Betis, un sentimiento, una pasión de multitudes, incomparable con nada ni nadie, algo único, sin explicación alguna, que sólo los que lo sentimos, en lo más profundo de nuestro corazón lo podemos expresar con total claridad.
Pero el cerebro humano no entiende al corazón, ni el corazón al cerebro humano, el cerebro piensa que el Betis es algo, algo sin explicación científica, pero el corazón sabe perfectamente lo que es, y como lo sabe, en su interior no es rojo, es verde, verde ilusión, pero como el corazón es tan egoísta que no se lo quiere decir al cerebro, que tiene que racapitular hechos para llegar a conclusiones, que el corazón no puede explicar, pero si entender.
El corazón le dice al cerebro que el Betis es gloria, gloria de tenerlo en tu corazón y no abandonarlo nunca, y apoyarle en todos los momentos, tanto en los más duros, como en los más placenteros. Le dice que el Betis es ilusión, la que tenemos los béticos cada temporada al comenzar esta, y la que mantenemos y mantendremos por los siglos de los siglos. Le explica que el Betis es garra, la que tienen y practican los elegidos por Dios para vestir la camiseta del glorioso y poder pegar las trece barras a su piel, como si de un tatuaje se tratara. También le dice que el Betis es esperanza, la que siempre mantenemos la afición, y que nunca perderemos. Le explica que el Betis es entrega, la que la afición sirve como un plato de camarones al Betis en cada partido, en cada momento, en cada segundo...SIEMPRE
Pero ahora le toca al cerebro explicar al corazón lo que es el Betis, le dice que el Betis es matemáticas, la que tenemos que practicar a menudo los béticos para poder contar cuanto amor, cuanta idolatración, cuanto...TODO tenemos hacia él. Le explica que el Betis es Lengua, la que utilizamos para expresar todo lo que sentimos y sentiremos hasta el hasta que llegue el Apocalipsi y subamos al cielo con un escudo pegado en el corazón y trece barras marcadas en al piel. El cerebro le dice al corazón que el Betis es afición, que sin ella no es nada, que se quedaría en un equipo cualquiera, sin nada más, sin nada, con un nombre cualquiera, algo...QUE NO ES. Por último el cerebro le dice al corazón que el Betis es geografía, la que tiene su nombre, con más historia que nombre, y con más arte que historia, historia porque es como llamaban los romanos a esa zona tan preciosa que es el sur, nombre este, y arte, por todo, por lo que te obliga a sentir aunque tú no quieras.
Despues de estos argumentos, llega esa parte del cuerpo que no se puede ver pero si sentir llamada alma que les dice a ambos que ellos nunca podrán explicar con palabras lo que es el Betis, que no hay una palabra que lo describa, y que nunca en la historia de la historia se podrá inventar ni describir, que sólo el alma sabe describir el Betis con palabras, con una sóla palabra, ¿saben cual es? BETIS.
Quien lo intente describir con otras palabras está muy equivocado y confundio, ya que el Betis es mucho más que un sentimiento, que un escudo o una bandera, mucho más que todo eso...
By Raúl
Pero el cerebro humano no entiende al corazón, ni el corazón al cerebro humano, el cerebro piensa que el Betis es algo, algo sin explicación científica, pero el corazón sabe perfectamente lo que es, y como lo sabe, en su interior no es rojo, es verde, verde ilusión, pero como el corazón es tan egoísta que no se lo quiere decir al cerebro, que tiene que racapitular hechos para llegar a conclusiones, que el corazón no puede explicar, pero si entender.
El corazón le dice al cerebro que el Betis es gloria, gloria de tenerlo en tu corazón y no abandonarlo nunca, y apoyarle en todos los momentos, tanto en los más duros, como en los más placenteros. Le dice que el Betis es ilusión, la que tenemos los béticos cada temporada al comenzar esta, y la que mantenemos y mantendremos por los siglos de los siglos. Le explica que el Betis es garra, la que tienen y practican los elegidos por Dios para vestir la camiseta del glorioso y poder pegar las trece barras a su piel, como si de un tatuaje se tratara. También le dice que el Betis es esperanza, la que siempre mantenemos la afición, y que nunca perderemos. Le explica que el Betis es entrega, la que la afición sirve como un plato de camarones al Betis en cada partido, en cada momento, en cada segundo...SIEMPRE
Pero ahora le toca al cerebro explicar al corazón lo que es el Betis, le dice que el Betis es matemáticas, la que tenemos que practicar a menudo los béticos para poder contar cuanto amor, cuanta idolatración, cuanto...TODO tenemos hacia él. Le explica que el Betis es Lengua, la que utilizamos para expresar todo lo que sentimos y sentiremos hasta el hasta que llegue el Apocalipsi y subamos al cielo con un escudo pegado en el corazón y trece barras marcadas en al piel. El cerebro le dice al corazón que el Betis es afición, que sin ella no es nada, que se quedaría en un equipo cualquiera, sin nada más, sin nada, con un nombre cualquiera, algo...QUE NO ES. Por último el cerebro le dice al corazón que el Betis es geografía, la que tiene su nombre, con más historia que nombre, y con más arte que historia, historia porque es como llamaban los romanos a esa zona tan preciosa que es el sur, nombre este, y arte, por todo, por lo que te obliga a sentir aunque tú no quieras.
Despues de estos argumentos, llega esa parte del cuerpo que no se puede ver pero si sentir llamada alma que les dice a ambos que ellos nunca podrán explicar con palabras lo que es el Betis, que no hay una palabra que lo describa, y que nunca en la historia de la historia se podrá inventar ni describir, que sólo el alma sabe describir el Betis con palabras, con una sóla palabra, ¿saben cual es? BETIS.
Quien lo intente describir con otras palabras está muy equivocado y confundio, ya que el Betis es mucho más que un sentimiento, que un escudo o una bandera, mucho más que todo eso...
By Raúl
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