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EL MANQUEGANE[/CENTER]
Sueles entristecerte más por una derrota, que alegrarte por una alegría. Porque el ser humano es pesimista, le gusta sufrir, ya que la única manera de sentirnos desgraciados, y pensar en el futuro, es la tristeza. Porque es el primer paso a la ilusión y a la esperanza, que te hacen vivir sufriendo, vivir sintiendo…
Muchas veces nos encerramos en una rutina pesimista para escondernos de un maravilloso mundo, que no nos atrevemos a disfrutar. Decir que estaremos con el Betis en lo bueno y en lo malo, es un síntoma de fidelidad. Pero en lo más profundo de su significado también esconde el matiz de una dinámica intelectual pesimista, lo que en algunos momentos nos lleva a las más duras de las miserias, la desesperación y la frustración.
Yo os propongo una nueva filosofía bética. El manquegane. Igualmente que con el manquepierda, con esto demostramos que apoyaremos a nuestro equipo en todo momento, y de paso demostraremos una idea positiva y optimista.
Nuestra afición se merece esto, es su recompensa por tantos años de decepciones y fiascos. Una afición que ha ganado su honra con sufrimiento, su ilusión con entrega, su esperanza con perseverancia y su vida con beticismo.
Cuando el ánimo haya tomado vacaciones en nuestras vidas con motivo de color verdiblanco, ya no pensaremos que aunque nos duela lo que ocurre, apoyaremos al equipo. Pensaremos que aunque nos escueza el corazón, todo mejorará pronto, y que mientras tanto, nos dejaremos la garganta y la voz en gritos de ánimo, apoyo y transmitiendo toda nuestra fidelidad haciendo lo que mejor sabemos, jugar al fútbol…
Porque somos el jugador número doce, porque cada vez que el Betis marca un gol, nosotros metemos 2, y cuando meten otro, nosotros animamos a nuestros compañeros para que no caigamos en el conformismo victorioso, y sigamos más y más, hasta conseguir lo necesario, y mucho más.
Cuando salgas de tu hogar, fragante y elegante, te preguntarán a donde vas tan arreglado, tú responderás que al Benito Villamarín, a ver a tu equipo ganar, porque estás seguro que hoy será la tarde. Con estas palabras suscitas al optimismo y incitas a la ilusión.
Tú empiezas en el partido en la grada, con tu ímpetu insaciable y pasión descontrolada, provocas que los de tu alrededor hagan lo mismo, y todos juntos formáis un atmósfera propicia para la victoria. Porque Roma no se creó en un día…; y el partido no empieza cuando el colegiado da lugar al juego con el pitido inicial, sino cuando la afición lo decide con cánticos y gritos de ánimo.
Viva el Betis Manquepierda escucharás en cada partido, pero unos cuantos, no conformes sólo con eso, se fundirán en un grito común, que hará eco en el estadio, y que sonará con un rotundo, VIVA EL BETIS MANQUEPIERDA Y MANQUEGANE.
-Por Raúl.
EL MANQUEGANE[/CENTER]
Sueles entristecerte más por una derrota, que alegrarte por una alegría. Porque el ser humano es pesimista, le gusta sufrir, ya que la única manera de sentirnos desgraciados, y pensar en el futuro, es la tristeza. Porque es el primer paso a la ilusión y a la esperanza, que te hacen vivir sufriendo, vivir sintiendo…
Muchas veces nos encerramos en una rutina pesimista para escondernos de un maravilloso mundo, que no nos atrevemos a disfrutar. Decir que estaremos con el Betis en lo bueno y en lo malo, es un síntoma de fidelidad. Pero en lo más profundo de su significado también esconde el matiz de una dinámica intelectual pesimista, lo que en algunos momentos nos lleva a las más duras de las miserias, la desesperación y la frustración.
Yo os propongo una nueva filosofía bética. El manquegane. Igualmente que con el manquepierda, con esto demostramos que apoyaremos a nuestro equipo en todo momento, y de paso demostraremos una idea positiva y optimista.
Nuestra afición se merece esto, es su recompensa por tantos años de decepciones y fiascos. Una afición que ha ganado su honra con sufrimiento, su ilusión con entrega, su esperanza con perseverancia y su vida con beticismo.
Cuando el ánimo haya tomado vacaciones en nuestras vidas con motivo de color verdiblanco, ya no pensaremos que aunque nos duela lo que ocurre, apoyaremos al equipo. Pensaremos que aunque nos escueza el corazón, todo mejorará pronto, y que mientras tanto, nos dejaremos la garganta y la voz en gritos de ánimo, apoyo y transmitiendo toda nuestra fidelidad haciendo lo que mejor sabemos, jugar al fútbol…
Porque somos el jugador número doce, porque cada vez que el Betis marca un gol, nosotros metemos 2, y cuando meten otro, nosotros animamos a nuestros compañeros para que no caigamos en el conformismo victorioso, y sigamos más y más, hasta conseguir lo necesario, y mucho más.
Cuando salgas de tu hogar, fragante y elegante, te preguntarán a donde vas tan arreglado, tú responderás que al Benito Villamarín, a ver a tu equipo ganar, porque estás seguro que hoy será la tarde. Con estas palabras suscitas al optimismo y incitas a la ilusión.
Tú empiezas en el partido en la grada, con tu ímpetu insaciable y pasión descontrolada, provocas que los de tu alrededor hagan lo mismo, y todos juntos formáis un atmósfera propicia para la victoria. Porque Roma no se creó en un día…; y el partido no empieza cuando el colegiado da lugar al juego con el pitido inicial, sino cuando la afición lo decide con cánticos y gritos de ánimo.
Viva el Betis Manquepierda escucharás en cada partido, pero unos cuantos, no conformes sólo con eso, se fundirán en un grito común, que hará eco en el estadio, y que sonará con un rotundo, VIVA EL BETIS MANQUEPIERDA Y MANQUEGANE.
-Por Raúl.
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