Esto no se lo esperaba.
Cinco jornadas para el final y el equipo salvado virtualmente. De pronto se le ha venido abajo lo que a él verdaderamente le gusta.
Con lo que él disfruta creyéndose que nos salva practicando su juego favorito, para luego proclamarlo con la mayor de las desvergüenzas:
" ¿ se habéis dao cuenta los goles que metía el Zaragoza de cabeza contra el Alavés?" (dijo hace un par de temporadas mientras aquí le ganábamos al Mallorca y hacía inútil ese gasto)
Eso lo disloca.
Ya en el 78 lo practicaba sin tanto éxito. Se fue a Alicante con el maletín cargado de billetes verdes para dárselos a Hércules o Burgos, pero con lo que no contaba es que al Hércules y al Burgos les faltó dormirse una siestecita en el partido para acabar con el empate que nos echó a segunda aquel año, pese a ganar nuestro partido a la Real Sociedad de Arconada con gol de Javier López. Un mazazo.
En el colmo del disloque llegó a primar a su "Llérida" de su alma para que nuestros adorables vecinos no subieran. Otro gasto inútil porque acabó subiendo. Ya comenzó por esas fechas a fraguarse el Espíritu Gilipuertas.
Y así mil y una historias del que ha ido por la vida siempre igual. Creyendo que con el vil metal está todo conseguido.
Pobre hombre.
Este año se le acabó la diversión.
¿ Y ahora qué va a hacer hasta el final ?
Cinco jornadas para el final y el equipo salvado virtualmente. De pronto se le ha venido abajo lo que a él verdaderamente le gusta.
Con lo que él disfruta creyéndose que nos salva practicando su juego favorito, para luego proclamarlo con la mayor de las desvergüenzas:
" ¿ se habéis dao cuenta los goles que metía el Zaragoza de cabeza contra el Alavés?" (dijo hace un par de temporadas mientras aquí le ganábamos al Mallorca y hacía inútil ese gasto)
Eso lo disloca.
Ya en el 78 lo practicaba sin tanto éxito. Se fue a Alicante con el maletín cargado de billetes verdes para dárselos a Hércules o Burgos, pero con lo que no contaba es que al Hércules y al Burgos les faltó dormirse una siestecita en el partido para acabar con el empate que nos echó a segunda aquel año, pese a ganar nuestro partido a la Real Sociedad de Arconada con gol de Javier López. Un mazazo.
En el colmo del disloque llegó a primar a su "Llérida" de su alma para que nuestros adorables vecinos no subieran. Otro gasto inútil porque acabó subiendo. Ya comenzó por esas fechas a fraguarse el Espíritu Gilipuertas.
Y así mil y una historias del que ha ido por la vida siempre igual. Creyendo que con el vil metal está todo conseguido.
Pobre hombre.
Este año se le acabó la diversión.
¿ Y ahora qué va a hacer hasta el final ?
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