Recuerdo todavía cuando era pequeño, y alcanzaba los diez años de edad. El famoso año 1992, el año de la maravillosa Expo, y de aquellos grandiosos juegos olímpicos de Barcelona, donde todos los niños nos emocionamos con aquel arquero encendiendo la llama olimpica, donde todo el país se paralizó ante la final de fútbol, donde por primera vez ganabamos el oro olímpico en el deporte más seguido de toda esta nación, donde nos hicieron vibrar los Fermín Cacho, José Manuel Moreno, Daniel Plaza, etc, etc.
Aquel año donde todos los sevillanos pasamos a la historia mundial por ser sede de la exposición universal, si, aquella que nos dejó una isla de la cartuja desierta en la post expo, y eso si, unas comunicaciones y una renovación de toda la ciudad de tres pares de narices.
Ese año es el más recordado por nuestro máximo accionista, por que "no desapareció el Betis". En aquellos años donde nosotros éramos un equipo que arrastraba una deuda enorme, pero donde nunca la afición dejó que se hundiera en la miseria al club. Por entonces estábamos jugando como bien dice nuestro máximo accionista con el Palamós, y viendo como al eterno rival venían fichajes de relumbrón, como se mantenían en primera división jugando con los grandes, mientras nosotros nos conformábamos con equipos de segunda fila. Eso si... jamás agachamos la cabeza, siempre con la cabeza bien alta, y si atravesábamos una época de vacas flacas, pues no pasaba nada, nuestro Betis había pasado muchas a lo largo de su historia. Ah, y eso si, ya nos podían decir los niños en el colegio mil veces que el Betis, nuestro querido Betis estaba en segunda, que a nosotros nos daba exactamente igual, por que nuestro equipo era grande, y siempre sería grande. Años más tarde, volvíamos a primera, volvíamos con los grandes, despues de tantas penurias, de la conversión a las sociedades anónimas, después del plan de saneamiento, tantas cosas que se escuchaban, pero que como todos los niños uno no llegaba muy bien a saber de que se hablaba, pero eso si, volvíamos a donde nunca debimos de dejar de estar. De la mano de Serra Ferrer, hicimos las mejores temporadas que jamás pudimos vivir, salvando la temporada 2004-2005 donde ganamos un título tras tantos años de satisfacciones y sobre todo de penurias. Volvíamos a primera división, con mucha ilusión, se forma un grandísimo equipo, con fichajes, que hasta entonces jamás habíamos escuchado ningún bético ni por asomo, los Finidi George, Alfonso Perez, Jarni, etc, etc. Teníamos un equipo que enamoraba, que ganaba, que tenía hambre, y con el que jugamos la primera final desde la del 75, aunque perdiéramos. Los derbis los contábamos por victorias con Serra en ese banquillo, éramos ganadores, y si nunca habíamos bajado la cabeza, ahora menos aún. Era entonces cuando nuestros vecinos nos empezaban a mirar desde abajo de la tabla, donde tuvieron que lidiar con Mazagatos y sus mercedes, con aquel señor llamado González de Caldas, al que según Lopera, le teníamos vendido el estadio.
Eso si, como todo en la vida, tiene tropiezos y baches, y retornamos con un equipazo a segunda división, pero donde nadie se quejó, y donde nadie pidió cuentas, sino al revés, todo el mundo arrimó de nuevo el hombro, por que el Betis, nuestro Betis querido no podía estar otros años en segunda división.
Tras ello llegaron Juande Ramos, que hizo una grandísima campaña, metiéndonos de nuevo en puestos europeos, llegó el insulto numero uno a la inteligencia humana como era Victor Fernández, y por fin retornó Serra Ferrer, el que nos devolvió al olimpo, a tocar el cielo con las manos, y al que todo el Beticismo le estará eternamente agradecido.
Y fue Serra Ferrer el que tras hacernos ganar aquella Copa de SM el Rey, que no nos pudo dar años atras, el que dijo: El Betis será lo que quiera Lopera..... y cuanta razón llevaba.
Con ello, vinieron estos últimos años de mofas, de burlas, de hombres de trapo, de cortinas de humo, de ventas falsas, de intermediarios que nos traen únicamente a jugadores de mediopelo, con los que el máximo accionista se hace de suculentas comisiones, y donde el beticismo por primera vez en todos sus cien años de historia, anda por la calle con la cabeza agachada, sin ver luz en este tunel, y sabiendo que con Lopera todo puede ser peor.
Todo esto da pena, por que cuando yo era niño, un bético jamás se iba a dejar que tuviera que agachar la cabeza por culpa de sus pésimos dirigentes, que los teníamos, jamás iba a permitir que tanto el que maneja los hilos como sus hombres de trapo, camparan a sus anchas por la ciudad, y sino recuerden a aquel presidente que salía a la calle con un casco de motorista para que no lo reconociese nadie.
Eso éramos los béticos señores, eso éramos, y la verdad, no reconozco a esta afición.
No pido manifestaciones ni nada parecido, solo pido que ante todo, y pase lo que pase, que no perdamos nuestra dignidad señores, por que ya bastante hemos perdido en estos años, mucho más de lo que pudiéramos ganar en el pasado, con las personas que venden el año 92, la copa del rey y tantas cosas más.
Ya basta señores, ya basta. No se puede permitir que semejante panda de impresentables manejen el club de nuestros amores, el de nosotros, el de nuestros padres y abuelos, y la verdad.... el que nosotros quisieramos dejarle a quien venga detrás. Ya es hora de que estos personajes se vayan por donde han venido, y eso solo lo podemos conseguir nosotros, los aficionados, y se consigue de muchas maneras, y no aplaudiéndole a Lopera cuando aparece por San Lorenzo, o dejando que el Señor Larriba o el Señor León, compren coches nuevecitos con el dinero que todos los béticos dispensamos con nuestros abonos.
