ve.
Pues bien, yo hace tiempo tengo un indicador (sólo eso, un indicador) de si un jugador es bueno o es una “bacalá”. Se trata del cabreo o alegría que tienen los aficionados del equipo que lo vende. Pensemos en nosotros. Cuando Joaquín u Oliveria se vendió (y eso que se vendieron bien) todos opinábamos que se iban dos cracks, si se vende mañana Sobis no creo que nos rasguemos las vestiduras. Si se vende capi por seis millones de euros yo creo que alguno aún se hace Loperista.
Pues bien, viendo lo que hemos fichado, a lo largo del tiempo he ido mirando y aunque siempre hay opiniones para todos los gustos se puede decir que, en el caso de Memeth Aurelio y Emana, la gente de sus equipos están cabreadas con su venta mientras que en el caso de Nelson están contentos como unas castañuelas. En el caso de Nery, si al final se hace, en el Manchester que se vaya al betis afecta lo mismo que a nosotros la cesión de Dani al Elche y en Mexico, donde es una estrella, pasa como con raul, la mitad piensa que es la máxima estrella mundial del balompie (esos son los más nacionalistas) y la mayoría coinciden en que es un bluff que hizo algún partido bueno en la selección pero que vive de las rentas.
Insisto en que sólo es un indicador pero yo me fio más de las sensaciones de la gente que lo ve jugar cada semana y los conocen que de datos como “es internacional” o “hace dos años lo quiso fichar Monchi”.
Curiosamente tengo una medida bastante directa sobre Prajnic y es un croata que trabaja en mi empresa y que me dice que no es malo pero que juega como extremo derecha y a veces por la izquierda pero atacando Aunque no se si fiarme mucho porque me dice que Babic era un jugadorazo
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