Anuncio

Colapsar
No hay anuncio todavía.

La Historia Interminable: La Venta Del Betis

Colapsar

Adaptable Foro

Colapsar
X
  • Filtrar
  • Tiempo
  • Mostrar
Limpiar Todo
nuevos mensajes

  • La Historia Interminable: La Venta Del Betis

    A los moderadores pido, encarecidamente dejen esto aquí, por favor, porque es la representación de lo que a través de mis ojos veo y de la impotencia de ver sufrir a los béticos tan honorables que aquí se reúnen. ¡¡Gracias!!


    LA HISTORIA INTERMINABLE: LA VENTA DEL BETIS

    A todos sorprendió. Sin previo aviso, de entre sus sombras, las únicas del estío, hablando de una oportunidad única. La venta del Real Betis Balompié. El máximo accionista de este centenario club, volvía a escuchar ofertas después de más de seis meses de mutismo y austeridad. ¿Las opciones? La conocida por todos. Luis Castel aparecía y entraba de nuevo en conversaciones con Lopera. Confiado en los métodos del director de orquesta del club, accedió a gran parte de sus términos de venta. Castel era consciente de que en la situación del Betis, era una oportunidad única de cambiar de aires al club, modernizarlo, y seguir los pasos de grandes inversores y amantes del fútbol, partiendo eso sí desde un espectro que llamaríamos de ‘joven padawan’.

    Todo parecía marchar según la línea de un club normal. Un empresario con una política juvenil para el imperio que soporta es la savia que debería correr por el equipo verdiblanco. La astucia, unida a la voluntad de devolver los tiempos pasados del equipo, movía la inversión de este sevillano. Lopera no veía más ofertas. Y esta no le disgustaba. Pero algo faltaba. La medición del mercado económico para ‘el controlador del club’ no se tenía tan en cuenta cuando afectaba a su bolsillo. Pidió 60. Le ofrecieron menos. Seguía sin ver contraofertas en el horizonte y el tiempo se acaba. Hay que mover ficha.

    Castel era feliz. La economía internacional sufría un enorme varapalo y la nacional era el epicentro del seísmo. Esta inversión de riesgo, traería beneficios para paliar la situación y daría una vuelta de tuerca a la sangre del Real Betis Balompié. Más si cabe tras aceptar a regañadientes la ausencia de Lopera de toda actividad en este nuevo Betis. Castel dormía esperando al séptimo día. La resurrección del Betis, pensaba. Pero en toda historia bíblica nunca falta un diablo.

    Una noche, que eterna para él parecía, Lopera encontró salida a su temporal desdicha. La opción B. Y feliz como la calma que precede a la tempestad durmió. Al día siguiente confesaba la existencia de un grupo B, que ponía como condición inexcusable su participación en el club. Asesorando. No dirigiendo. Un empresario de 68 años tiene una gran experiencia en el fútbol sevillano. Un empresario tan relacionado con el fútbol de toda la vida, pensarán. Y creerán. Ese día transmitió su única dicha. BSport, que así se llamaría posteriormente, gente seria y humilde, que adoran y veneran al Betis por encima de todo, ofrecen lo que reclama Don Manuel Ruiz de Lopera. Con su participación. Y en torno a ellos giran las nuevas negociaciones.

    Cuando Castel descubre este pastel, y a pesar de esta ridícula rima, se echa las manos a la cabeza. Aquel que festejaba otrora la compra del Betis, que empezaría la temporada en el palco presidencial, desbancado por un grupo desconocido. El hombre, al acudir al registro se percata de su inexistencia y piensa en Lopera. Un hombre perseguido por la ley, y que de no ser por este proceso, sería capturado cual Pinochet envejecido y rengueante. Ese hombre, le había engañado: “¿será mi altanería?” – pensó. Pero siendo consciente de que eso no era así se exculpó de lo sucedido. Al tiempo, perdía una gran apuesta, una gran inversión, y un gran sentimiento de libertad compartida.

