Las peñas tienen una cita
Pero las peñas tienen una cita. De nuevo, una cita suscita miedo, nunca entenderé que una reunión de béticos provoque sentimientos distintos a los de alegría y satisfacción. NUNCA. La corta experiencia de otras reuniones de béticos así me lo han confirmado. Y las peñas a las que he tenido la suerte de ir y ser recibido me lo han confirmado también. Pero... qué pasa o cuál es el verdadero miedo de todo este embrollo. Pues tras mucho reflexionar es ver la absoluta normalidad de relaciones. A que lleguen unos y otros y se vean apretones fuertes de mano. Miradas fijas lejos de baños de masas, no salen rabos ni cuernos entres las ropas, escuchan y son escuchados. Eso es lo que ocurre en las reuniones de béticos que se hacen. Muchos se sorprenden. Ustedes son la oposición??? Pues parece que a mí también me ha tocado serlo. Porque lo que me han contado no es lo que he visto.
Pero el miedo hace fuerte posiciones ya creadas. Hay miedo a muchas cosas en el Betis y últimamente se utiliza ese miedo incluso para demostrar que cuatro gatos organizan hasta guerras civiles. Todavía no he visto a nadie que me diga, en los sitios donde he ido empujado por mi beticismo, nada ni siquiera que se asemeje a una amenaza o a un incidente. Es cierto que a la junta de accionistas no pude ir por problemas personales, pero allí quien debía velar por la seguridad, convivencia y buen ambiente entre béticos con trocitos de Betis en sus bolsillos los echó a pelear, unos con otros mientras desde la tribuna se miraba complacido el espectáculo. Eso sí me da miedo de verdad.
Pero ir a una convocatoria en Marchena??? No, eso no me da miedo, ni siquiera me produce más que un profundo escalofrío de orgullo porque se van a reunir las peñas. Nadie tiene que marcarles el guión para al final, en vez de arreglar problemas del Betis, les den cuatro papelajos sobre quesos. Ahí no estuvieron nada finos los señores dueños de los papeles de los quesos. Y al igual que la junta de accionistas, nunca debieron hacerlo. La bondad de los béticos, de muchísimos béticos, tiene un límite, y atentar encima contra su inteligencia es tentar muchísimo a la suerte.
Pero no, una reunión de peñas da miedo, y sigo preguntándome ¿POR QUÉ? El beticismo vuelve a sacudirse en una de sus multiples facetas. Que son 10 peñas las que acuden a la cita?? Lejos de ser un fracaso será el principio de otro éxito. Porque los cuatro gatos ya empiezan a ser los que pululan entre la planta innoble y la calle jabugo. Y lo demuestran día a día.
Una peña tiene un compromiso con el Betis y es una parte importante del Betis, muy importante. De cada peña depende qué quieren del Betis, una misión.
Y, por último, quienes señalarán a las peñas asistentes no serán los convocantes, desde luego que no.
Pero las peñas tienen una cita. De nuevo, una cita suscita miedo, nunca entenderé que una reunión de béticos provoque sentimientos distintos a los de alegría y satisfacción. NUNCA. La corta experiencia de otras reuniones de béticos así me lo han confirmado. Y las peñas a las que he tenido la suerte de ir y ser recibido me lo han confirmado también. Pero... qué pasa o cuál es el verdadero miedo de todo este embrollo. Pues tras mucho reflexionar es ver la absoluta normalidad de relaciones. A que lleguen unos y otros y se vean apretones fuertes de mano. Miradas fijas lejos de baños de masas, no salen rabos ni cuernos entres las ropas, escuchan y son escuchados. Eso es lo que ocurre en las reuniones de béticos que se hacen. Muchos se sorprenden. Ustedes son la oposición??? Pues parece que a mí también me ha tocado serlo. Porque lo que me han contado no es lo que he visto.
Pero el miedo hace fuerte posiciones ya creadas. Hay miedo a muchas cosas en el Betis y últimamente se utiliza ese miedo incluso para demostrar que cuatro gatos organizan hasta guerras civiles. Todavía no he visto a nadie que me diga, en los sitios donde he ido empujado por mi beticismo, nada ni siquiera que se asemeje a una amenaza o a un incidente. Es cierto que a la junta de accionistas no pude ir por problemas personales, pero allí quien debía velar por la seguridad, convivencia y buen ambiente entre béticos con trocitos de Betis en sus bolsillos los echó a pelear, unos con otros mientras desde la tribuna se miraba complacido el espectáculo. Eso sí me da miedo de verdad.
Pero ir a una convocatoria en Marchena??? No, eso no me da miedo, ni siquiera me produce más que un profundo escalofrío de orgullo porque se van a reunir las peñas. Nadie tiene que marcarles el guión para al final, en vez de arreglar problemas del Betis, les den cuatro papelajos sobre quesos. Ahí no estuvieron nada finos los señores dueños de los papeles de los quesos. Y al igual que la junta de accionistas, nunca debieron hacerlo. La bondad de los béticos, de muchísimos béticos, tiene un límite, y atentar encima contra su inteligencia es tentar muchísimo a la suerte.
Pero no, una reunión de peñas da miedo, y sigo preguntándome ¿POR QUÉ? El beticismo vuelve a sacudirse en una de sus multiples facetas. Que son 10 peñas las que acuden a la cita?? Lejos de ser un fracaso será el principio de otro éxito. Porque los cuatro gatos ya empiezan a ser los que pululan entre la planta innoble y la calle jabugo. Y lo demuestran día a día.
Una peña tiene un compromiso con el Betis y es una parte importante del Betis, muy importante. De cada peña depende qué quieren del Betis, una misión.
Y, por último, quienes señalarán a las peñas asistentes no serán los convocantes, desde luego que no.
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