Real Betis tenia el aspecto de un hombre de mediana edad, a pesar de contar con algo mas de cien años, pues segun decian habia encontrado la formula de la inmortalidad. Era admirado y seguido por cientos de miles de Beticos, que se enorgullecian de el por lo ideales que defendia, y porque aun siendo grande, no era hipocrita, ni surrealista, sino que se mantenia callado, alerta y humilde, porque cuando pasa algo bueno siempre hay algo malo detras, y viceversa.
Hace 16 años, el y sus fieles sufrieron un grave golpe. Un ''señor'' creyo que podria hacerse dueño de las ideas que el Real Betis llevaba en su corazon, que podria hacerse dueño de la ilusion y el amor a unos colores, los colores que llevaban sus fieles en la piel y en el alma.
Y sedujeron a sus aficionados con bonitas promesas. Con ideas de heroicismo, que resulto ser barato y banal. Los beticos sufrieron un grave sindrome de Estocolmo: Un cariño fatal hacia su secuestrador.
Y el Betis tambien entro en profunda depresion, ademas de aquejarse de este sindrome. Asistia, cada tarde y puntual, a una terapia. Para ello cruzaba casi toda la ciudad, observando a los beticos, enfrentados en una guerra civil, algunos que le eran desleales y luchaban por el secuestrador, no por el secuestrado, y los que seguian firmes a sus convicciones iniciales. Esto le apenaba profundamente, de tal manera que se le encogia el corazon, duramente, con una sola contraccion. Y el tiempo no acompañaba. Hacia años que el cielo permanecia blanquecino, completamente cubierto.
Cada tarde, aquellas tardes en las que llegaba puntual y pretendia estar sereno, se sentaba sobre el duro sillon de skay de la consulta y lloraba. Lloraba solo, esperando a su psicologo, pensando en lo que habia sido y en lo que le habian convertido. Y en lo que habian convertido a sus fieles.
Pasaron los años, duros años en los que se mantuvo la guerra civil, los fracasos del Betis eran cada vez mas visibles. Pero un sentimiento de rebeldia, de corage, nacio en sus venas y en las de sus seguidores, un sentimiento que pretendia cambiar la situacion actual, y volver a ser felices. Sin guerras.
Ahora, el Real Betis contemplaba desde un acantilado en el que lucian verdes praderas y un mar de un azul intenso, el primer rayo de Sol en dieciseis años. Parecia una pequeña salida, un agujerito que, si crecia, podria ser una via de escape a un situacion despiadada que sin duda el no merecia. Sonrio para sus adentros, feliz y euforico. Pero no queria exaltarse. Queria permanecer con calma para que el futuro fuese infinitamente distinto al presente.
Volvio a contemplar las olas rompiendo en las rocas y pensó: ''Todos aquellos que han rumoreado sobre la existencia de la formula de la inmortalidad, aquellos que siempre han cuchicheado al verme pasar....Si supiesen lo facil que es conseguirla....''
''Mi inmortalidad se basa en el cariño de los que me han seguido siempre...De los que han derramado lagrimas, de los que han sonreido como locos, de los que han agitado sus bufandas y han cantado los goles hasta quedarse sin voz....Esos que nunca se han rendido....Y que estan cerca de ver el fin de este maldito sindrome de Estocolmo...Porque esos valientes, son los que me hacen inmortal. De modo, que nunca, jamas, me hubiesen dejado morir, y nunca lo haran. Porque yo soy ellos y ellos son el Real Betis. Por siempre.''
PD: Gracias por Leerlo. Viva el Betis.
Hace 16 años, el y sus fieles sufrieron un grave golpe. Un ''señor'' creyo que podria hacerse dueño de las ideas que el Real Betis llevaba en su corazon, que podria hacerse dueño de la ilusion y el amor a unos colores, los colores que llevaban sus fieles en la piel y en el alma.
Y sedujeron a sus aficionados con bonitas promesas. Con ideas de heroicismo, que resulto ser barato y banal. Los beticos sufrieron un grave sindrome de Estocolmo: Un cariño fatal hacia su secuestrador.
Y el Betis tambien entro en profunda depresion, ademas de aquejarse de este sindrome. Asistia, cada tarde y puntual, a una terapia. Para ello cruzaba casi toda la ciudad, observando a los beticos, enfrentados en una guerra civil, algunos que le eran desleales y luchaban por el secuestrador, no por el secuestrado, y los que seguian firmes a sus convicciones iniciales. Esto le apenaba profundamente, de tal manera que se le encogia el corazon, duramente, con una sola contraccion. Y el tiempo no acompañaba. Hacia años que el cielo permanecia blanquecino, completamente cubierto.
Cada tarde, aquellas tardes en las que llegaba puntual y pretendia estar sereno, se sentaba sobre el duro sillon de skay de la consulta y lloraba. Lloraba solo, esperando a su psicologo, pensando en lo que habia sido y en lo que le habian convertido. Y en lo que habian convertido a sus fieles.
Pasaron los años, duros años en los que se mantuvo la guerra civil, los fracasos del Betis eran cada vez mas visibles. Pero un sentimiento de rebeldia, de corage, nacio en sus venas y en las de sus seguidores, un sentimiento que pretendia cambiar la situacion actual, y volver a ser felices. Sin guerras.
Ahora, el Real Betis contemplaba desde un acantilado en el que lucian verdes praderas y un mar de un azul intenso, el primer rayo de Sol en dieciseis años. Parecia una pequeña salida, un agujerito que, si crecia, podria ser una via de escape a un situacion despiadada que sin duda el no merecia. Sonrio para sus adentros, feliz y euforico. Pero no queria exaltarse. Queria permanecer con calma para que el futuro fuese infinitamente distinto al presente.
Volvio a contemplar las olas rompiendo en las rocas y pensó: ''Todos aquellos que han rumoreado sobre la existencia de la formula de la inmortalidad, aquellos que siempre han cuchicheado al verme pasar....Si supiesen lo facil que es conseguirla....''
''Mi inmortalidad se basa en el cariño de los que me han seguido siempre...De los que han derramado lagrimas, de los que han sonreido como locos, de los que han agitado sus bufandas y han cantado los goles hasta quedarse sin voz....Esos que nunca se han rendido....Y que estan cerca de ver el fin de este maldito sindrome de Estocolmo...Porque esos valientes, son los que me hacen inmortal. De modo, que nunca, jamas, me hubiesen dejado morir, y nunca lo haran. Porque yo soy ellos y ellos son el Real Betis. Por siempre.''
PD: Gracias por Leerlo. Viva el Betis.
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