    Lopera seguía adelante con ese nuevo grupo. Un grupo que salía de donde este mandamás salió hace meses. Hace quinquenios. Ente el grupo, un antiguo miembro del prestigioso BBVA, pero antiguo al fin y al cabo; un gestor inmobiliario, como lo fuera Castel, un promotor inmobiliario que posteriormente ascendería a una futurible presidencia, y un antiguo propietario de un anticuario. De entre estas palabras sólo hay una que resuena con temor en los corazones desvividos de los béticos. Antiguo. Siete letras, como siete puñaladas al corazón que se enfrentan al futurismo y modernismo económico del modelo A.

    La opción de venta se cierra el 4 de Octubre, tras el pago de diez millones de euros como señal. Todo va muy deprisa y Castel evita personarse. Un señor no pierde la compostura. Toca reflexión. El grupo menciona que ellos, pertenecen a un grupo oculto. Que no quieren vincular con el Betis. Para evitar habladurías. Habladurías y correveidiles que han llegado a ser realidad en la Fiscalía sevillana. Rumores, tan sólo palabras. Las que hicieron que el brazo ejecutor moviera ficha. Vendiera nuestras almas, a un desconocido grupo. La suya no está en venta. No se puede vender lo que no se tiene.

    La sombra de la Fiscalía parece alejarse de Lopera. No pueden quitarle lo que no está a su nombre. Pero es suyo. Es su más valiosa posesión. De Mayor control. De mayor obsesión. La de su demencia. La de su desvarío y descontrol. Su tesoro. Ese brillo verde y blanco, que le habla pidiendo que se quede con él, que le dará la vida eterna. Trece barras como trece carnosos labios que le dan la vida que él le quita. Peligro inminente que parece disiparse. En mi pueblo echarle el muerto a otro.

    El fatídico 4 de Octubre. En el que el Betis, será de otros, pero del mismo en realidad, no será más que el sueño de un hombre que creyó ser Dios. El Dios del fútbol andaluz. El sábado en que una nube verde acoja al submarino amarillo, el Betis será otro Betis. Mientras, Castel divisará todo el panorama como Helena vio el desastre de Troya. Sabiendo que pudo ser el. Sabiendo que pudo estar bien.

    Desde la lejanía, una imagen. El obrero se alza. Trabajadores de Linesur, vinculados al oculto grupo del que sale BSport, reclaman el pan que les niegan. Ese pan trabajado y bien horneado. La quiebra llega hasta el más pequeño rincón y otro temor alcanza el corazón bético.

    ¿Cómo un grupo inversor más solvente, afirman, puede invertir 70 millones estando en quiebra? Esta pregunta llegará algún día a su respuesta. La que yo me hago. La que Castel se hace, la que el Betis se hace. Todo tendrá su desenlace

    Y el mundo sigue su curso. Nada se para. Todo pendiente. Todo por hacer. La criatura que volvió a renacer de manos del antiguo salvador y que copó los miedos de grandes de España, pierde su fuerza. Su voz es fuerte, vigorosa. Pero no todos la oyen. Unos pocos la interpretan. Es el Betis del corazón del panadero. Del electricista. De aquel churrero que a horas en las que las calles están sin poner, oye el llanto de un joven que de su familia le apartan. De quienes le dan la vida. El pedazo de pan, la luz, su desayuno. Y lloran por su bien. Pierden de su quehacer por cuidar de su piel. Prados y luna unidos en su celda de trece barras.

    Aquellos que buscan su bien, como otros hicieron ayer. Aquellos que defienden lo que al infante hoy hiere. Despiertan. Marchan hacia la conquista de un imposible. Como antes hicieron héroes del sur. A salvar a esa gloria que millones de almas arrullan. Que calman el llanto. Que sufren por su porvenir. Aquellos a quienes llaman REAL BETIS.

  • #2
    Re: La Historia Interminable: La Venta Del Betis

    Creo que con este sentimiento, hablo del de medio foro al menos. Es mi forma de explotar.

    Comentario

    Adaptable footer

    Colapsar
    Espere un momento...
    X