El Real Betis, como otros muchos clubes españoles, tiene aplazados algunos pagos con la Agencia Tributaria. Como garantía de estos pagos, la entidad bética tiene pignorados los derechos de traspaso de sus jugadores entre otras cuestiones. Hacienda aprieta y cobraría el 30% de un posible traspaso bético. Eso explica en parte por qué no se ha vendido a Sobis.
Hacienda somos todos, dice el lema. También el Real Betis, una sociedad anónima deportiva que tiene aplazados una serie de pagos a la Agencia Tributaria. Como garantía de esos pagos ante el organismo estatal, el conjunto verdiblanco ha colocado, entre otros menesteres como los derechos federativos de sus futbolistas, también los derechos de los posibles traspasos de sus jugadores. Hacienda, como cualquier hijo de vecino, quiere cobrar, y más en estos tiempos de crisis, por lo que ha empezado a apretar al Betis, como también a otros muchos equipos de la Liga.
En concreto, esta presión se traduce en que el Real Betis debe ceder el 30% de lo que perciba en caso de traspaso. ¿Qué significa esto con respecto a la planificación deportiva de la actual temporada? Pues que ha influido de manera importante para que Manuel Ruiz de Lopera no venda a Sobis.
Conviene aclarar que la única oferta que le llegó al máximo accionista verdiblanco fue de ocho millones de euros del Hoffenheim alemán, actual líder de la Bundesliga. Una oferta aceptable en lo económico y que además cobraba el Betis en cómodos plazos. Con la amenaza de Hacienda encima, de esos 8 millones de euros el Betis debía ceder 2.400.000. Eso deja en 5.600.00 lo que percibiría el club heliopolitano cuando en su momento pagó 8,5 millones de euros al contado al Internacional de Porto Alegre, una auténtica millonada.
Lopera, con aceptable criterio, decidió no vender a Sobis por esa cantidad, argumentando que era necesaria al menos una oferta de 10 millones de euros para hacer menos impactante ese 30% y poder así amortizar al futbolista. Además, y a pesar de que Francisco Chaparro hubiera preferido la venta del futbolista, estas razones económicas y también las deportivas han provocado que Sobis se quede en el Betis una temporada más.
Hacienda somos todos, dice el lema. También el Real Betis, una sociedad anónima deportiva que tiene aplazados una serie de pagos a la Agencia Tributaria. Como garantía de esos pagos ante el organismo estatal, el conjunto verdiblanco ha colocado, entre otros menesteres como los derechos federativos de sus futbolistas, también los derechos de los posibles traspasos de sus jugadores. Hacienda, como cualquier hijo de vecino, quiere cobrar, y más en estos tiempos de crisis, por lo que ha empezado a apretar al Betis, como también a otros muchos equipos de la Liga.
En concreto, esta presión se traduce en que el Real Betis debe ceder el 30% de lo que perciba en caso de traspaso. ¿Qué significa esto con respecto a la planificación deportiva de la actual temporada? Pues que ha influido de manera importante para que Manuel Ruiz de Lopera no venda a Sobis.
Conviene aclarar que la única oferta que le llegó al máximo accionista verdiblanco fue de ocho millones de euros del Hoffenheim alemán, actual líder de la Bundesliga. Una oferta aceptable en lo económico y que además cobraba el Betis en cómodos plazos. Con la amenaza de Hacienda encima, de esos 8 millones de euros el Betis debía ceder 2.400.000. Eso deja en 5.600.00 lo que percibiría el club heliopolitano cuando en su momento pagó 8,5 millones de euros al contado al Internacional de Porto Alegre, una auténtica millonada.
Lopera, con aceptable criterio, decidió no vender a Sobis por esa cantidad, argumentando que era necesaria al menos una oferta de 10 millones de euros para hacer menos impactante ese 30% y poder así amortizar al futbolista. Además, y a pesar de que Francisco Chaparro hubiera preferido la venta del futbolista, estas razones económicas y también las deportivas han provocado que Sobis se quede en el Betis una temporada más.
Comentario