No es cuestión de acusar a nadie de nada, ni de pasividad ni de mirar a ver que pasa para decir el "YA LO SABÍA YO". Tampoco acordarse de los que antes pensaban de una forma y ahora de otra, ni siquiera de los inamovibles ante las evidencias. Pero sí me gustaría recordar una serie de acontecimientos que han desembocado en una decisión a todas luces extraña y triste por su desarrollo.
Cuando se creó PNB es verdad que cogió su semilla de este foro, eso es un hecho. En este foro hace más de un año salieron las convocatorias que organizaron un grupo diverso y los cuadró en una asociación que cubría muchos estratos del beticismo, aunque al principio eran pocos, los llamados cuatro gatos. Su definición como asociación no puede entenderse como valentía, aunque había que tener arrojos para salir un día y decir: esto no marcha y queremos aglutinar a los béticos de base para que tengan una voz.
Aquella asociación empezó a funcionar lejos de tristezas y con una lealtad al Betis que con la perspectiva se ve más contundente. La asociación empezó a organizarse y a funcionar como una máquina. Y esa máquina empezó a dar resultados. Resultados que escocían y mucho. Resultados que fueron colgando en su web y explicándolo en sus asambleas. Lo que nos decían desde arriba y la realidad era muy diferente.
Fiel a la lealtad al Betis, todos los movimientos fueron sistemática informados al club. Se han cruzado cartas, lo primero que se hizo en la temporada que empezaba en 2007-08 fue una reunión con nuestro Presidente, Don José León, que tuvo como resultado un cierre en banda de por sí habitual en todo lo que rodea al Consejo de Administración. Pero la reunión se hizo, se le hizo saber al Presidente que creían que las empresas interpuestas no eran beneficiosas para el Betis, que la cantera necesitaba una profunda mejoría, que había cosas que arreglar y que había que hacerlo. Obviamente, Don José León no entendió aquellas solicitudes como buenas para el Betis, y así se siguió. Esto, que fue a principio de temporada, llevó a preparar un nuevo sistema de representación en el que los accionistas podían ser representados a pesar de ser poseedores de escasas acciones. Y se organizó el primer acto de sindicación, al que siguieron dos más, y se ha llegado a un increible 5% del que se asombran en toda España asociaciones parejas a PNB.
Se preparó con esmero la Junta de Accionistas, se hicieron las oportunas preguntas que quedaron todas sin respuesta. Obviamente, la propia Junta quedó sin respuesta. Aquello denotó que el Betis tiene problemas graves, a pesar del notable que su máximo accionista gusta de ponerse como nota.
PNB siguió abriendo frentes de defensa del Betis desde sus escasos medios y profunda ilusión. Se han visitado muchas peñas, la nazarena el día 3 será la próxima.
Pero todo este trabajo tiene muchos protagonistas, porque cada vez se unen más béticos, unos desconfiados en principio, otros convencidos tras ver los resultados, otros dejan de mirar desde un rincón y deciden que pueden aportar aunque sea su nombre a la lista de asociados. Y no, no se trata de un Betis dentro de otro Betis, se trata de ser parte del Betis que creen que debe ser, un Betis que pueda ser de los béticos y que sus leyendas las cincele la historia, no se autoproclamadas.
Desgraciadamente, la lealtad al Betis ha cubierto y sigue cubriendo etapas, porque es la máquina no se para gracias a tantos engranajes que se unen y que aportan una riqueza sorprendente. Y esa desgracia es haber tenido que dar el paso más doloroso, la vía judicial cuando las otras no es que hayan sido agotadas, han sido reventadas.
Por eso, porque las miradas frívolas desde el balcón de los mirones deberían leer todo lo que se ha hecho lejos de ser un caprichito de niños aburridos, es una demostración, y ahí se lo diré siempre a quien sea, de que los béticos no somos una afición pasiva, que calla y sumisa. Esto demuestra que los béticos trabajan y duro porque su Betis les recuerde a lo que le enseñaron. Y siempre dentro de la más absoluta lealtad y legalidad, enfrentándose un día sí y otro también a un continuo desprecio por los que dicen defender a los béticos por un lado y a las miradas frívolas de los que les gusta apoyarse en el balcón de los mirones. Ese balcón donde estamos más atentos a la lírica que a la práctica.
