Heliópolis, ese es el nombre del estadio que se ubica al final de la Avenida de la Palmera. Ya sentí vergüenza el día en que dejó de llamarse Benito Villamarín, ese día entendí perfectamente que empezábamos a perder nuestra identidad. La reconstrucción empieza por aquí, por ir eliminando los símbolos del ditero, y para mí, desde luego, el nombre del templo del beticismo es el de su barrio: Heliópolis. Además, es que no puede sér más bonito y más musical el nombre.
Ruiz de Lopera, nunca mais.
P.d: ni qué decir tiene que la ciudad deportiva también debe cambiar de nomenclatura y pasar a llamarse La Bética, Ciudad Deportiva, por ejemplo.
Ruiz de Lopera, nunca mais.
P.d: ni qué decir tiene que la ciudad deportiva también debe cambiar de nomenclatura y pasar a llamarse La Bética, Ciudad Deportiva, por ejemplo.
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