Que lástima Betis, amigo mio, que penita me da contemplar en que te has convertido, en que te han convertido, en que te hemos convertido.
Me da grima verte, tan solo, tú que siempre te señalaste por tu fiel infantería. Sí, la que rifo vacas, la de la tortilla de patatas en Utrera, la que derrochaba simpatía, sí, pero tambien la que logró a base de un arrebato de orgullo e inconformismo, de sublevación contra la injusticia, el que tú nacieras para jolgorio de unos y “beneficio actual” de otros, esa misma que hoy asiste impasible a como se rifan tus ropajes, al igual que hicieron con cierta persona después de crucificarla, pero que al tiempo, se cree cumplidora por el hecho de ir a verte cada quince dias y darte aliento. Como si eso fuese todo.
Amigo José Maria, me dirijo a ti que se que lees este foro, para decirte cuan poco queda del Betis que tantas y tantas veces soñó, ideó e inclusive diseñó tu abuelo y con el que vibró y sufrió mi padre.
Tan poco queda de el, amigo que yo diría que solo queda el escudo (y por el momento, que tampoco es de fiar que perdure, ya que siempre puede venir un “grupo inversor”, da igual que sea bético o no y lo cambie, que mas da).
Tan poco le queda, que por no quedar, no le queda ni el nombre bien puesto, que hasta eso lo han cambiado, Real Betis Balompié S.A.D., ficción, mas bien habria que cambiar el orden , y llamarlo Sociedad Anónima, Lucrativa, Mercantilista y deportiva Betis .
Cuantas ilusiones, cuantos sentimientos, cuantas añoranzas, cuantas cosas se han quedado por el camino desde ese fatídico dia de la conversión en S.A.D.
Lamentablemente, esa ilusión, esa forma de vivir y pensar llamada Betis, se ha convertido, la han convertido, le hemos convertido a mi entender en un tablero de ajedrez, donde el “Rey” se enroca en su “torre” rodeado por sus “alfiles y caballos” ; aparece o hacen aparecer a la “Reina” para figurar y nosotros, la infantería, los paganos, somos los meros “peones”, que nos limitamos a cubrir el tablero y poco más, mientras del otro lado de la partida, aparecen otros Reyes, alfiles etc, algunos, antiguos “doctores” en la materia de esto de las “partidas estratégicas”, aunque abandonasen la partida principal, dejando solos en su momento a los peones; otros, son “nuevas fichas”, traidas de la mano de nuevos ajedrecistas, ¿o los ajedrecistas no cambian?
Me da grima verte, tan solo, tú que siempre te señalaste por tu fiel infantería. Sí, la que rifo vacas, la de la tortilla de patatas en Utrera, la que derrochaba simpatía, sí, pero tambien la que logró a base de un arrebato de orgullo e inconformismo, de sublevación contra la injusticia, el que tú nacieras para jolgorio de unos y “beneficio actual” de otros, esa misma que hoy asiste impasible a como se rifan tus ropajes, al igual que hicieron con cierta persona después de crucificarla, pero que al tiempo, se cree cumplidora por el hecho de ir a verte cada quince dias y darte aliento. Como si eso fuese todo.
Amigo José Maria, me dirijo a ti que se que lees este foro, para decirte cuan poco queda del Betis que tantas y tantas veces soñó, ideó e inclusive diseñó tu abuelo y con el que vibró y sufrió mi padre.
Tan poco queda de el, amigo que yo diría que solo queda el escudo (y por el momento, que tampoco es de fiar que perdure, ya que siempre puede venir un “grupo inversor”, da igual que sea bético o no y lo cambie, que mas da).
Tan poco le queda, que por no quedar, no le queda ni el nombre bien puesto, que hasta eso lo han cambiado, Real Betis Balompié S.A.D., ficción, mas bien habria que cambiar el orden , y llamarlo Sociedad Anónima, Lucrativa, Mercantilista y deportiva Betis .
Cuantas ilusiones, cuantos sentimientos, cuantas añoranzas, cuantas cosas se han quedado por el camino desde ese fatídico dia de la conversión en S.A.D.
Lamentablemente, esa ilusión, esa forma de vivir y pensar llamada Betis, se ha convertido, la han convertido, le hemos convertido a mi entender en un tablero de ajedrez, donde el “Rey” se enroca en su “torre” rodeado por sus “alfiles y caballos” ; aparece o hacen aparecer a la “Reina” para figurar y nosotros, la infantería, los paganos, somos los meros “peones”, que nos limitamos a cubrir el tablero y poco más, mientras del otro lado de la partida, aparecen otros Reyes, alfiles etc, algunos, antiguos “doctores” en la materia de esto de las “partidas estratégicas”, aunque abandonasen la partida principal, dejando solos en su momento a los peones; otros, son “nuevas fichas”, traidas de la mano de nuevos ajedrecistas, ¿o los ajedrecistas no cambian?