Pero es tan simple que quien incluso desconfíe de PNB pueda intentar hacer algo de otras mil formas, con otros mil o más béticos, que simplemente hay que dar el paso. Unos béticos lo dieron en abril del año pasado.
Cuando se creó PNB es verdad que cogió su semilla de este foro, eso es un hecho. En este foro hace más de un año salieron las convocatorias que organizaron un grupo diverso y los cuadró en una asociación que cubría muchos estratos del beticismo, aunque al principio eran pocos, los llamados cuatro gatos. Su definición como asociación no puede entenderse como valentía, aunque había que tener arrojos para salir un día y decir: esto no marcha y queremos aglutinar a los béticos de base para que tengan una voz.
Aquella asociación empezó a funcionar lejos de tristezas y con una lealtad al Betis que con la perspectiva se ve más contundente. La asociación empezó a organizarse y a funcionar como una máquina. Y esa máquina empezó a dar resultados. Resultados que escocían y mucho. Resultados que fueron colgando en su web y explicándolo en sus asambleas. Lo que nos decían desde arriba y la realidad era muy diferente.
Fiel a la lealtad al Betis, todos los movimientos fueron sistemática informados al club. Se han cruzado cartas, lo primero que se hizo en la temporada que empezaba en 2007-08 fue una reunión con nuestro Presidente, Don José León, que tuvo como resultado un cierre en banda de por sí habitual en todo lo que rodea al Consejo de Administración. Pero la reunión se hizo, se le hizo saber al Presidente que creían que las empresas interpuestas no eran beneficiosas para el Betis, que la cantera necesitaba una profunda mejoría, que había cosas que arreglar y que había que hacerlo. Obviamente, Don José León no entendió aquellas solicitudes como buenas para el Betis, y así se siguió. Esto, que fue a principio de temporada, llevó a preparar un nuevo sistema de representación en el que los accionistas podían ser representados a pesar de ser poseedores de escasas acciones. Y se organizó el primer acto de sindicación, al que siguieron dos más, y se ha llegado a un increible 5% del que se asombran en toda España asociaciones parejas a PNB.
Se preparó con esmero la Junta de Accionistas, se hicieron las oportunas preguntas que quedaron todas sin respuesta. Obviamente, la propia Junta quedó sin respuesta. Aquello denotó que el Betis tiene problemas graves, a pesar del notable que su máximo accionista gusta de ponerse como nota.
PNB siguió abriendo frentes de defensa del Betis desde sus escasos medios y profunda ilusión. Se han visitado muchas peñas, la nazarena el día 3 será la próxima.
Pero todo este trabajo tiene muchos protagonistas, porque cada vez se unen más béticos, unos desconfiados en principio, otros convencidos tras ver los resultados, otros dejan de mirar desde un rincón y deciden que pueden aportar aunque sea su nombre a la lista de asociados. Y no, no se trata de un Betis dentro de otro Betis, se trata de ser parte del Betis que creen que debe ser, un Betis que pueda ser de los béticos y que sus leyendas las cincele la historia, no se autoproclamadas.
Desgraciadamente, la lealtad al Betis ha cubierto y sigue cubriendo etapas, porque es la máquina no se para gracias a tantos engranajes que se unen y que aportan una riqueza sorprendente. Y esa desgracia es haber tenido que dar el paso más doloroso, la vía judicial cuando las otras no es que hayan sido agotadas, han sido reventadas.
Por eso, porque las miradas frívolas desde el balcón de los mirones deberían leer todo lo que se ha hecho lejos de ser un caprichito de niños aburridos, es una demostración, y ahí se lo diré siempre a quien sea, de que los béticos no somos una afición pasiva, que calla y sumisa. Esto demuestra que los béticos trabajan y duro porque su Betis les recuerde a lo que le enseñaron. Y siempre dentro de la más absoluta lealtad y legalidad, enfrentándose un día sí y otro también a un continuo desprecio por los que dicen defender a los béticos por un lado y a las miradas frívolas de los que les gusta apoyarse en el balcón de los mirones. Ese balcón donde estamos más atentos a la lírica que a la práctica.
Pero es tan simple que quien incluso desconfíe de PNB pueda intentar hacer algo de otras mil formas, con otros mil o más béticos, que simplemente hay que dar el paso. Unos béticos lo dieron en abril del año pasado.
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