El Betis podrá concesionar su complejo
El club tiene abierta la posibilidad de explotar a través de un tercero la totalidad de los nuevos edificios que se adjuntarán al coliseo · El modelo calca el régimen de explotación ya ensayado en la Encarnación.
Será una operación urbanística e inmobiliaria única. Pero podrá financiarse gracias a una concesión a terceros de índole mercantil. El acuerdo al que esta semana han llegado la Gerencia de Urbanismo de Sevilla y el Real Betis para desbloquear la recalificación de los terrenos anexos al estadio Manuel Ruiz de Lopera incluye la opción de que la sociedad anónima deportiva acometa la reforma de su coliseo ayudándose de dinero ajeno.
Preferentemente, de un inversor inmobiliario particular que aporte los fondos necesarios para terminar el estadio del Betis a cambio de parte de los derechos de explotación de las nueva zonas lucrativas que generará dicha remodelación: los parkings asociados a los distintos edificios, la torre de oficinas de 13 plantas de altura que se alzará en la esquina de la calle Padre García Tejero con la avenida de la Palmera, los nuevos espacios deportivos y lucrativos incluidos en el sector central del nuevo estadio y, por último, el centro comercial (terciario) que se levantará sobre la parcela de titularidad municipal que se le regalará al club verdiblanco.
El inversor privado adelantaría dinero al club para abordar las diferentes fases de la reforma de manera que la entidad verdiblanca pueda culminar su estadio sin parones. Pero no podrá patrimonializar la totalidad de la operación inmobiliaria hasta que no esté terminado el coliseo diseñado por el arquitecto Antonio González Cordón. Una fórmula jurídica que el Consistorio ya ha ensayado para poner en marcha, por ejemplo, el proyecto Metropol Parasol, construido sobre el solar de la antigua plaza de abastos de la Encarnación. En este caso es una constructora -Sacyr- quien adelanta el coste del proyecto -aunque recibe una generosa subvención por parte del municipio- a cambio de la futura explotación del centro comercial que se alzará en pleno corazón de la Sevilla histórica.
Tal y como publicó ayer este diario, el texto del nuevo Estudio de Detalle que Urbanismo tramitará este mismo mes -será aprobado por la junta municipal de gobierno el próximo miércoles- contempla ligar toda la reforma urbanística a una parcela única. Éste es el mecanismo jurídico elegido para lograr que el dinero que genere la recalificación no salga de la órbita del Betis, que será titular único de todos los suelos asociados a la operación. De esta forma, el Consistorio considera posible evitar una hipotética venta a trozos de los diferentes edificios del nuevo complejo verdiblanco, operación que dejaría de ser rentable al aplicarse -aunque en un ámbito ya mucho menor- los coeficientes de reparto de la edificabilidad establecidos por la normativa urbanística vigente. Así, si el Plan General de Ordenación Urbana autoriza un máximo de 20% de usos lucrativos frente a un 80% de actividades deportivas en esta zona de Sevilla, esta misma regla, pero aplicada ya sobre cada uno de los distintos edificios, reduciría de forma notable la edificabilidad lucrativa resultante, lo que haría prácticamente inviable cualquier posible operación de enajenación por partes.
El club, en cambio, sí podrá gestionar en bloque toda la reforma siempre y cuando respete el plan de etapas marcado por el Consistorio, que quiere que el derribo del Gol Sur -cuya licencia expira en junio- se solape prácticamente con la construcción de la Torre de la Palmera. Acto seguido, se reformaría la zona de Preferencia del coliseo. Y sólo al final se autorizaría el complejo terciario que irá sobre la parcela municipal. Esta última pieza arquitectónica concentra casi dos tercios de la edificabilidad lucrativa global, por lo que, en caso de que la entidad verdiblanca no respete lo pactado, el negocio potencial dejaría -técnicamente hablando- de serlo. Así, según Urbanismo, se garantizaría que los fondos obtenidos sólo servirán para el Estadio.
