…miró por una de las ventanas de su viejo y destartalado piso de 45m. en el que vivía de alquiler ya que su mísero sueldo de peón de albañil no daba para más y observó que de nuevo los negro nubarrones volvían a inundar el cielo azul que tanto alumbró su vida en estos días atrás y que tan poco tiempo duró, el solo esperaba ansioso a que la lluvia que llevaba meses inundando su corazón se marchara al menos para poder respirar unas semanas al aire libre sin tener que coger un paraguas para no mojarse, pero no…..una vez más el cielo dijo no a sus deseos…-“…son muchos días nublados del amanecer al ocaso”, pensó…”…cuando parará este incesante color gris de tapar la mirada de los que como yo no estamos acostumbrados a este clima tan sombrío…y eso que llover ha llovido siempre, pero no tan seguido”…
Siguió observando un rato mas como los primeros goterones iban dándole forma a una cortina de agua tan densa que a través de ella no se podía distinguir más que las siluetas de los que corrían por las calles para resguardarse y se volvió hacia su desordenada habitación… esa que siempre fue una especie de santuario o museo atemporal en el que colgar las fotos de los que siempre habían sido sus ídolos de la infancia y ahora de su madurez, su Louvre particular en el repetitivamente exponía obras de arte en verdiblanco colgadas con chinchetas y que solo quitaba para darle cabida a otras que iban llegando a sus manos un poco más acordes con su estado de ánimo…se sentó en la cama y ojeó absorto un viejo álbum de futbol que tenía a buen recaudo en su ordenado caos de cosas para tirar en un futuro, mientras lo repasaba le vino la sensación de que tanto su vida como la de su equipo habían caminado a la par…desde que nacieron los 2 se tuvieron que hacer a sí mismos, pasaron hambre, pasaron frio, soledad y lo peor abandono…menos mal que por lo menos había días en los que salía el sol y te calentaba el alma aunque solo fuese un rato, los 2 solo vivían por una sola cosa….por la gran amistad que les unía, esa que era tan fuerte que aunque casi no llegaba a fin de mes siempre le hacía volver al banco cada finales de Agosto a pedir ese pequeño préstamo anual que le hacía falta para su abono de gol norte, ese mismo que llevaba 32 años sacando y que era lo que más relucía en su vieja cartera y que pagaba trabajando incluso los Domingos que no había futbol al final de la Palmera…solo por eso el vivía…acabó de ojear los cromos de Esnaola, de Don Rafaé, del flaco de Valladolid, de Antolín Ortega, de Peruena, de Megido, Lopez, Cobo y Alabanda, de Benítez, de García Soriano y dejó caer una pequeña lagrima de melancolía por su rostro…se levantó, se dirigió a su pequeño equipo de música y puso su himno del Centenario…caminó de nuevo hacía la ventana y observó que seguía diluviando…y mientras escuchaba a Rafa Serna brindar “oles” a 5 letras de arte pensó…-“…la verdad es que nunca llueve a gusto de todos y que siempre, siempre, siempre después de que ha llovido…ha “escampao”…
Para Mateo….un gran y viejo Bético del Universo que sabe a ciencia cierta que va a dejar de llover…..
Siguió observando un rato mas como los primeros goterones iban dándole forma a una cortina de agua tan densa que a través de ella no se podía distinguir más que las siluetas de los que corrían por las calles para resguardarse y se volvió hacia su desordenada habitación… esa que siempre fue una especie de santuario o museo atemporal en el que colgar las fotos de los que siempre habían sido sus ídolos de la infancia y ahora de su madurez, su Louvre particular en el repetitivamente exponía obras de arte en verdiblanco colgadas con chinchetas y que solo quitaba para darle cabida a otras que iban llegando a sus manos un poco más acordes con su estado de ánimo…se sentó en la cama y ojeó absorto un viejo álbum de futbol que tenía a buen recaudo en su ordenado caos de cosas para tirar en un futuro, mientras lo repasaba le vino la sensación de que tanto su vida como la de su equipo habían caminado a la par…desde que nacieron los 2 se tuvieron que hacer a sí mismos, pasaron hambre, pasaron frio, soledad y lo peor abandono…menos mal que por lo menos había días en los que salía el sol y te calentaba el alma aunque solo fuese un rato, los 2 solo vivían por una sola cosa….por la gran amistad que les unía, esa que era tan fuerte que aunque casi no llegaba a fin de mes siempre le hacía volver al banco cada finales de Agosto a pedir ese pequeño préstamo anual que le hacía falta para su abono de gol norte, ese mismo que llevaba 32 años sacando y que era lo que más relucía en su vieja cartera y que pagaba trabajando incluso los Domingos que no había futbol al final de la Palmera…solo por eso el vivía…acabó de ojear los cromos de Esnaola, de Don Rafaé, del flaco de Valladolid, de Antolín Ortega, de Peruena, de Megido, Lopez, Cobo y Alabanda, de Benítez, de García Soriano y dejó caer una pequeña lagrima de melancolía por su rostro…se levantó, se dirigió a su pequeño equipo de música y puso su himno del Centenario…caminó de nuevo hacía la ventana y observó que seguía diluviando…y mientras escuchaba a Rafa Serna brindar “oles” a 5 letras de arte pensó…-“…la verdad es que nunca llueve a gusto de todos y que siempre, siempre, siempre después de que ha llovido…ha “escampao”…
Para Mateo….un gran y viejo Bético del Universo que sabe a ciencia cierta que va a dejar de llover…..
Precioso.
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