La Fiscalía de Sevilla pide 400 euros de multa para Villar y le reprocha su "despotismo" contra un guarda de seguridad y un policía nacional
SEVILLA, 26 (EUROPA PRESS)
La Fiscalía de Sevilla solicitó hoy una multa de 400 euros para el presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Angel María Villar, al que le reprocha el "despotismo" del que dio muestras con su actitud el 21 de noviembre cuando llamó "impresentable" a un policía nacional.
El juicio de faltas por desobediencia e insultos celebrado hoy en el juzgado de Instrucción número 17 de Sevilla contra el máximo dirigente quedó visto para sentencia tras los incidentes registrados en aquella fecha en la estación de Santa Justa de la capital hispalense.
Villar no compareció en el juicio por no tener obligación de ello, siendo representado por el abogado y presidente del Sevilla José María del Nido. Quien si acudió en persona al juicio fue el vicepresidente de la Federación Andaluza de Fútbol, Pedro Borrás, que está igualmente acusado.
Según las diligencias policiales, Borrás, que esperaba la llegada en el tren AVE de Villar para acudir juntos a la inauguración de un monumento a la Cuna del Fútbol en la localidad onubense de Riotinto, accedió sin permiso a un andén y se negó a abandonarlo tras ser interpelado en tal sentido por un guarda de seguridad, al que insultó llamándole "**********" e "*******" .
El mencionado guarda testificó en el juicio que solicitó la intervención de los miembros de la Policía Nacional de servicio en la Estación, que se personaron en el andén y, tras llegar Villar y comprobar la situación, intervinó en la discusión, poniendo en duda la profesionalidad de los vigilantes jurados.
Por su parte, el agente de Policía aseguró que Villar "se metió en donde no le llamaban" por dos veces y terminó por llamarle "impresentable", por el mero hecho de cumplir con su obligación, aunque accedió a mostrar su carnet de identidad "tras un momento de duda".
Sin embargo, Villar exigió "de muy malas maneras y chillando como un energúmeno" conocer el nombre y apellidos del agente, el cual se avinó a darle su número de identificación y grado. Esto no agradó al presidente de la Federación, que le amenazó con poner el hecho en conocimiento del Comisario Jefe de Policía de Andalucía Occidental, Antonio Bertomeu, y del Subdelegado del Gobierno, Manuel Luque.
Siempre según el testimonio del policía, Villar remató su acción arrojando al suelo el bolígrafo que el agente le había dado para que apuntara sus datos. Todo ello es calificado por el policía como una "falta absoluta de respeto y de vejación total", dentro de una "coacción y amenazas no exenta de connotaciones políticas".
Por su parte, José María del Nido leyó una declaración jurada de Villar en la que éste precisa que el vigilante jurado se dirigió a Pedro Borrás "en tono elevado y gesticulando". El presidente de la Federación Española le hizo notar al guarda la levedad del hecho cometido por Borrás "pero insistió de forma desabrida".
Asimismo, Villar aclara que no llamó "impresentable" al policía, sino que consideró que era la situación que se estaba produciendo la que merecía tal calificativo. Tras destacar que ambos dirigentes quedaron retenidos media hora a la espera de que se les levantara el correpondiente atestado por la falta denunciada, Villar remarca que todo se reduce a un "incidente nimio de un autoritarismo ya superado hace mucho".
ACTITUTD DESPOTICA DE VILLAR
En sus conclusiones, la Fiscalía pide para Villar una multa de cuarenta días, a razón de diez euros diarios, en virtud del artículo 63 del Código Penal, y no solicita pena alguna para Borrás ya que estima que, en todo caso, cometió una falta de injurias, que sólo es perseguible a instancia de parte.
Paralelamente, la Fiscalía echa en cara a Villar que, lejos de hacer gala de su carácter de persona de relevancia pública, entorpeció la labor de los agentes y --se añade-- hizo gala de un "despotismo que sí que está superado ante alguien que sólo cumplía con su deber puesto que las normas de seguridad deben ser respetada por todo el mundo".
En cuanto al abogado del guarda jurado, pide para los dos encausados veinte días de sanción a razón de veinte euros diarios de multa, por una falta de amenazas, injurias y vejaciones recogida en el artículo 620.2 del Código Penal.
Por contra, José María del Nido le recordó, en primer lugar, al policía que, en su declaración llama "energúmeno" a Villar, lo cual no es sino, como hiciera el presidente de la RFEF en Santa Justa, una mera opinión.
De igual manera, precisó que, en todo caso cuando aludió a su intención de poner lo sucedido en conocimiento del Jefe Superior de Policía y del Subdelegado del Gobierno Villar no hacía sino ejercitar un derecho cidudadano.
Por encima de todo Del Nido indicó a la juez que lleva el caso, Pilar Llorente, que esa acusación por amenazas, injurias y vejaciones es diferente al delito de falta de respeto y desobediencia por la que ambos directivos futbolísticos han sido juzgados.
De este modo, se habría producido una quiebra del principio acusatorio y, por tanto, del derecho de defensa de los imputados, que invalidaría la acusación del abogado del vigilante jurado. Por todo lo cual pide sentencia absolutoria. El fallo se conocerá en unos quince días.