Saludos
Aquel año donde todos los sevillanos pasamos a la historia mundial por ser sede de la exposición universal, si, aquella que nos dejó una isla de la cartuja desierta en la post expo, y eso si, unas comunicaciones y una renovación de toda la ciudad de tres pares de narices.
Ese año es el más recordado por nuestro máximo accionista, por que "no desapareció el Betis". En aquellos años donde nosotros éramos un equipo que arrastraba una deuda enorme, pero donde nunca la afición dejó que se hundiera en la miseria al club. Por entonces estábamos jugando como bien dice nuestro máximo accionista con el Palamós, y viendo como al eterno rival venían fichajes de relumbrón, como se mantenían en primera división jugando con los grandes, mientras nosotros nos conformábamos con equipos de segunda fila. Eso si... jamás agachamos la cabeza, siempre con la cabeza bien alta, y si atravesábamos una época de vacas flacas, pues no pasaba nada, nuestro Betis había pasado muchas a lo largo de su historia. Ah, y eso si, ya nos podían decir los niños en el colegio mil veces que el Betis, nuestro querido Betis estaba en segunda, que a nosotros nos daba exactamente igual, por que nuestro equipo era grande, y siempre sería grande. Años más tarde, volvíamos a primera, volvíamos con los grandes, despues de tantas penurias, de la conversión a las sociedades anónimas, después del plan de saneamiento, tantas cosas que se escuchaban, pero que como todos los niños uno no llegaba muy bien a saber de que se hablaba, pero eso si, volvíamos a donde nunca debimos de dejar de estar. De la mano de Serra Ferrer, hicimos las mejores temporadas que jamás pudimos vivir, salvando la temporada 2004-2005 donde ganamos un título tras tantos años de satisfacciones y sobre todo de penurias. Volvíamos a primera división, con mucha ilusión, se forma un grandísimo equipo, con fichajes, que hasta entonces jamás habíamos escuchado ningún bético ni por asomo, los Finidi George, Alfonso Perez, Jarni, etc, etc. Teníamos un equipo que enamoraba, que ganaba, que tenía hambre, y con el que jugamos la primera final desde la del 75, aunque perdiéramos. Los derbis los contábamos por victorias con Serra en ese banquillo, éramos ganadores, y si nunca habíamos bajado la cabeza, ahora menos aún. Era entonces cuando nuestros vecinos nos empezaban a mirar desde abajo de la tabla, donde tuvieron que lidiar con Mazagatos y sus mercedes, con aquel señor llamado González de Caldas, al que según Lopera, le teníamos vendido el estadio.
Eso si, como todo en la vida, tiene tropiezos y baches, y retornamos con un equipazo a segunda división, pero donde nadie se quejó, y donde nadie pidió cuentas, sino al revés, todo el mundo arrimó de nuevo el hombro, por que el Betis, nuestro Betis querido no podía estar otros años en segunda división.
Tras ello llegaron Juande Ramos, que hizo una grandísima campaña, metiéndonos de nuevo en puestos europeos, llegó el insulto numero uno a la inteligencia humana como era Victor Fernández, y por fin retornó Serra Ferrer, el que nos devolvió al olimpo, a tocar el cielo con las manos, y al que todo el Beticismo le estará eternamente agradecido.
Y fue Serra Ferrer el que tras hacernos ganar aquella Copa de SM el Rey, que no nos pudo dar años atras, el que dijo: El Betis será lo que quiera Lopera..... y cuanta razón llevaba.
Con ello, vinieron estos últimos años de mofas, de burlas, de hombres de trapo, de cortinas de humo, de ventas falsas, de intermediarios que nos traen únicamente a jugadores de mediopelo, con los que el máximo accionista se hace de suculentas comisiones, y donde el beticismo por primera vez en todos sus cien años de historia, anda por la calle con la cabeza agachada, sin ver luz en este tunel, y sabiendo que con Lopera todo puede ser peor.
Todo esto da pena, por que cuando yo era niño, un bético jamás se iba a dejar que tuviera que agachar la cabeza por culpa de sus pésimos dirigentes, que los teníamos, jamás iba a permitir que tanto el que maneja los hilos como sus hombres de trapo, camparan a sus anchas por la ciudad, y sino recuerden a aquel presidente que salía a la calle con un casco de motorista para que no lo reconociese nadie.
Eso éramos los béticos señores, eso éramos, y la verdad, no reconozco a esta afición.
No pido manifestaciones ni nada parecido, solo pido que ante todo, y pase lo que pase, que no perdamos nuestra dignidad señores, por que ya bastante hemos perdido en estos años, mucho más de lo que pudiéramos ganar en el pasado, con las personas que venden el año 92, la copa del rey y tantas cosas más.
Ya basta señores, ya basta. No se puede permitir que semejante panda de impresentables manejen el club de nuestros amores, el de nosotros, el de nuestros padres y abuelos, y la verdad.... el que nosotros quisieramos dejarle a quien venga detrás. Ya es hora de que estos personajes se vayan por donde han venido, y eso solo lo podemos conseguir nosotros, los aficionados, y se consigue de muchas maneras, y no aplaudiéndole a Lopera cuando aparece por San Lorenzo, o dejando que el Señor Larriba o el Señor León, compren coches nuevecitos con el dinero que todos los béticos dispensamos con nuestros abonos.
Saludos
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