Y si la anunciada ciudad del deporte (qué extraño que no tenga ninguna
denominación relativa al Betis) fuese cierta en las escasas y oscuras
noticias que nos llegan...

Y si de verdad, de aquí a pocos años la diáspora de béticos canteranos
termina y se acomoda en un sitio normal y digno, que no se pide mucho,
y cuando entrenen puedan cruzarse con aquellos que son sus faros
guías, sus estrellas, su meta como jugadores...

El sentimiento que me entra es inversamente proporcional a la forma en
que desde los medios oficiales (suena gordo aunque son dos y medio) se
quiere tratar la noticia en forma de histórica bomba y mordisco a
quien no comparte la gestión de Don Manuel.

Poco a poco se desgranan datos del proyecto. Datos que da el alcalde
de la localidad y que muestran unas intenciones verdaderamente
notables. Cosas como que al Betis no le va a costar ni un duro
(estupendo), y el proyecto dice que está en torno a 18 millones,
supongo que 40 hectáreas aparte.

Todo irá a la hemeroteca, se haga o no, la misma hemeroteca que tiene
hastiados a muchos béticos, desgraciadamente a cada vez más. Y es que
es verdad que los medios de conexión entre el máximo accionista y el
resto del mundo bético son pobres, muy pobres.

Así, la información llega sesgada, mal enfocada y más como una pedrada
que como un hito. Bueno sería que tamaña noticia hubiese venido
acompañada de transparencia, de datos concretos que con los días se
vuelven contradictorios. De dar la cara para que no parezca una nueva
tirita en una herida que no para de supurar.

La noticia me causó indignación, no voy a decir que no, me causó
indignación de la misma manera que si en casa se presenta el padre con
un contrato de compra de un rolls royce. La familia se queda a cuadros
cuando tenemos un garaje en el que no cabe y una casa que a duras
penas llega a fin de mes. Eso sí, la familia tiene un rolls, pero
vamos a tener que turnarnos para vigilarlo en la calle y, quizá, no
tener para gasolina mientras lo pagamos. Por supuesto, el padre
siempre prometió tener el resto de las posesiones familiares en
perfecto estado, otra cosa es que no pudo.

De este ejemplillo tonto saco muchas reflexiones, saco que antes de
soltar la bomba deberían haber evacuado la zona, y evacuar es tener
pensado qué haremos de aquí a poco tiempo aparte de echarle la culpa
de todo a cuatro quesos y un señor que cada vez pinta menos en este
Betis a no ser por la sombra siniestra que quieren ponerle.

Y sí, si la ciudad del deporte se hace de forma de que nos podamos
sentir orgullosos, éste que está aquí se alegrará, significará que se
hacen bien las cosas. No me quiero ver en la tesitura de dar botes de
alegría cada 3 semanas que llega un operario a mover de sitio
cualquier máquina.

También es cierto que aquí la información o se escupe o se difunde, si
se escupe se buscará que ningún bético, nada más que uno sea protagonista,
prohombre, único, tocado por la mano de la providencia y de nuevo
volver a empezar. Si se difunde, no se obviará ni tapará que el resto
de posesiones béticas tiene problemas muy graves y que siguen
teniéndolos. Y que un proyecto que no tiene nada más que las
intenciones de un alcalde y un responsable de comunicación echado para
adelante pero que en principio no ha sido respaldado ni por su jefe.

Por ello, sigo esperando esperanzado más datos para hacerme una idea
de que, aunque me pilla lejos, Benacazón va a ser un buen sitio para
los nuestros. Eso sí, sin olvidar que las ***** en gol sur engordan
que es cosa mala. Y el Rolls está ahí, parado en la puerta.