29/01/2004
SEVILLA, 26 (EUROPA PRESS)
La Fiscalía de Sevilla solicitó hoy una multa de 400 euros para el presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Angel María Villar, al que le reprocha el "despotismo" del que dio muestras con su actitud el 21 de noviembre cuando llamó "impresentable" a un policía nacional.
El juicio de faltas por desobediencia e insultos celebrado hoy en el juzgado de Instrucción número 17 de Sevilla contra el máximo dirigente quedó visto para sentencia tras los incidentes registrados en aquella fecha en la estación de Santa Justa de la capital hispalense.
Villar no compareció en el juicio por no tener obligación de ello, siendo representado por el abogado y presidente del Sevilla José María del Nido. Quien si acudió en persona al juicio fue el vicepresidente de la Federación Andaluza de Fútbol, Pedro Borrás, que está igualmente acusado.
Según las diligencias policiales, Borrás, que esperaba la llegada en el tren AVE de Villar para acudir juntos a la inauguración de un monumento a la Cuna del Fútbol en la localidad onubense de Riotinto, accedió sin permiso a un andén y se negó a abandonarlo tras ser interpelado en tal sentido por un guarda de seguridad, al que insultó llamándole "**********" e "*******" .
El mencionado guarda testificó en el juicio que solicitó la intervención de los miembros de la Policía Nacional de servicio en la Estación, que se personaron en el andén y, tras llegar Villar y comprobar la situación, intervinó en la discusión, poniendo en duda la profesionalidad de los vigilantes jurados.
Por su parte, el agente de Policía aseguró que Villar "se metió en donde no le llamaban" por dos veces y terminó por llamarle "impresentable", por el mero hecho de cumplir con su obligación, aunque accedió a mostrar su carnet de identidad "tras un momento de duda".
Sin embargo, Villar exigió "de muy malas maneras y chillando como un energúmeno" conocer el nombre y apellidos del agente, el cual se avinó a darle su número de identificación y grado. Esto no agradó al presidente de la Federación, que le amenazó con poner el hecho en conocimiento del Comisario Jefe de Policía de Andalucía Occidental, Antonio Bertomeu, y del Subdelegado del Gobierno, Manuel Luque.
Siempre según el testimonio del policía, Villar remató su acción arrojando al suelo el bolígrafo que el agente le había dado para que apuntara sus datos. Todo ello es calificado por el policía como una "falta absoluta de respeto y de vejación total", dentro de una "coacción y amenazas no exenta de connotaciones políticas".
Por su parte, José María del Nido leyó una declaración jurada de Villar en la que éste precisa que el vigilante jurado se dirigió a Pedro Borrás "en tono elevado y gesticulando". El presidente de la Federación Española le hizo notar al guarda la levedad del hecho cometido por Borrás "pero insistió de forma desabrida".
Asimismo, Villar aclara que no llamó "impresentable" al policía, sino que consideró que era la situación que se estaba produciendo la que merecía tal calificativo. Tras destacar que ambos dirigentes quedaron retenidos media hora a la espera de que se les levantara el correpondiente atestado por la falta denunciada, Villar remarca que todo se reduce a un "incidente nimio de un autoritarismo ya superado hace mucho".
ACTITUTD DESPOTICA DE VILLAR
En sus conclusiones, la Fiscalía pide para Villar una multa de cuarenta días, a razón de diez euros diarios, en virtud del artículo 63 del Código Penal, y no solicita pena alguna para Borrás ya que estima que, en todo caso, cometió una falta de injurias, que sólo es perseguible a instancia de parte.
Paralelamente, la Fiscalía echa en cara a Villar que, lejos de hacer gala de su carácter de persona de relevancia pública, entorpeció la labor de los agentes y --se añade-- hizo gala de un "despotismo que sí que está superado ante alguien que sólo cumplía con su deber puesto que las normas de seguridad deben ser respetada por todo el mundo".
En cuanto al abogado del guarda jurado, pide para los dos encausados veinte días de sanción a razón de veinte euros diarios de multa, por una falta de amenazas, injurias y vejaciones recogida en el artículo 620.2 del Código Penal.
Por contra, José María del Nido le recordó, en primer lugar, al policía que, en su declaración llama "energúmeno" a Villar, lo cual no es sino, como hiciera el presidente de la RFEF en Santa Justa, una mera opinión.
De igual manera, precisó que, en todo caso cuando aludió a su intención de poner lo sucedido en conocimiento del Jefe Superior de Policía y del Subdelegado del Gobierno Villar no hacía sino ejercitar un derecho cidudadano.
Por encima de todo Del Nido indicó a la juez que lleva el caso, Pilar Llorente, que esa acusación por amenazas, injurias y vejaciones es diferente al delito de falta de respeto y desobediencia por la que ambos directivos futbolísticos han sido juzgados.
De este modo, se habría producido una quiebra del principio acusatorio y, por tanto, del derecho de defensa de los imputados, que invalidaría la acusación del abogado del vigilante jurado. Por todo lo cual pide sentencia absolutoria. El fallo se conocerá en unos quince días.
29/01/2004
Comentario