No, no se preocupen, es un título algo repelente para llamar su atención. El CERN es el Centro Europeo de Investigación Nuclear. Y aunque parece algo muy gordo, también es gordo lo que de allí surje. Está en Ginebra, para más información, y aunque dice que hacen cosas nucleares allí inventaron eso de las www. Esto les suena más... verdad?
Pero, y si les dijese que sólo hace 15 años que se inventó, y que en 15 años hemos pasado de no tener casi ni papa de ordenadores a tener más de uno en casa? Y además con internet, esa cosa rara que viene por el cable del teléfono, por el móvil, el cable o ya incluso por el enchufe de la luz. Con eso están leyendo ustedes estas palabras, con esa cosa rara nos comunicamos y hemos crecido exponencialmente nuestros conocimientos de todo. Es una fuente de información curiosa, porque nos permite ser parte del engranaje.
Yo tuve el privilegio de ser de los primeros en engancharme en Sevilla, allá con un modem de 28k (creo, por ahí andaba) y me asombraba de ver en el año 96 páginas de texto en una cosa llamada html en otros ordenadores en todo el mundo. La velocidad ahora nos daría risa, pero entonces era increíble. Otros testimonios me hablan de su primer mail, de su primera página, pero todos hemos vivido esa primera vez porque en esto, salvo los pezqueñines, entrábamos vírgenes. Términos desconocidos se popularizan a la velocidad de la luz, como google, como youtube, como los puntocom o mil nombres más.
Y entonces... qué pasa con el Betis? Pues el Betis tiene una ciberpeña, por ahí anda, tiene mil páginas con mayor o menor éxito distribuidas por el mundo. Tiene contenidos, tiene historia, tiene actualidad, tiene unidos a miles de béticos a través de estas tres letras repetidas... WWW. Y sólo hace 15 años.
Hace 15 años el beticismo vivía la inocencia de lo nuevo, igual que la red de redes. Y aunque eso de las conexiones y las webs y los chats y los foros es relativamente nuevo, no más de tres a cinco años. Antes, conexiones desesperantes y muy caras hacían exótica una casa con internet. Hoy muchos béticos saben del Betis por internet, opinan del Betis por internet y se han hecho cosas impensables gracias a internet. Quizá sea el medio menos objetivo, puede ser, pero también es el medio menos manipulado, pues es muy difícil controlarlo como si pudiésemos hacerlo con otros medios, y pruebas, tristes pruebas las tienen que soportar los béticos todos los días.
Tim Berners, que parece una joven promesa de la segunda división inglesa, es el nombre del creador de todo esto que nos parece tan familiar, dice que todavía es muy joven, que la red está empezando. Supongo que muchos gobernantes del mundo y de cosas más pequeñas hubiesen metido a Tim en un cohete y lo hubiesen mandado con Laika, pero... mis palabras son la prueba de que esto funciona.
Ahora queremos que el escaparate al mundo de cualquier cosa, entidad o estado también mejore para nuestro Betis, que sigue anclado en una web casposa, poco cuidada, tristona en sus fuentes y en su utilidad, llena de errores de todo tipo. Lo queremos porque cuando alguien busca Betis entra en esa web. Betis es una marca potentísima, pero está descuidada en este mundo, el cibernético. Y después de 15 años, cuando cualquier bético puede crear una web decente, también deberían adecentar la nuestra.
Mientras, felicidades a los que en la cresta de las ondas hacen beticismo sin fronteras, al Pelu, al Govi, al Alva, a todos los que aquí nos acogen como si estuviesen en el salón de al lado, ese inmenso salón donde he hecho tantísimos amigos, amigos que han traspasado los megabites para convertirse en carne y hueso, amigos con los que he apren
Pero, y si les dijese que sólo hace 15 años que se inventó, y que en 15 años hemos pasado de no tener casi ni papa de ordenadores a tener más de uno en casa? Y además con internet, esa cosa rara que viene por el cable del teléfono, por el móvil, el cable o ya incluso por el enchufe de la luz. Con eso están leyendo ustedes estas palabras, con esa cosa rara nos comunicamos y hemos crecido exponencialmente nuestros conocimientos de todo. Es una fuente de información curiosa, porque nos permite ser parte del engranaje.
Yo tuve el privilegio de ser de los primeros en engancharme en Sevilla, allá con un modem de 28k (creo, por ahí andaba) y me asombraba de ver en el año 96 páginas de texto en una cosa llamada html en otros ordenadores en todo el mundo. La velocidad ahora nos daría risa, pero entonces era increíble. Otros testimonios me hablan de su primer mail, de su primera página, pero todos hemos vivido esa primera vez porque en esto, salvo los pezqueñines, entrábamos vírgenes. Términos desconocidos se popularizan a la velocidad de la luz, como google, como youtube, como los puntocom o mil nombres más.
Y entonces... qué pasa con el Betis? Pues el Betis tiene una ciberpeña, por ahí anda, tiene mil páginas con mayor o menor éxito distribuidas por el mundo. Tiene contenidos, tiene historia, tiene actualidad, tiene unidos a miles de béticos a través de estas tres letras repetidas... WWW. Y sólo hace 15 años.
Hace 15 años el beticismo vivía la inocencia de lo nuevo, igual que la red de redes. Y aunque eso de las conexiones y las webs y los chats y los foros es relativamente nuevo, no más de tres a cinco años. Antes, conexiones desesperantes y muy caras hacían exótica una casa con internet. Hoy muchos béticos saben del Betis por internet, opinan del Betis por internet y se han hecho cosas impensables gracias a internet. Quizá sea el medio menos objetivo, puede ser, pero también es el medio menos manipulado, pues es muy difícil controlarlo como si pudiésemos hacerlo con otros medios, y pruebas, tristes pruebas las tienen que soportar los béticos todos los días.
Tim Berners, que parece una joven promesa de la segunda división inglesa, es el nombre del creador de todo esto que nos parece tan familiar, dice que todavía es muy joven, que la red está empezando. Supongo que muchos gobernantes del mundo y de cosas más pequeñas hubiesen metido a Tim en un cohete y lo hubiesen mandado con Laika, pero... mis palabras son la prueba de que esto funciona.
Ahora queremos que el escaparate al mundo de cualquier cosa, entidad o estado también mejore para nuestro Betis, que sigue anclado en una web casposa, poco cuidada, tristona en sus fuentes y en su utilidad, llena de errores de todo tipo. Lo queremos porque cuando alguien busca Betis entra en esa web. Betis es una marca potentísima, pero está descuidada en este mundo, el cibernético. Y después de 15 años, cuando cualquier bético puede crear una web decente, también deberían adecentar la nuestra.
Mientras, felicidades a los que en la cresta de las ondas hacen beticismo sin fronteras, al Pelu, al Govi, al Alva, a todos los que aquí nos acogen como si estuviesen en el salón de al lado, ese inmenso salón donde he hecho tantísimos amigos, amigos que han traspasado los megabites para convertirse en carne y hueso, amigos con los que he apren
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