Por lo visto segun diario de sevilla ya se ha llegado a un acuerdo para la recalificación del estadio ruiz de lopera
Habemus acuerdo. La Gerencia de Urbanismo de Sevilla, dirigida por el concejal Emilio Carrillo (PSOE), y el Real Betis Balompié SAD han logrado alcanzar por fin un pacto de mínimos para sacar del punto muerto en el que se encontraba el acuerdo de recalificación urbanística que afecta al estadio Manuel Ruiz de Lopera y a su entorno, situado junto al barrio histórico de Heliópolis, al Sur de Sevilla.
El acuerdo, que probablemente será llevado esta misma semana a ratificación en los órganos municipales de gobierno -primero, el consejo de la Gerencia; después, el Pleno-, supone cambios en el diseño definitivo de la operación urbanística y, sobre todo, la introducción en el contrato del proyecto de un mecanismo jurídico de garantía que, en teoría, permitirá que los fondos que genere la citada recalificación puedan ser patrimonializados en régimen de exclusiva por el Betis -nunca por sociedades instrumentales participadas por otros accionistas- y, además, que estos ingresos sean usados de forma completa para renovar su actual estadio. Sin posibilidad de ser desviados para otros fines alternativos.
Este último punto es, acaso, el más trascendente del acuerdo. El Ayuntamiento ha obligado al Betis a aceptar que la operación de renovación del antiguo Benito Villamarín se acometa en bloque, como si todos los espacios afectados -la esquina del estadio que tienen fachada a la Palmera, la parcela municipal situada frente al coliseo que se regalará al club y el propio campo de fútbol- fuesen una misma unidad registral, urbanística y patrimonial. Este blindaje tiene como objetivo que los porcentajes de edificabilidad que se asignan a la zona -un 20% de usos lucrativos frente a un 80% de espacios deportivos- se apliquen de forma dispar si, por ejemplo, los directivos del Betis optasen por segregar las distintas parcelas afectadas por la reforma para sacarlas al mercado inmobiliario de forma separada. En dicho supuesto, los mismos límites de edificabilidad existentes para la operación se aplicarían únicamente a estos espacios, por lo que, debido a la notable reducción que sufrirían en términos de metros cuadrados, acabarían por convertir en escasamente rentable la enajenación de estos activos. El Betis no obtendría, de esta manera, los ingresos máximos por este patrimonio, sino cifras inferiores.
No es la única cautela introducida por el Ayuntamiento en el texto definitivo de la recalificación -el Estudio de Detalle definitivo- para garantizar que los ingresos urbanísticos derivados de la operación son destinados en su totalidad a la ejecución del proyecto de estadio diseñado por el arquitecto sevillano Antonio González Cordón. La segunda fórmula es un "plan de etapas". Al ser una parcela única, la licencia de construcción también será una, aunque su ejecución se ha previsto en diferentes etapas. La primera de ellas debería de producirse antes del mes de junio. En esa fecha expira la licencia, recientemente activada por parte de Urbanismo, para que el Betis derribe el Gol Sur y levante esta zona de su nuevo coliseo. El Betis puede, en caso de que no quiera iniciar los trabajos en esa fecha, obtener de nuevo permiso, pero tendría que volver a solicitarlo de manera formal. En todo caso, tras el Gol Sur, el club podrá iniciar los trabajos de construcción de la denominada Torre Betis: el edificio exento que se situará en la esquina entre la avenida de la Palmera y la calle Padre García Tejero, cuya altura se ha visto notablemente incrementada. Este edificio acogerá nuevos espacios lucrativos hasta llegar a los 10.000 metros cuadrados.
El Betis podrá terminarlo para que pueda empezar a operar de forma autónoma y sin necesidad de que el resto del coliseo esté acabado. Pero en paralelo se iniciaría la demolición del área de Preferencia para levantar esta área del coliseo. Finalmente, para el término de la remodelación queda la construcción del denominado Complejo Heliópolis, el inmueble lucrativo -cuyo diseño definitivo todavía no está del todo claro- a levantar sobre la parcela municipal adjunta al estadio. Este edificio, que tendrá una estructura con tres puertas distintas al coliseo y áreas diáfanas para permitir evacuaciones en caso de necesidad, concentrará al final una edificabilidad lucrativa global de 29.000 metros cuadrados edificables, lo que supone más de dos tercios de todos los espacios de nueva construcción que se generarán en toda la zona gracias a recalificación. No se construirá, por tanto, hasta que el estadio esté acabado.