Fuente: Diario de Sevilla.
El club tiene abierta la posibilidad de explotar a través de un tercero la totalidad de los nuevos edificios que se adjuntarán al coliseo · El modelo calca el régimen de explotación ya ensayado en la Encarnación.
Será una operación urbanística e inmobiliaria única. Pero podrá financiarse gracias a una concesión a terceros de índole mercantil. El acuerdo al que esta semana han llegado la Gerencia de Urbanismo de Sevilla y el Real Betis para desbloquear la recalificación de los terrenos anexos al estadio Manuel Ruiz de Lopera incluye la opción de que la sociedad anónima deportiva acometa la reforma de su coliseo ayudándose de dinero ajeno.
Preferentemente, de un inversor inmobiliario particular que aporte los fondos necesarios para terminar el estadio del Betis a cambio de parte de los derechos de explotación de las nueva zonas lucrativas que generará dicha remodelación: los parkings asociados a los distintos edificios, la torre de oficinas de 13 plantas de altura que se alzará en la esquina de la calle Padre García Tejero con la avenida de la Palmera, los nuevos espacios deportivos y lucrativos incluidos en el sector central del nuevo estadio y, por último, el centro comercial (terciario) que se levantará sobre la parcela de titularidad municipal que se le regalará al club verdiblanco.
El inversor privado adelantaría dinero al club para abordar las diferentes fases de la reforma de manera que la entidad verdiblanca pueda culminar su estadio sin parones. Pero no podrá patrimonializar la totalidad de la operación inmobiliaria hasta que no esté terminado el coliseo diseñado por el arquitecto Antonio González Cordón. Una fórmula jurídica que el Consistorio ya ha ensayado para poner en marcha, por ejemplo, el proyecto Metropol Parasol, construido sobre el solar de la antigua plaza de abastos de la Encarnación. En este caso es una constructora -Sacyr- quien adelanta el coste del proyecto -aunque recibe una generosa subvención por parte del municipio- a cambio de la futura explotación del centro comercial que se alzará en pleno corazón de la Sevilla histórica.
Tal y como publicó ayer este diario, el texto del nuevo Estudio de Detalle que Urbanismo tramitará este mismo mes -será aprobado por la junta municipal de gobierno el próximo miércoles- contempla ligar toda la reforma urbanística a una parcela única. Éste es el mecanismo jurídico elegido para lograr que el dinero que genere la recalificación no salga de la órbita del Betis, que será titular único de todos los suelos asociados a la operación. De esta forma, el Consistorio considera posible evitar una hipotética venta a trozos de los diferentes edificios del nuevo complejo verdiblanco, operación que dejaría de ser rentable al aplicarse -aunque en un ámbito ya mucho menor- los coeficientes de reparto de la edificabilidad establecidos por la normativa urbanística vigente. Así, si el Plan General de Ordenación Urbana autoriza un máximo de 20% de usos lucrativos frente a un 80% de actividades deportivas en esta zona de Sevilla, esta misma regla, pero aplicada ya sobre cada uno de los distintos edificios, reduciría de forma notable la edificabilidad lucrativa resultante, lo que haría prácticamente inviable cualquier posible operación de enajenación por partes.
El club, en cambio, sí podrá gestionar en bloque toda la reforma siempre y cuando respete el plan de etapas marcado por el Consistorio, que quiere que el derribo del Gol Sur -cuya licencia expira en junio- se solape prácticamente con la construcción de la Torre de la Palmera. Acto seguido, se reformaría la zona de Preferencia del coliseo. Y sólo al final se autorizaría el complejo terciario que irá sobre la parcela municipal. Esta última pieza arquitectónica concentra casi dos tercios de la edificabilidad lucrativa global, por lo que, en caso de que la entidad verdiblanca no respete lo pactado, el negocio potencial dejaría -técnicamente hablando- de serlo. Así, según Urbanismo, se garantizaría que los fondos obtenidos sólo servirán para el Estadio.
Fuente: Diario de Sevilla.
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