Los que me conocen saben que este título no es una pérdida de papeles, quizá una llamada de atención. Y así lo veo.
El que esté mosqueado por el resultado de ayer que dé un paso al frente. Veo que son muchos, yo incluido. Pero empezar aquí a desmarcarse de esta afición, tachar de sevillistas a personas a cuyo colectivo (los llamados o autollamados loperistas) pertenecíamos hasta hace bien poco, casi escupir todo lo que huela a Betis aunque esté apestado por otras corrientes me parece una burrada. UNA BURRADA.
No me avergüenzo de nada, porque no me da la gana, no me siento defraudado, decepcionado ni nada parecido. Estamos igual que el año pasado, igual, muy igual, idénticos, salvo que nos salvamos 2 jornadas antes. Bueno, lo de idéntico no es tan verdad. Porque podemos hacer algo.
Y se está haciendo algo, estamos haciendo algo. El que no lo hace, el que se limita simplemente a sacarse el abono, allá él. Yo no me preocupo de eso, ni quiero hacerlo. Los que visceralmente están en contra de cualquier tipo de movimiento de béticos, esos quizá den algún dolor de cabeza simplemente porque se niegan a leer, se niegan a saber o se niegan a cambiar. Allá ellos, son muchos años de oficialismo y mentiras metidas en vena. No se puede hacer nada. Alguna vez fuimos así.
El camino es duro señores. No vale darse golpes en el pecho y acusar a un grupo porque anima, a otro porque pita o a otro porque calla. No señores, la fractura, la falla existente entre béticos es enorme y el martillo pilón que la provoca sigue siendo el principal escollo. Ha elaborado una compleja y triste trama que se deshilacha por momentos, pero al mismo tiempo tiene las costuras fuertes en el medio.
Cómo se hace entonces? Con paciencia, con ventanas y puertas abiertas, con ganas, con recorridos paralelos, SÍ PARALELOS. Queremos que el Betis gane, queremos que se lleve la liga, la champion, hasta los tristes Carranzas, y queremos el cambio. Y el cambio se está produciendo a pesar de que tras todo ello hay mucho miedo, muchísimo. 16 años en los que se nos ha dicho por activa y por pasiva sólo una versión, y esta versión está viciada, está pinchada por todos lados, suelta lastre y ha convertido al Betis en una amalgama de recelos y tristezas no se acaba de un día a otro con ella.
Yo no me avergüenzo del Betis, ahora no, ahora creo en el Betis, creo en que los béticos sacarán esto adelante a pesar de que el monolito anclado en medio del beticismo es durísimo, pero una ligera brisa, poco a poco, lo está erosionando en sus cimientos, con un aire de verdad y de estudio que es la envidia de otros clubes.
Ayer eran cuatro gatos, hoy muchos más. Y los que miran con recelos, al mismo tiempo miran con ganas de ver un cambio, y muchos dan el paso. Este miércoles hay otra oportunidad de dar ese paso. Sin miedo a pesar de la burda campaña que sólo se lanza desde un medio que en las actuales circunstancias pasará a la historia de cómo no hay que hacer beticismo.
Y quién no tenga acciones??? Pues puede participar, puede apoyar, puede sentir que los béticos se mueven, que hay cientos y cientos de béticos que han experimentado aquello de conmigo o contra mí y no hay vuelta atrás. Simplemente hay un canal donde hacer cosas y se hacen bien, tan bien, que todavía pesa una triste amenaza de tribunales por el hecho de sacar y sacar informes que cualquier club los aprovecharía para mejorar, aquí para amenazar de destierro, de veto, de expulsión, de ser carnaza para programas amarillos de radio donde el guionista se deja ver a cada palabra que un pobre mandado expulsa con ironía y acusaciones sin cabeza.
Y una miÉrda, yo no me avergüenzo, no, todo lo contrario, yo pienso que hay otro Betis y ahí voy, sin prisa y sin pausa.
El que esté mosqueado por el resultado de ayer que dé un paso al frente. Veo que son muchos, yo incluido. Pero empezar aquí a desmarcarse de esta afición, tachar de sevillistas a personas a cuyo colectivo (los llamados o autollamados loperistas) pertenecíamos hasta hace bien poco, casi escupir todo lo que huela a Betis aunque esté apestado por otras corrientes me parece una burrada. UNA BURRADA.
No me avergüenzo de nada, porque no me da la gana, no me siento defraudado, decepcionado ni nada parecido. Estamos igual que el año pasado, igual, muy igual, idénticos, salvo que nos salvamos 2 jornadas antes. Bueno, lo de idéntico no es tan verdad. Porque podemos hacer algo.
Y se está haciendo algo, estamos haciendo algo. El que no lo hace, el que se limita simplemente a sacarse el abono, allá él. Yo no me preocupo de eso, ni quiero hacerlo. Los que visceralmente están en contra de cualquier tipo de movimiento de béticos, esos quizá den algún dolor de cabeza simplemente porque se niegan a leer, se niegan a saber o se niegan a cambiar. Allá ellos, son muchos años de oficialismo y mentiras metidas en vena. No se puede hacer nada. Alguna vez fuimos así.
El camino es duro señores. No vale darse golpes en el pecho y acusar a un grupo porque anima, a otro porque pita o a otro porque calla. No señores, la fractura, la falla existente entre béticos es enorme y el martillo pilón que la provoca sigue siendo el principal escollo. Ha elaborado una compleja y triste trama que se deshilacha por momentos, pero al mismo tiempo tiene las costuras fuertes en el medio.
Cómo se hace entonces? Con paciencia, con ventanas y puertas abiertas, con ganas, con recorridos paralelos, SÍ PARALELOS. Queremos que el Betis gane, queremos que se lleve la liga, la champion, hasta los tristes Carranzas, y queremos el cambio. Y el cambio se está produciendo a pesar de que tras todo ello hay mucho miedo, muchísimo. 16 años en los que se nos ha dicho por activa y por pasiva sólo una versión, y esta versión está viciada, está pinchada por todos lados, suelta lastre y ha convertido al Betis en una amalgama de recelos y tristezas no se acaba de un día a otro con ella.
Yo no me avergüenzo del Betis, ahora no, ahora creo en el Betis, creo en que los béticos sacarán esto adelante a pesar de que el monolito anclado en medio del beticismo es durísimo, pero una ligera brisa, poco a poco, lo está erosionando en sus cimientos, con un aire de verdad y de estudio que es la envidia de otros clubes.
Ayer eran cuatro gatos, hoy muchos más. Y los que miran con recelos, al mismo tiempo miran con ganas de ver un cambio, y muchos dan el paso. Este miércoles hay otra oportunidad de dar ese paso. Sin miedo a pesar de la burda campaña que sólo se lanza desde un medio que en las actuales circunstancias pasará a la historia de cómo no hay que hacer beticismo.
Y quién no tenga acciones??? Pues puede participar, puede apoyar, puede sentir que los béticos se mueven, que hay cientos y cientos de béticos que han experimentado aquello de conmigo o contra mí y no hay vuelta atrás. Simplemente hay un canal donde hacer cosas y se hacen bien, tan bien, que todavía pesa una triste amenaza de tribunales por el hecho de sacar y sacar informes que cualquier club los aprovecharía para mejorar, aquí para amenazar de destierro, de veto, de expulsión, de ser carnaza para programas amarillos de radio donde el guionista se deja ver a cada palabra que un pobre mandado expulsa con ironía y acusaciones sin cabeza.
Y una miÉrda, yo no me avergüenzo, no, todo lo contrario, yo pienso que hay otro Betis y ahí voy, sin prisa y sin pausa.
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