29.000
Habemus acuerdo. La Gerencia de Urbanismo de Sevilla, dirigida por el concejal Emilio Carrillo (PSOE), y el Real Betis Balompié SAD han logrado alcanzar por fin un pacto de mínimos para sacar del punto muerto en el que se encontraba el acuerdo de recalificación urbanística que afecta al estadio Manuel Ruiz de Lopera y a su entorno, situado junto al barrio histórico de Heliópolis, al Sur de Sevilla.
El acuerdo, que probablemente será llevado esta misma semana a ratificación en los órganos municipales de gobierno -primero, el consejo de la Gerencia; después, el Pleno-, supone cambios en el diseño definitivo de la operación urbanística y, sobre todo, la introducción en el contrato del proyecto de un mecanismo jurídico de garantía que, en teoría, permitirá que los fondos que genere la citada recalificación puedan ser patrimonializados en régimen de exclusiva por el Betis -nunca por sociedades instrumentales participadas por otros accionistas- y, además, que estos ingresos sean usados de forma completa para renovar su actual estadio. Sin posibilidad de ser desviados para otros fines alternativos.
Este último punto es, acaso, el más trascendente del acuerdo. El Ayuntamiento ha obligado al Betis a aceptar que la operación de renovación del antiguo Benito Villamarín se acometa en bloque, como si todos los espacios afectados -la esquina del estadio que tienen fachada a la Palmera, la parcela municipal situada frente al coliseo que se regalará al club y el propio campo de fútbol- fuesen una misma unidad registral, urbanística y patrimonial. Este blindaje tiene como objetivo que los porcentajes de edificabilidad que se asignan a la zona -un 20% de usos lucrativos frente a un 80% de espacios deportivos- se apliquen de forma dispar si, por ejemplo, los directivos del Betis optasen por segregar las distintas parcelas afectadas por la reforma para sacarlas al mercado inmobiliario de forma separada. En dicho supuesto, los mismos límites de edificabilidad existentes para la operación se aplicarían únicamente a estos espacios, por lo que, debido a la notable reducción que sufrirían en términos de metros cuadrados, acabarían por convertir en escasamente rentable la enajenación de estos activos. El Betis no obtendría, de esta manera, los ingresos máximos por este patrimonio, sino cifras inferiores.
No es la única cautela introducida por el Ayuntamiento en el texto definitivo de la recalificación -el Estudio de Detalle definitivo- para garantizar que los ingresos urbanísticos derivados de la operación son destinados en su totalidad a la ejecución del proyecto de estadio diseñado por el arquitecto sevillano Antonio González Cordón. La segunda fórmula es un "plan de etapas". Al ser una parcela única, la licencia de construcción también será una, aunque su ejecución se ha previsto en diferentes etapas. La primera de ellas debería de producirse antes del mes de junio. En esa fecha expira la licencia, recientemente activada por parte de Urbanismo, para que el Betis derribe el Gol Sur y levante esta zona de su nuevo coliseo. El Betis puede, en caso de que no quiera iniciar los trabajos en esa fecha, obtener de nuevo permiso, pero tendría que volver a solicitarlo de manera formal. En todo caso, tras el Gol Sur, el club podrá iniciar los trabajos de construcción de la denominada Torre Betis: el edificio exento que se situará en la esquina entre la avenida de la Palmera y la calle Padre García Tejero, cuya altura se ha visto notablemente incrementada. Este edificio acogerá nuevos espacios lucrativos hasta llegar a los 10.000 metros cuadrados.
El Betis podrá terminarlo para que pueda empezar a operar de forma autónoma y sin necesidad de que el resto del coliseo esté acabado. Pero en paralelo se iniciaría la demolición del área de Preferencia para levantar esta área del coliseo. Finalmente, para el término de la remodelación queda la construcción del denominado Complejo Heliópolis, el inmueble lucrativo -cuyo diseño definitivo todavía no está del todo claro- a levantar sobre la parcela municipal adjunta al estadio. Este edificio, que tendrá una estructura con tres puertas distintas al coliseo y áreas diáfanas para permitir evacuaciones en caso de necesidad, concentrará al final una edificabilidad lucrativa global de 29.000 metros cuadrados edificables, lo que supone más de dos tercios de todos los espacios de nueva construcción que se generarán en toda la zona gracias a recalificación. No se construirá, por tanto, hasta que el estadio esté acabado.
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